¡Qué bello es vivir!

Franz Capra

GÚIA DIDÁCTICA por José Alfredo Elía Marcos

Ficha técnica

Dirección: Frank Capra

Año: 1946

Duración: 130 min.

País: Estados Unidos

Guion: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra.

Música: Dimitri Tiomkin

Fotografía: Joseph Walker, Joseph F. Biroc (B&W)

Reparto: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Beulah Bondi, Frank Faylen, Ward Bond, Gloria Grahame, H.B. Warner, Frank Albertson, Todd Karns, Samuel S. Hinds.

Productora: Liberty Films Inc. Distribuidora: RKO Radio Pictures

Género: Drama. Fantástico | Cine familiar. Navidad. Comedia dramática

Sinopsis: George Bailey (James Stewart) es un honrado y modesto ciudadano que dirige y mantiene a flote un pequeño banco familiar, a pesar de los intentos de un poderoso banquero por arruinarlo. El día de Nochebuena de 1945, abrumado por la repentina desaparición de una importante suma de dinero, que supondría no solo la quiebra de su banco, sino también un gran escándalo, decide suicidarse, pero cuando está a punto de hacerlo ocurre algo extraordinario.

Premios

1946: 5 nominaciones al Oscar: Película, director, actor (Stewart), montaje, sonido

1946: Globos de Oro: Mejor director

1946: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor director

Frank Capra

Nacido en Sicilia (1897), Capra emigró con su familia a los Estados Unidos a la edad de seis años. Asentado en Los Ángeles, California, Frank Capra cursó estudios en el Instituto Tecnológico de California obteniendo el grado de ingeniero químico. Tras enrolarse en el ejército obtiene la ciudadanía estadounidense. Frank Capra empezó trabajando en la venta de periódicos y tenía veinte centavos en su bolsillo cuando respondió a un anuncio que incluía una oferta de trabajo como director de cine. Al igual que otros directores de los años 30, Capra comenzó su carrera en el cine mudo, destacando como director y guionista de comedias. En 1930 Capra fue a trabajar para Mack Sennett y se trasladó a la Columbia Pictures. Capra dirigió para estos estudios una serie de películas de corte espiritual y humanitario, que disfrutaron de un importante éxito en los premios de la Academia. “Sucedió una noche” (1934) fue la primera película que ganó los cinco Óscar más importantes (a la mejor película, al mejor director, al mejor actor, a la mejor actriz y al mejor guión adaptado). En 1936, Capra gana su segundo Óscar a la mejor dirección por “El secreto de vivir” y en 1938 gana el tercero por “Vive como quieras” con el que ganó también el Óscar a la mejor película. 

Un director católico

¡Qué bello es vivir! (1946) está considerada una de las mejores películas de la historia del cine, elogiada particularmente por su guion. Fue nominada a cinco premios Óscar, incluyendo Mejor película, mejor director y mejor fotografía, y ha sido reconocido por el American Film Institute como una de las 100 mejores películas de la historia, en el puesto 11, y en el primer puesto de las películas más inspiradoras. La película es una fábula esperanzadora sobre el heroísmo del ciudadano medio americano que lucha día a día por sacar adelante a su familia y a su país sin pensar en sí mismo. La historia fue escrita por Philip van Doren Stern en 1939, que, al no encontrar editor, se la remitió en 1943 a sus amigos, junto a una tarjeta de Navidad.

“Un hombre sencillo y honesto, acorralado por depredadores sofisticados, puede, si lo desea, llegar hasta lo más profundo de sus recursos dados por Dios y surgir con todo el valor, ingenio y amor necesarios para triunfar sobre su entorno”. Frank Capra

Nadie ha podido superar a Frank Capra en la dureza, la alegría, la profundidad, el drama, el realismo, el romanticismo, la denuncia social o la propuesta creyente que propone esta maravilla del séptimo arte, filmada con una maestría, sobre todo en los primeros planos, y un ritmo casi perfectos. Capra convierte el film en un canto a la vida y a la generosidad, en una crítica sensata y directa al capitalismo despiadado, en una lección sobre el valor de la familia.

Las vacilaciones de la fe y las amenazas contra la integridad del carácter son motivos recurrentes en la obra de Capra y, especialmente, en ¡Qué bello es vivir!

Un director católico

Frank Capra era católico y, sin embargo, casi en ninguna de sus películas se hace referencia explícita a la religión (salvo en «¡Qué bello es vivir!» precisamente, donde un ángel tiene un papel clave cuando George desespera y piensa que sería mejor no haber existido: el ángel le mostrará entonces qué habría ocurrido en un mundo sin él).

