07 Un aciago regreso a casa

Después de que la ceremonia terminó, todos los alumnos fuimos separados en grupos para visitar nuestras aulas, las cuales estaban clasificadas con letras desde la A hasta la E. El salón asignado dependía principalmente de la nota obtenida en el examen de ingreso, así que, naturalmente, me asignaron a la Clase A junto con León Brave y el resto de las heroínas. Esto representaba un gran honor, ya que significaba que en ese momento éramos la élite entre los mejores estudiantes del Reino. Sin embargo, aún quedaba por ver cuántos podrían mantener esa posición cuando llegasen las pruebas. Si lo hacíamos mal, descenderíamos de categoría y tendríamos que cambiarnos de clase. Del mismo modo, los estudiantes de los cursos inferiores podían ser promovidos si demostraban tener las aptitudes.

Nuestra tutora asignada comenzó con la clase de introducción, explicando cuáles eran las principales instalaciones de la Academia, el plan de estudios de la clase y el horario de aquel año. Yo ya sabía todo lo que iba a decir y estaba preocupado por asuntos más urgentes, así que tomé un asiento en la parte de atrás del salón y fingí prestar atención a la profesora, mientras por dentro me sentía deprimido.

“Maldita sea, no se me ocurre ninguna solución para arreglar la continuidad de los eventos futuros. Cualquier cosa que haga podría alterar aún más los acontecimientos y volvería inútil todo mi conocimiento. Necesito encontrar un modo de sobrevivir a esto. Eso significa ayudar a León a derrotar al Rey Demonio, pero al mismo tiempo evitar interferir directamente con él… ¡¿cómo carajos hago eso?!”

Lo más triste de todo era que, teóricamente, el mejor plan de acción era el que había usado el Zenón original para arruinar la vida de León: fingir que soy su mejor amigo. Naturalmente, en lugar de traicionarlo, lo que yo haría sería apoyarlo para que supere todos los Actos del primer juego. Eso sería perfecto, porque Zenón Baskerville tiene el potencial de convertirse en la entidad más poderosa del mundo después del Héroe y el Rey Demonio. Si combino mis aptitudes con mi conocimiento del juego y lo que sé del grupo de León, puedo asegurarme de obtener los mejores objetos, mejoras y ventajas en muy poco tiempo. Estoy casi seguro de que ganaríamos sin problemas.

“… Pero como están las cosas, ese escenario es imposible, ¿verdad?”

Miré de soslayo hacia el asiento que estaba a poca distancia y ahí estaban aquellos ojos cargados con la más profunda hostilidad. Cada vez que León Brave miraba en mi dirección, era como si estuviese viendo al enemigo jurado que mató a su padre. Parecía como si mi sola existencia fuese un insulto para él. Y yo simplemente no podía entender por qué. ¿Acaso encerré a su hermano en el Tártaro? ¿Le disparé a sus padres cuando salían del teatro? ¿O maté al perro que le regaló su esposa? ¡No hay motivo para que me mire de esa manera! ¡Se supone que es un maldito héroe! ¿No debería esperar a que haga algo malo antes de condenarme así?

“Bueno, la opción de cooperar para derrotar al Rey Demonio queda descartada.” Pensé, mientras suspiraba por enésima vez y volvía a mirar hacia el frente. No había forma de que pudiese hacer las paces en el futuro próximo, así que tenía que encontrar otra manera.

- Muy bien, aquí termina la orientación. ¿Alguien tiene alguna pregunta? -

Nuestra tutora era una mujer agraciada, con un aire intelectual reforzado por sus anteojos de montura plateada, que de vez en cuando se ajustaba con los dedos haciendo un gesto característico. Al verla, uno solo podía pensar en una persona bastante seria y profesional. Mi problema con ella era que en la infame DunBrave II el villano Zenón consiguió someterla, violándola repetidamente mientras la obligaba a usar un collar de perro. En el clímax de su humillación, fue forzada a caminar a cuatro patas por la ciudad durante la noche, completamente desnuda, arrastrada con una correa y llevando insertado un juguete anal en forma de cola. Finalmente, Zenón la sodomizó violentamente frente a una multitud selecta de sus estudiantes, mientras ella, con la mente completamente perdida, lanzaba gemidos de éxtasis mezclados con ladridos.

Nuevamente reafirmo que los desarrolladores de DunBrave II eran un grupo de degenerados de mierda. A pesar de ello, no es que nosotros, los jugadores, quedásemos muy atrás en términos de morbosidad. Muchos disfrutaron la degradación de nuestra tutora y la apodaron "Wanko-sensei" o "Maestra Cachorrita", sin el menor reparo. Naturalmente, ahora ese futuro jamás se hará realidad, pero aún me es imposible ver su rostro sin recordar aquellas escenas.

