Arte y Liturgia

Virgen del rosal

Stepan Lochner 

2 julio 2023: Domingo XIII Tiempo ordinario

por Javier Agra Rodríguez

Salmo 88

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad. 

Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:

caminará, oh, Señor, a la luz de tu rostro;

tu nombre es su gozo cada día,

tu justicia es su orgullo. 

Porque tú eres su honor y su fuerza,

y con tu favor realzas nuestro poder.

Porque el Señor es nuestro escudo,

y el Santo de Israel nuestro rey.

Evangelio Mateo 10, 37-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

Reflexión sobre el Evangelio

Terminamos estas recomendaciones de Jesús a sus discípulos que hemos leído durante tres domingos. La opción por Jesús va a estallar en una conmoción personal, familiar, social. Jesús no provoca estas discordias y aún enfrentamientos; es el seguimiento o no de su mensaje el que siembra esta hostilidad.

La cruz de Jesús y también nuestra cruz, en él participada, no termina en muerte, conduce a la vida resucitada. Esta vida es la que acompaña y anuncia todo cristiano como misionero de Jesús, lo mismo que Jesús representa al Padre que lo envió. 

El cuadro                                                       

Para acompañar la liturgia de este Domingo XIII del Tiempo Ordinario, aporto “LA VIRGEN DEL ROSAL” de STEFAN LOCHNER (nació entre los años 1400 y 1410 en Meersburg, Lago de Constanza – murió 1451 en Colonia). Pintó este pequeño cuadro el año 1450 y actualmente está expuesto el MUSEO WALLRAF-RICHARTZ de Colonia.

Recuerda un grupo de imágenes que conocemos como “Virgen de la humildad” en las que se representa a María sentada y recogida en su intimidad, frecuentemente con su hijo en brazos. En este cuadro, María que centra la atención del espectador, reposa sentada sobre el césped delante de un banco o acaso armario bajo, cuidadosamente adornado a modo de jardinera prolongación de la vegetación que enriquece el suelo. 

El manto azul de María destaca sobre el fondo dorado. En su regazo, Jesús niño sujeta una manzana símbolo de la victoria sobre el pecado y el mal que tuvieron su origen en “la manzana” del paraíso. Destaca en el fondo un rosal, montado a modo de pérgola, lo que ayuda a entender el nombre del cuadro.

Cuatro ángeles músicos, con alas de colores, tocan diversos instrumentos, un arpa, dos laudes y un órgano portátil; las alas del ángel que toca el laúd de nuestra izquierda recuerdan las plumas con ojos de un pavo real, símbolo de renacimiento espiritual y de Resurrección de Cristo con la infinita visión y sabiduría de Dios.

Este cuadro tiene numerosos símbolos. El broche con el unicornio que María lleva al cuello simboliza la encarnación de Cristo en el vientre de María, que es reina como indica la corona de brillantes y piedras preciosas con la que está tocada su cabeza. Lirios, azucenas, violetas, margaritas, fresas… cubren el banco del prado y recuerdan a María con algunos versos del Cantar de los Cantares, como la mujer que da fruto a su tiempo, como la madre que sufre la pasión de Cristo…

Un ángel entrega más manzanas a Jesús, mientras otros contemplan la escena, adoran o señalan hacia lo alto donde otros dos ángeles separan una liviana cortina para mostrarnos la gloria celestial de donde desciende el Espíritu Santo en forma de paloma y por donde se presenta la imagen del Padre Dios, formando así también una Santísima Trinidad.

Javier Agra Rodríguez

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