Frank Capra recibió una educación católica en su infancia, pero luego su fe se enfrió y su relación con el cristianismo se limitó a una visita anual a la iglesia coincidiendo con la Navidad hasta 1934. Ese año sufrió una crisis emocional e inspirado entonces por las palabras de un anónimo que le animaba a entregar sus talentos a Dios y a la humanidad. En su autobiografía The Name Above the Title (El Nombre Sobre el Título), Capra narra cuando fue visitado por un extraño mientras se encontraba hospitalizado por tuberculosis, lo que ocurrió poco después de su primer gran éxito. ¿quién era el pequeño hombre? Capra nunca lo supo, pues no se presentó. Simplemente se sentó cerca del director y, tras uno o dos momentos de silencio, lo acusó de cobardía. Antes de que el atónito Capra pudiera reaccionar, continuó: "¿Escuchas a ese hombre ahí adentro?" Desde una radio en un cuarto adyacente venía la voz de Adolfo Hitler. "Ese hombre malvado está intentando envenenar al mundo con odio. ¿Pero ante cuántas personas puede hablar, y por cuánto tiempo? ¿Quince millones? ¿Veinte minutos? Usted, señor, puede hablar a cientos de millones, por dos horas—y en la oscuridad. El talento que usted tiene Sr Capra, no le pertenece. Dios le dio esos talentos; son Su regalo para usted, para ser usados según las intenciones de Él."

El pequeño hombre se levanto, le dijo adios a Capra y se marchó escaleras abajo, nunca más fue visto u oído. Pero sus palabras cambiaron completamente la vida del director—podríamos agregar que fue en un estilo muy Capra. Capra se mejoró, se dio de alta del hospital y llevó a su familia lejos de Beverly Hills y Hollywood. Su tuberculosis se curó de forma milagrosa, regresó su creatividad y su vigor y una nueva meta—el usar su don para entretener, lo invadió y le dio coraje a este hombre—fue energizar sus películas.

Frank Capra experimentó una conversión similar a la de muchos de sus personajes. Posteriormente acompañaba a su esposa Lucille Reyburn cuando visitaban la iglesia y decía de sí mismo que era “un católico en espíritu, alguien que cree firmemente que los inmorales, los sabiondos y los mafiosos podrán destruir la religión pero nunca podrán conquistar la cruz”. "El mundo no es exclusivamente malo", escribe en su autobiografía titulada "The man above the title" (1971). “Sí, claro que sufrimos pesadillas, pero también tenemos sueños. Experimentamos acosos pero también una gran compasión. En el mundo también hay cosas buenas y estas son maravillosas". "Mis películas exploran el corazón no a través de la lógica sino de la compasión". "Trato las pequeñas dudas de los hombres, sus dificultades, su pérdida de confianza en sí mismos, sus vecinos, su Dios. Y también la superación de las dudas, el valor para renovar la fe y la convicción final de que debe sobrevivir y permanecer siendo libre".

Capra escribió que la humanidad necesita dramatizaciones que muestren que “el hombre es esencialmente bueno, un átomo viviente de divinidad; que la compasión por los demás, amigos o enemigos, es la más noble de todas las virtudes”.

Lejos de la actitud hostil al cine de la población blanca anglosajona y protestante, que constituía entonces el sector más fundamentalista del cristianismo, una buena cantidad de profesionales católicos había ocupado la industria de Hollywood. No sólo había una gran representación de actores católicos como John Wayne, Gregory Peck o Jack Lennon; también dominaban el sector directores católicos como John Ford, Alfred Hitchcock o Frank Capra.

«Mi hermano Ben fue sacerdote pero nunca verá una iglesia o un sacerdote en mis películas. Y lo he hecho a propósito. No deseo que la audiencia piense que hago propaganda religiosa con mis películas. La religión juega un papel muy importante en ellas pero no lo muestro. Mis personajes no son ni católicos, ni protestantes, ni judíos (las tres grandes religiones de América). Representan a todos los seres humanos. Mis películas son ecuménicas en este sentido.»

“Hay que hacer películas para decir estas cosas, para contrarrestar la violencia y la mezquindad, para ganar tiempo para desmovilizar los odios”.

Para Capra, su forma de entender la fe le llevaba a pensar en la repercusión que pòdía tener su cine como servicio: «Todos son individuos, iguales a los ojos de Dios. Rezo antes de filmar cada escena. Rezo para que la escena que filmamos sea útil.»