- Muy bien, si nadie tiene otra duda, entonces por hoy ya pueden irse a casa. Entiendo que algunos quieren celebrar su ingreso, pero les recuerdo que está prohibido consumir cualquier tipo de bebidas alcohólicas dentro de la Academia. Además, si deciden visitar los clubes, por favor, tengan cuidado de no quedarse hasta muy tarde. Y de nuevo, ¡muchas felicidades por su ingreso! -

Con esas últimas palabras de Wanko-sensei, el primer día de estudios llegó a su fin.

Inmediatamente, los estudiantes comenzaron una serie de emocionantes conversaciones acerca de sus objetivos, las materias que más les interesaba aprender y los eventos sociales en los que querían participar. León Brave se levantó de su silla y se reunió con su amiga de la infancia, Ciel Uranus, para acompañarla en una animada charla justo antes de que comenzase la fiesta organizada por el Comité del Aula.

Naturalmente, yo era el único que estaba solo, pues ninguno de mis compañeros quiso acercarse, ni siquiera para guardar las apariencias.

-  Bueno, uno nunca debe imponerse en donde no lo quieren. - Susurré mientras tomaba mis cosas y me levantaba. Luego abandoné el aula discretamente y fui directamente a donde me esperaba el carruaje de la familia Baskerville. 

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Bueno, era solo el primer día de clases, pero ya me había convertido en el marginado de la academia. ¡Esto me traía tantos recuerdos del colegio!

En una ocasión, hace un par de años, me reencontré en un supermercado con una compañera de clase. Era la gorda solterona que ahora dirigía la red social de nuestra promoción.

- ¡Hola, compañero! - Me dijo, sonriendo hipócritamente, mientras intentaba disimular la vergüenza de no poder recordar mi nombre, lo cual era evidente. ¡A pesar de que estuvimos en el mismo salón durante tres malditos años!

- ¡Hace tanto que no te pones en contacto! - Añadió.

Tuve que morderme la lengua para no responderle:

- ¡Pues, es por algo! -

Bueno, en cualquier caso, mis experiencias pasadas me hacían un veterano en este tipo de escenario. Para empezar, la primera impresión era fundamental para determinar el tipo de relación que uno tenía con los demás. Y parecía que, de nuevo, llevaba las de perder. En el colegio era por ser gordo; ahora, es por tener cara de asesino en serie. Si a eso le sumamos la reputación de la familia Baskerville... Sí, esa era una batalla perdida desde el principio. Con algo de suerte, encontraré una o dos personas que no juzguen a los demás por las apariencias, pero lo mejor es no tener demasiadas expectativas. Ese tipo de gente no abundaba en Japón, y parecía que en este mundo tampoco.

“Además, ahora tengo asuntos más importantes de los que preocuparme.” Pensé mientras observaba a las personas que caminaban por las calles desde la ventana de mi carruaje: “Pobre gente, no tiene ni idea de que en poco tiempo las cosas se van a poner muy difíciles, especialmente para ellos.”

La trama había cambiado un poco, pero estaba seguro de que el Rey Demonio acabaría manifestándose en el mundo, tal como estaba programado. El sello puesto por el héroe original ya se estaba debilitando, y eso no tenía nada que ver con los agujeros de guion en las entregas de DunBrave. Además, siempre he sido seguidor del lema: “Espera lo mejor, pero planea para lo peor.” Así que voy a proceder considerando los peores escenarios posibles.

- Una vez que llegue a casa, tendré que repasar todas mis opciones. - Murmuré, apoyando mi peso en el respaldo del carruaje.

Finalmente, tras unos diez minutos de viaje, llegamos a la mansión de los Baskerville. Apenas el vehículo se detuvo, la puerta del coche se abrió violentamente.

- ¡Joven Amo! -

- ¡¿Qué pasa?! -

Ahí estaba Levienna, con su uniforme de sirvienta, respirando entrecortadamente, como si hubiera corrido desde la entrada de la casa hasta el patio. Por un momento me estremecí al pensar que quizás había estado esperando todo el día en el sitio donde me despidió, lo cual sería extremadamente preocupante. Pero entonces me di cuenta de que parecía alarmada por algo.

- ¿Te encuentras bien? - Le pregunté tentativamente.

- ¡Joven amo, el Marqués ha venido y lo está esperando! ¡Ha dado órdenes de que vaya a su despacho de inmediato! -

- ¿El Marqués? - Me tomó un par de segundos darme cuenta a quién se refería, pero lo entendí al instante y susurré: - Así que Garondolf Baskerville está aquí. -

El hombre que controlaba todo el mundo criminal del Reino Slayer. El verdadero poder detrás de los negocios más oscuros del reino, el hombre que movía los hilos desde las sombras y mantenía bajo su control a aliados y enemigos por igual. El villano más peligroso de todos, según el escenario de DunBrave II. El padre de Zenón Baskerville.

Mi padre estaba aquí.

- Que así sea. - Dije, respirando profundamente mientras descendía del coche para encarar a la persona que todo el mundo temía.