Arte y Liturgia

Retablo mayor

Iglesia de Ntra. Sra. del Camino. Medina de las Torres, Badajoz.

31 julio 2022: XIX Tiempo ordinario

por Javier Agra Rodríguez

Carta de Pablo a los Colosenses 3, 1-5.9-11

Hermanos:

Habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios…En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. ¡No os mintáis unos a otros! Os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.

Evangelio Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».

Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».

Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo: “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.

Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

Reflexión sobre el Evangelio

La Liturgia de este domingo XVIII del Tiempo Ordinario nos presenta a nuestro Dios siempre fiel más allá de lo que podemos sospechar las personas. Nos invita a vivir de cara al futuro desde el entusiasmo, la fortaleza, la confianza, la construcción de mundo abierto a todas las personas. Para cimentar nuestros proyectos contamos siempre con el Padre Dios que nos sustenta, nos alimenta, nos mantiene ilusionados. Desde esta raíz en la Santísima Trinidad podremos construir nuestra vida, con su fuerza y con nuestro empeño.

El cuadro

He presentado diferentes retablos a lo largo del año litúrgico. Hoy quiero poner a vuestra consideración, por si alguna persona no lo conoce, el RETABLO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL CAMINO, que es el templo parroquial de MEDINA DE LAS TORRES en BADAJOZ. Realizado en el siglo XVI por el pintor flamenco ESTACIO DE BRUSELAS (1517 – 1572).

De los diferentes retablos que pintó Estacio de Bruselas, se ha perdido casi todo; conservamos esta magnífica obra en la que podemos contemplar una precisión de pincel, manejo del color y de la perspectiva de modo que estamos contemplando una serena obra de arte además de un rico testimonio religioso.

En su arquitectura, aún está presente el estilo gótico, mientras que las diferentes pinturas son de carácter renacentista. Está compuesto por tres cuerpos y nueve calles formando un amplio tríptico en el ábside del templo; contiene también una predela o banco y cuatro esculturas. Casi todo el retablo está manifestando escenas de la vida de Jesús y de María.

La calle central y dos de las laterales terminan en una altura superior formada por los cilindros guardapolvos. La calle central está coronada por una Crucifixión, en el cuerpo inmediatamente inferior observamos una escultura de Jesús Resucitado y en la misma calle en su cuerpo inferior destaca la luminosa imagen de María bajo la advocación que da nombre al templo, Nuestra Señora del Camino.

Las tres calles de la derecha del primer cuerpo, que es el que quiero presentar además sin demasiada detención, está dedicado a tres escenas de la vida de María: Abrazo en la Puerta Dorada, de los padres de María, San Joaquín y Santa Ana con iluminación que llega desde la altura celeste; El nacimiento de María, la Virgen; Presentación de María en el Templo.

Faltan algunas tablas del retablo, principalmente de la Predela, donde suponemos que estarían representados los doce apóstoles en grupos de dos en dos.

Alguna vez he comentado, y todos lo conocéis, que los retablos tenían doble función. Por una parte hacían de ornamento y belleza para el templo, por otra parte cumplían una función pedagógica de mostrar al pueblo creyente diferentes momentos de la vida de Jesús y de María, su madre. O de otros santos a quienes estuviera dedicado el retablo. Además son una invitación permanente para la contemplación y la oración.

Javier Agra Rodríguez

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