«Las películas deben ser expresión positiva de que existe esperanza, amor, gracia, justicia y caridad. El director tiene obligación moral de poner énfasis en el triunfo de la persona sobre la adversidad.»

“Mis películas deben hacer que cada hombre, cada mujer, cada niño sepa que Dios les ama, que yo les amo, y que la paz y la salvación solo se harán realidad cuando aprendan a amarse unos a otros”.

Nunca esquivando los hechos del sufrimiento humano o las dificultades de todos los días, Capra solía poner a sus personajes en situaciones de juicio en las que su fe era duramente puesta a prueba. Entonces haría que las cosas estuvieran en su lugar con lo que posteriormente sería llamado por J.R.R. Tolkien como la eucatástrofe: una salvación milagrosa en la que el bien es vencedor, la fe es premiada y la sabiduría de Dios es afirmada.

Tolkien escribió que la eucatástrofe "puede dar al niño o al hombre que la presencia un nuevo aliento, un nuevo latir y un levantamiento del corazón, que lo podrá llevar (o lo llevará) a las lágrimas"—y esta renovación de esperanza, esta fortaleza interna que otorga un nuevo agarre a nuestras manos cansadas, era la meta de Capra, una meta que pensaba le había sido dada por Dios.

Filmografía destacada

LOS PERSONAJES

George Bailey: Es el héroe de esta historia. Paradójicamente nunca saldrá de su ciudad natal pero es el que va a realizar la mayor odisea posible: el viaje de la vida. Como todo gran héroe, se queda huérfano al poco de iniciar la película. Rechaza la llamada, pero un hecho crucial le anima a adentrarse en la aventura. Supera las pruebas y se enfrenta con valentía a los demonios, ya que es capaz de hacer sacrificios por la comunidad. En uno de esos duelos con la sombra muere real y simbólicamente, pero luego resucita, y descubre el mayor premio-elixir que tiene un hombre: la familia, los amigos, y la esperanza.

Mary Hatch: Es la compañera/esposa del héroe, y como tal también es heroína pues realiza un viaje interior. Algunos críticos han pretendido ver en ella un papel secundario pasivo relegado a ser esposa y madre, como si estas misiones en la vida fueran de segunda o tercera categoría. Mary también es huérfana (al menos no conocemos a su padre). Renuncia a otros pretendientes mejor acomodados por escoger a George del que está profundamente enamorada. Es capaz de transformar una casa en ruina en un cálido y hermoso hogar. Sacrifica su propia luna de miel en favor de la comunidad, y al igual que George desciende a los infiernos con él, compartiendo el mismo sufrimiento y dolor que este. Por último hay que destacar que es ella la que rescata en todo momento a su esposo, convirtiéndose así en la verdadera heroína de la historia.

Mr. Potter: Según los arquetipos de Joseph Campbell corresponde a la sombra: El villano supremo. Algunos han querido ver en él la encarnación del capitalismo salvaje, haciendo una lectura simplista del personaje. En realidad el señor Potter representa las tentaciones que sufre George para vivir un proyecto de vida solidario. Son los demonios internos que le animan en los momentos de dificultad a escoger el camino fácil de la usura y del éxito a costa del sufrimiento de los demás. Potter es la voz que le atormenta cada noche cuando regresa a su hogar diciéndole: “No seas tonto…”, “los demás no te lo van a agradecer…”, “aprovecha ahora que puedes…”, “renuncia a esos ideales y cumple tus deseos…”

Peter Bailey: El padre de George asume el papel de mentor primero. Él es el hombre sabio que ya ha realizado el camino y que orienta al joven Bailey. 

George acude a su padre cuando tiene un problema (“Pregúntale a papá”), y se adentra en la cueva oscura del despacho de Potter para iniciarse en el difícil arte de enfrentarse a los demonios destructores. Peter Bailey lega a su hijo su mayor arma: la Compañía de Empréstitos. Con la que se enfrentará, luchará y vencerá al demonio de la usura.

Sra. Bailey: La madre encarna el segundo mentor que posee toda persona. Ella conducirá a nuestro protagonista por el difícil sendero del Amor. Esta conversación (mutilada en las versiones antiguas) se desarrolla fuera de la casa materna, ya que George ha de encontrar su propia mujer y su hogar. La madre orienta a George y le muestra el camino correcto donde encontrará a su verdadero amor. Como toda buena mentora, también desaparecerá en un momento crucial de la película. Precisamente cuando no le reconozca, y entonces George tendrá que ir a buscar a su mujer, y recuperar la esperanza de vivir, para rescatar a su amor.

