Nicolai Rimsky-Korsakov (1844-1908) compuso su Obertura La gran pascua rusa como una explosión calculada de color orquestal que reflejara los sentimientos populares rusos en esta gran fiesta cristiana. Rimsky tomó sus melodías del Obikhod, una colección de los mejores cánticos de la Iglesia Griega Ortodoxa. Empezó a componerla al inicio de 1888 y la terminó en el verano del mismo año cuando también trabajaba en la partitura de Scherezade. Leer mas...

La música y el canto han sido siempre fieles acompañantes de la cultura religiosa del pueblo cristiano, como puede comprobarse a lo largo del tiempo, en las celebraciones dominicales y festivas. Desde los inicios del cristianismo hasta hoy, los fieles han cantado salmos, cánticos, himnos y composiciones diversas en sus asambleas. La Navidad ha sido ocasión de componer cantatas y oratorios, gracias a los grandes maestros de la música clásica, para ser ejecutados por voces solistas, coro y orquesta en el tiempo del nacimiento de Jesús de Nazaret. Leer mas...

Compositor italiano (Roma, 1928-2020). Considerado uno de los más grandes autores de música para el cine de todos los tiempos, compuso la banda sonora de más de 400 películas. Su producción, eminentemente cinematográfica, es vastísima y sumamente heterogénea, siempre centro de polémicas, objeto de amores y de odios. En febrero de 2007, y después de cinco nominaciones sin galardón, recibió un Oscar honorífico de la Academia de Hollywood como homenaje a su dilatada carrera. Leer mas...

Os hablaré sobre la milagrosa salvadora de millones de personas en suelo ruso, la madre Serafima Yúdina, Serafima de Cristo. Sobre la gran hazaña que cumplió para la salvación de esos millones. Sobre cómo la pequeñita pianista de origen judío, en 1943, cerró el Gulag y logró recriminar al malvado y déspota mundial Yósif Stalin.

La Pasión según San Mateo es, posiblemente, la más grande obra religiosa de la historia de la música texto y música, fidelidad al relato evangélico, elevada creación poética, piedad…, se unen en ella de manera sobresaliente. 

Elvis Presley tuvo una de las carreras musicales más importantes en el mundo. El así llamado Rey del Rock fue un artista musical innovador cuyo trabajo aún se celebra. Causó tal impacto que incluso hoy, cuarenta años después de su muerte, hay gente que se sigue vistiendo como él e interpretando sus más famosas canciones.

Elvis, quien fuera bautizado dentro de una comunidad cristiana evangélica, no era ajeno a la música cristiana. Editó varios álbumes de música Gospel, con temas como: He Touched Me, Amazing Grace y How Great Thou Art. 

El amor ha sido de siempre el principal tema de las canciones. En esta página realizamos un repaso de los principales conceptos que han tratado de transmitir los compositores en las letras de sus baladas: El amor como deseo de estar con el amado, el amor como admiración de la otra persona, el amor como donación o deseo de ayudar al amado, el amor de amistad, el amor nos hace mejores personas, el amor como promesa y compromiso, canciones sobre el desamor o amor perdido, las consecuencias de no cuidar el amor, perdón y conversión para reparar el amor herido, el amor como un buen  sentimiento, la esperanza de encontrar el amor, el amor como fidelidad al amado y la trascendencia del amor.

George Frideric Haendel se había ganado su reputación en Inglaterra gracias a sus composiciones de ópera italiana. Hacia 1728, el público estaba bastante cansado de estas obras. Aun así Haendel se gastó todos sus dineros en repetidos intentos de revitalizar la ópera en Londres. En 1741 llegó al estrés. Ya en 1738 había padecido un ataque de apoplejía benigna. Ahora, la colección de enfermedades constaba de reumatismo, insomnio y una gran depresión. Y su compañía operística había quebrado. Es precisamente en ese momento cuando llega a Haendel un nuevo libreto. Y resultó ser la mejor terapia a sus problemas. El Mesías fue compuesto en apenas 24 días, entre el 22 de agosto y el 14 de septiembre de 1741. Al final de su manuscrito, Haendel escribió las letras «SDG» —Soli Deo Gloria, «Solo la gloria a Dios»