Arte y Liturgia
Los trabajadores de la viña
Rembrandt
24 septiembre 2023: Domingo XXII Tiempo ordinario
por Javier Agra Rodríguez
Salmo 62
Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.
Evangelio Mateo 16, 21-27
A partir de entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: « ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»
Reflexión sobre el Evangelio
El evangelio que hoy proclamamos comienza con un corte narrativo, “A partir de entonces…”, empieza el camino hacia la pasión y la muerte. Mateo anticipa el anuncio desde la iluminación de la Pascua.
Jesús camina voluntariamente hacia el destino que el Padre le ha marcado. Pedro hace de contraste, no inspirado por el Padre Dios sino por Satanás que tiene un proyecto opuesto al del Padre Dios.
Por eso Jesús nos invita a seguir sus pasos, cargar con nuestra cruz y seguirle para llegar junto con él a la Pascua.
El cuadro
Para ilustrar esta lectura traigo a colación el cuadro “CAÍDA CAMINO DEL CALVARIO” de RAFAEL SANZIO (Urbino 1483 – Roma 1520), pintado el año 1517 lo podemos contemplar en el MUSEO DEL PRADO. Su destino inicial era el Convento de los Benedictinos de Monte Oliveto en Palermo, SICILIA. De aquí le viene el otro nombre por el que es conocida esta pintura “El pasmo de Sicilia”.
Admirable cuadro de composición grandiosa para ser contemplado de abajo arriba, acaso para ganar majestuosidad. La mirada confluye en la figura de Cristo sobre el que se cruzan dos diagonales de bellas figuras con poderosa fuerza expresiva. El soldado que señala con energía a Simón de Cirene (Cirineo) para que ayude a Jesús a llevar la cruz, la misma fuerza con la que el cirineo levanta la cruz, el gesto firme del sayón que nos da la espalda a nuestra izquierda, la decisión del soldado que cabalga hacia el Gólgota donde ya vemos en la lejanía las cruces que acompañarán a Jesús.
La iluminación pone el acento sobre todo en los expresivos rostros, en el fondo del paisaje para que llevemos la mirada hacia el Calvario ya esperando a Jesús; la coloración en suaves rojos; el esfumato como una degradación de colores, que nos va llevando por el cuadro hasta el fondo.
En el centro Jesús, exhausto después de los diversos padecimientos pero con rostro de aceptación y de vitalidad expresiva, se dirige a su madre que extiende hacia él los brazos en un intento permanente de ayuda y cercanía, Juan el evangelista a su lado como anticipo de las palabras de Jesús “Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre”. También otras mujeres a quienes consuela Jesús y en ellas a todos nosotros… Este es mi camino, este será vuestro camino hacia la Glorificación.
Javier Agra Rodríguez
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