Clarence: El ángel de segunda clase constituye el tercer y último mentor en la vida de George. Un personaje sencillo y cómico, que será un verdadero Virgilio que acompañe a nuestro protagonista en su descenso al Hades. Clarence representa la intervención divina en el peregrinar humano que, si bien deja libertad al hombre, actúa en los momentos cruciales de su vida. Él es el que se lanza al agua, el que se inmola en la Cruz para salvar y rescatar al hombre. La expresión “ganarse las alas” supone ganar el Cielo. Es poder volar sin caer en las frías aguas de la oscura muerte.

Tío Billy: Algunos han pretendido ver en este personaje a un ser débil y secundario, pero en realidad es un papel esencial en el viaje del héroe. En el esquema de Joseph Campbell, Billy representa la figura cambiante. Es el compañero de viaje de George, pero en un momento dado cambia de lado. Un despiste suyo hace que las cosas se tuerzan para nuestro protagonista, y se produzca el desenlace fatal. Ahora bien, cabe preguntarse ¿Qué es lo que desencadena el cambio de bando de Billy? Frank Capra no deja dudas. El alcohol y el vicio puede llevar a la perdición a un hombre y ejemplos de ello vemos numerosos en el film. Billy borracho no es capaz de encontrar el camino a su casa. En otra vida hubiera caído demente y tendría que haber sido internado en una psiquiátrico. Cuando Potter quiere tentar a George lo hace a través del tabaco. Pero es que muchas personas se hubieran convertido en figuras cambiantes si no hubiera existido George: Violet habría caído en la prostitución. Ernie el taxista hubiera desecho su matrimonio. Martini no hubiera construido un hogar. El señor Growe habría sufrido la pena de cárcel…

Ernie y Bert: Unos personajes esenciales en el viaje del héroe son los amigos, y George Bailey no puede ser menos. En realidad él es amigo de todo el pueblo de Bedford Falls, y todo el pueblo lo es de él, pero el guion resalta dos de ellos: el policía Bert y el taxista Ernie. Uno representa la ley y el otro la libertad que posee todo hombre. Ellos están presentes cuando vemos George recorrer por primera vez las calles de su ciudad, y le acompañan a su hogar en la noche de boda con Mary. Y le abandonan en el infierno. Cuando un hombre pierde la esperanza, no hay ley para él (George golpe a Bert) y no tiene libertad (Ernie le ordena bajarse del coche).

Guardaespaldas: No podemos olvidar a este siniestro y silencioso personaje, que acompaña en todo momento al Sr. Potter. Su guardaespaldas encarna al secuaz que se ha dejado atrapar por los engaños del mal y cuya misión se reduce a empujar el carro. No olvidemos que Potter encarna todo lo contrario de George Bailey. Si este es libre, Potter es esclavo y ha de ser arrastrado para moverse (carroza de caballos, silla de ruedas,…). Por eso necesita de servidores que le lleven y traigan para poder actuar. Además es un hombre que no tiene ley, pues él hace su propia ley. 

Motivo de reflexión es que el personaje de guardaespaldas no tenga diálogos en el film, y es básicamente porque al servir al mal ha perdido su capacidad de ser protagonista. El es testigo impasible de todo el mal que hace Potter sin sensibilidad y sin capaz de reacción.

ESTRUCTURA DE LA PELÍCULA

PRÓLOGO

La película comienza en la Nochebuena de 1945, en la que George Bailey se dispone a suicidarse. Las oraciones por él, procedentes de los habitantes del pequeño pueblo de Bedford Falls, llegan al Cielo, donde una corte celestial se reúne para cumplir lo que le piden desde allí. La gente pide a Dios que se acuerde de George Bailey y le ayude a ser feliz. San José encarga la tarea de socorrer a George a Clarence, un ángel de segunda clase, que es el que más tiempo lleva intentando ganarse las alas. Antes de enviar a Clarence a la tierra, San José le muestra a través de diversos flashbacks lo que ha sido la vida de George Bailey. 

EXPOSICIÓN

El primer flashback o mirada introspectiva se sitúa en 1919, cuando George tenía 12 años y salvó a su hermano pequeño Harry de morir ahogado tras haber caído a través del hielo en un lago helado. También trabajaba en la farmacia del pueblo, donde observó que el farmacéutico, el señor Gower, entristecido por la muerte de su hijo, había puesto accidentalmente veneno en la medicina para un niño. George logra evitarlo, pero el farmacéutico, antes de darse cuenta y agradecérselo, lo golpea. 

DESARROLLO

Llamada a la aventura y rechazo de esta: La segunda mirada introspectiva se produce años más tarde. George quiere comprar una maleta para ir de viaje y visitar todo el mundo. Entonces marcha a su casa y en un encuentro con su padre mientras cenan, este le ofrece trabajar juntos en la Compañía de Empréstitos, pero George rechaza la oferta pues su mayor ilusión es estudiar una carrera, recorrer el mundo, trabajar como ingeniero y ganar mucho dinero.

En la graduación de Harry en 1928, George habla con la joven Mary Hatch, que estaba enamorada de él desde que eran niños, en las inmediaciones de un caserón abandonado llamado Old Granville. Sin embargo, George debe interrumpir su cita con Mary al recibir la noticia de la muerte de su padre. 

Cruce del 1er umbral y 1er sacrificio del héroe: Esta pérdida obliga al protagonista a tomar una decisión y cruzar el umbral al mundo extraordinario. George debe posponer sus planes de viajar para encargarse de la compañía de empréstitos creada por su padre, destinada a dejar dinero a aquellas personas que lo necesitan. Pero esta empresa es la gran competidora de Harry F. Potter, el hombre más rico del pueblo, un tiburón de los negocios que es dueño del banco, de la prensa, de los hoteles y de todos los negocios rentables de la ciudad. Como accionista, Potter solicita que la compañía de empréstitos se disuelva, pero George convence a la junta directiva de votar contra la propuesta de Potter. Ellos están de acuerdo con la condición de que sea George quien la dirija junto a su tío Billy, pues sino la compañía se disolverá. Una vez más, George cumple con su deber y manda a Harry a la universidad con el dinero que estaba destinado para él, con la promesa de que cuando vuelva, será él quien marche a estudiar y su hermano ocupe la dirección de la compañía.

Cruce del 2º umbral y 2º sacrificio del héroe: Cuando Harry vuelve, está casado y su suegro le ha ofrecido un buen empleo. Aunque Harry está dispuesto a cumplir con lo pactado con George, éste no lo permite y queda una vez más atado a Bedford Falls y a la pequeña compañía de empréstitos. 

Segunda llamada a la aventura: La madre de George le anima a que considere su relación con Mary, pero este rechaza la llamada y huye. También rechaza a Violet. Luego le vemos merodear en la casa de Mary. Esta le invita a entrar pero la puerta de entrada se le resiste, entonces le da una patada y esta vence. Ya dentro de la casa le asusta la idea de comprometerse con ella, porque perderá sus sueños de viajar y hacer fortuna, pero se da cuenta de que Mary es una mujer buena y que está profundamente enamorado de ella, por lo que al final le declara su amor, en una bella y simpática escena.

3er sacrificio del héroe: George y Mary se casan, pero cuando se disponen a salir de luna de miel se produce un pánico bancario (crack del 29) y deciden usar el dinero destinado a su luna de miel para conceder préstamos a los clientes de la compañía de empréstitos hasta que el banco abra de nuevo. Al finalizar el día, apenas le sobran dos dólares, y no puede dejar Bedford Falls.

Recompensa al 3er sacrificio: George recibe una llamada de su mujer para que acuda a la dirección de una vieja casa derruida. Cuando llega a esta, ve que Mary, con la ayuda de sus amigos, la ha transformado en un lugar acogedor. Es entonces cuando le revela que este fue su sueño.

Enfrentamiento con el Villano y 4º sacrificio: A lo largo de los años, George construye Bailey Park, una urbanización de pequeñas viviendas financiadas con los préstamos concedidos por su compañía de empréstitos. La urbanización que permite a la gente ser dueños de sus propias casas en lugar de tener que pagar altos alquileres por vivir en las míseras chabolas construidas por Potter. Frustrado al ver que no consigue arruinar la compañía de préstamos y que está perdiendo el control del mercado inmobiliario, Potter trata de comprar a George ofreciéndole un buen empleo, y por un momento parece convencerle, haciéndole ver qué fácil es cumplir todos sus sueños. Pero cuando se estrechan las manos, George se da cuenta de que le están comprando y rechaza la oferta con valentía y contundencia.

Diálogo del enfrentamiento entre Potter y George Bailey

George: Gracias señor. Buen cigarro señor Potter.

Potter: ¿Te gusta? Te mandaré una caja.

George: (Se sienta en una silla muy baja) Bien. Supongo que lo averiguaré antes o después, ¿por qué quería usted hablar conmigo?

Potter: Ja, ja, jaaa. George. Eso es precisamente lo que me gusta de ti. George, soy un hombre viejo y casi todo el mundo me odia, pero a mí tampoco me gustan ellos, de modo que estamos en paz. Sabes, también como yo, que prácticamente todo es mío en la ciudad, excepto tu compañía de empréstitos. También sabes que desde hace muchos años estoy intentando quedarme con ella o arruinarla, pero no he podido hacerlo. Tú, me lo has impedido. En una palabra: me has derrotado George. Y como todo el mundo sabe, eso ha sido una magnífica hazaña. ¿Recuerdas los tiempos de la depresión? Tú y yo fuimos los únicos que conservamos la serenidad. Tú salvaste tu compañía, y yo salvé el resto. 

George: Si, bueno. Lo que dicen es que usted robó el resto.

Potter: ¡Bah! Eso lo dicen, los que me tienen envidia. Bien. Yo he sido contigo completamente franco. Dime ahora tu opinión. Eres joven. Tienes 27, 28 años, estás casado y ganas unos cuarenta semanales. 

George: Cuarenta y cinco.

Potter: Cuarenta y cinco. Cuarenta y cinco. De los cuales, después de ayudar a tu madre y pagar las facturas, te quedan unos diez, si te administras. Cuando empieces a tener hijos no te quedarán ni siquiera esos diez. Ahora bien. Si ese joven de 28 años fuera un tipo corriente y vulgar yo diría que le iba bien. Pero George Bailey no es un tipo corriente y vulgar. Es un hombre inteligente, ambicioso y de valía, que odia su trabajo, que odia la compañía de empréstitos, casi tanto como yo. Un hombre que ha querido prosperar desde el día que nació. El más inteligente entre los que le rodean, que ve a sus amigos triunfar porque él está atrapado. Si. Atrapado. Obligado a desperdiciar su vida haciendo de niñera de unos muertos de hambre. (Pausa) ¿Estoy diciendo la verdad, o exagero? 

George: ¿Qué pretende usted señor Potter?

Potter: ¿Qué pretendo? Pretendo contratarte.

George: ¿Contratarme?

Potter: Quiero que dirijas mis negocios, mis propiedades. George, te daré un sueldo inicial de 20.000 dólares anuales.

George: (A George se le abre la boca y se le cae el puro) Vein… veinte… veinte mil dólares anuales.

Potter: ¿No te gustaría vivir en una casa bonita? ¿Comprarle a tu mujer todo lo que le gusta? ¿Ir un par de veces al año de viaje de negocios a New York, tal vez incluso a Europa? ¿Verdad que te gustaría?

George: ¿Qué si me gustaría?... ¿No creerá usted que está hablando con otra persona? Sr. Potter soy yo, se acuerda de mí. George Bailey.

Potter: Claro, sí. George Bailey, cuyo barco acaba de llegar a puerto… si es lo suficientemente listo para subir a bordo, je, je.

George: Veinte mil… ¿Y qué… qué pasará con la compañía de empréstitos?

Potter: ¡Oooh! ¡Vamos hombre! ¿Tienes miedo al éxito? Te ofrezco un contrato por tres años. Veinte mil dólares anuales a partir de hoy. ¿Lo aceptas o no?

George: Verá Sr. Potter. Yo…, yo se que debería aprovechar esta… esta oportunidad, pero preferiría que me diera veinticuatro horas para pensarlo…

Potter: Si, si, desde luego. Vete a casa y consúltalo con tu mujer

George: Eso pienso hacer. 

Potter: Mientras tanto yo redactaré los documentos. 

George: Si señor

Potter: ¿De acuerdo George?

George: (se dan la mano) De acuerdo Sr. Potter.

(George mira la mano que acaba de estrechar y tras reflexionar gravemente exclama). No… no. Espere un momento. Espere un momento. (Con energía y contundencia) No necesito veinticuatro horas, no tengo que hablar con nadie y la respuesta es ¡no, no y no! Ya lo ha oído. Usted se sienta ahí, extiende sus redes y cree que todo el mundo da vueltas en torno suyo y de su dinero. Pues no es así Sr. Potter. En resumen y hablando con toda claridad. No aceptaré nada, porque usted no es otra cosa que una araña venenosa, y… usted también lo es.

Recompensa al 4º sacrificio: Regresa George a su casa recordando la tentadora oferta del Sr. Potter, pero también recuerda las palabras que le dirigió a su mujer en el noviazgo. Esta se despierta y le da la buena noticia de que esperan un niño y van a ser padres. En una secuencia, que es una sucesión de planos breves, vemos como van naciendo más niños (hasta cuatro) y cómo Mary, va transformando la casa en un hogar familiar.

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, George no es apto para el servicio debido a su oído dañado. Sin embargo, Harry se convierte en piloto y derriba un avión kamikaze que se disponía a atacar a los ocupantes de un vehículo anfibio, salvando la vida de todos ellos. Por su logro, Harry recibe la Medalla de Honor. 

La prueba definitiva (Odisea-Calvario): En la mañana del día de Nochebuena de 1945, el pueblo prepara una recepción triunfal para Harry, y el tío Billy acude al banco a depositar 8.000 dólares en la cuenta de la compañía de empréstitos. Allí se encuentra con Potter y le echa en cara el triunfo de Harry mostrándole la noticia en el periódico, olvidando que en su interior está el dinero. Potter se queda el periódico, y cuando encuentra el dinero, decide ocultarlo, sabiendo que su pérdida supone la ruina de la compañía, el escándalo y la cárcel para George. Ese día, la compañía tiene una inspección, y sabiendo que el inspector de hacienda le hará responsable de la pérdida del dinero, George se enfurece con su tío y a continuación se va a casa. Al llegar paga su frustración con su familia. Después se disculpa con ellos y se marcha.

Sumido en la desesperación y sin nadie a quien poder pedir el dinero, George acude a Potter, pero solo puede ofrecer su seguro de vida como aval. Potter, que sabe lo que ha sucedido, se aprovecha de la situación de George y llama a la policía para denunciarle, diciéndole que vale más muerto que vivo. George ahoga sus penas bebiendo en un bar donde también es agredido, y a continuación camina hasta un puente cercano, donde se plantea suicidarse arrojándose al río. 

La intervención divina: Antes de que pueda saltar desde el puente, ve que un anciano cae al agua. Una vez más, George olvida todos sus problemas y se lanza a salvar al anciano en lugar de suicidarse. Mientras secan las ropas mojadas en la cabina del vigilante, el anciano le dice que se llama Clarence y que es su ángel de la guarda. George no le cree, pero en el transcurso de la conversación le dice que desearía no haber nacido. Clarence se lo concede, y le muestra una realidad alternativa en la que George nunca ha existido. Cuando regresan al pueblo, todo ha cambiado.

La muerte del héroe: La visión que Clarence hace ver a George, es desoladora: el pueblo ya no se llama Bedford Falls, sino Pottersville, y está lleno de bares, cabarets y otros locales propiedad de Potter. El señor Gower es un anciano alcohólico que acaba de salir de prisión por homicidio, ya que George no estuvo allí para evitar que envenenara a aquel niño; sus vecinos y amigos a los que tanto ha ayudado no le reconocen; la compañía de empréstitos cerró, ya que George no estuvo para hacerse cargo de ella tras la muerte de su padre; las casas que ayudó a construir con sus préstamos nunca se construyeron, y en su lugar hay un cementerio en el que George ve la tumba de su hermano al que no pudo salvar por no haber nacido, y piensa en los que murieron en la guerra porque su hermano no estuvo allí para salvarlos; su tío Billy está en un manicomio; su madre, viuda y sin hijos, regenta una pensión; y su esposa es una bibliotecaria solterona. Cuando George le dice que es su marido, esta grita llamando a la policía.

DESENLACE

Resurrección del héroe: Huyendo de la policía, George, ya está convencido de que Clarence es realmente su ángel de la guarda. Por ello regresa al puente donde había intentado suicidarse y pide a Dios que le devuelva la vida. Cuando un amigo lo encuentra y lo llama por su nombre, George se da cuenta de que la pesadilla ha terminado y que ha recuperado su vida. George vuelve a casa loco de contento, deseando feliz Navidad a todos los que encuentra en el camino, en la compañía de empréstitos e incluso al mismo señor Potter, a pesar de que sabe que irá a la cárcel por desfalco. Pero esto no le importa porque ha recuperado su vida, a su hermano, a su esposa, a sus hijos, a su madre y a todos sus amigos y vecinos por quien tanto se ha sacrificado por amor.

Regreso al mundo ordinario con la recompensa: Al llegar a casa, George abraza a toda su familia y saluda al inspector de hacienda y al sheriff que le están esperando para detenerle. Pero en ese momento llega el tío Billy y anuncia que Mary ha hablado con algunos amigos contándoles que George tenía problemas, y que toda la ciudad ha hecho una gran colecta. Aparecen todas las personas a las que George ha ayudado durante toda su vida. Cada uno aporta lo que generosamente tiene para que George pueda superar la crisis y recaudan más que suficiente para cubrir los 8.000 dólares perdidos y así anular la denuncia de Potter. Finalmente llega Harry, que sabiendo que George tenía problemas, ha dejado plantado al Presidente y ha volado bajo una tormenta para estar junto a su hermano. Lo hace justo a tiempo de brindar por él. Una campana suena en el árbol de Navidad, y la hija de George recuerda una historia que dice que cada vez que suena una campana, un ángel recibe sus alas, lo que anuncia que Clarence ha ganado las suyas. George sonríe abrazado a su familia, dando gracias a Dios por el maravilloso regalo que es la Vida.

ANÁLISIS DE LOS SÍMBOLOS

La película contiene cierta simbología interesante de resaltar. A continuación indicamos algunos ejemplos representativos:

Los christmas: Los títulos de crédito se crean con unas láminas navideñas que se van pasando, como una colección de recuerdos, hechos o de felicitaciones recibidas. 

Ver confusamente: En el diálogo inicial de la película San José muestra a Clarence la proyección de la vida de George Bailey y le pide que “mire la pantalla”. El ángel, sin embargo, no puede ver nada: al no haberse ganado las alas. San José le ayuda a concentrarse hasta que Clarence, perplejo empieza a distinguir las imágenes. Es entonces cuando San José le dice: “Cuando te ganes las alas lo verás por ti mismo”. Una referencia clara a la Carta de los Corintios de San Pablo: “Ahora vemos como por medio de un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de una manera imperfecta; entonces conoceré de la misma manera que Dios me conoce a mí”. 1 Corintios, 13,12.

3 dimensiones: La película se mueve entre tres perspectivas – la celestial, la terrenal y la infernal -. La celestial está representada por el diálogo entre Dios, San José y el ángel Clarence. Para ello Capra emplea una serie de recursos cinematográficos como son: el picado de cámara para ver la casa de George y Mary, el movimiento en grúa hacía arriba para ascender al cielo, la música del Adeste fideles, la imagen borrosa que ve el ángel, la congelación del tiempo en el rostro de George, representando la eternidad, y las miradas hacia arriba de los protagonistas en actitud orante hacia Dios.

La dimensión terrenal se desarrolla en el tiempo y el espacio cinematográfico, y aparece representada por la familia y los amigos de George, y por las pruebas y dificultades que ha de enfrentar a lo largo de su vida.

El descenso a los infiernos aparece simbolizado con la detención de la hemorragia en el labio, la desaparición de la enfermedad en el oído, el cese de la nevada, la ropa que está seca, y la ausencia de los pétalos de rosa en el bolsillo de George. “Como no has nacido no hay problemas, ni preocupaciones, ni ocho mil dólares que reunir, ni Potter buscándote con el sheriff”.

A partir de ese momento el infierno empieza a manifestarse de una manera aterradora. George no reconoce el paisaje. Todo está cambiado. Hasta el nombre de su ciudad natal es otro, y ahora Bedford Falls se ha convertido en Pottersville, un lugar con “casas miserables” lleno de bares, cabarets y locales de juego, todos ellos propiedad de Mr. Potter: Un infierno en la tierra. Aquellas personas que George salvó y ayudó en vida, ahora están muertos o caídas en desgracia pues él nunca existió (Gower, Martini, Violet, tío Billy, su hermano Harry,…). Pero lo más trágico es que su propia madre y su esposa no le reconocen como hijo o como marido, y sus queridos hijos, nunca han existido. El guión original de la película describía la labor de Potter como un “infierno en la tierra”.

La transición entre la realidad terrenal y el infierno aparece representada simbólicamente por un puente. El puente pensado originalmente para establecer un vínculo entre dos orillas separadas, puede ser erróneamente empleado por el que ha perdido toda esperanza y quiere acabar con su vida. Cuando George abandona el infierno y vuelve a la realidad, suenan las notas de la secuencia litúrgica del Dies irae. 

Pecado original y bautismo: George, su hermano Harry y el resto de amigos juegan sobre el hielo, rodeados de carteles que anuncian “Prohibido el paso” a los dominios del Sr. Potter (Paraíso y árbol prohibido). En un momento dramático Harry traspasa los límites del hielo y este se rompe. Su hermano George acude al rescate y cae sobre las aguas del lago que representan el bautismo. Aunque este les devuelva a la vida, George quedará herido de por vida. Una herida que solo desaparecerá cuando se introduzca en los infiernos y cuando al final oiga la campanilla tintinar en el árbol.

No será esta la única vez que George se sumerga en el agua. Volverá a caer en la piscina del instituto, bajo la lluvia y en el río para salvar a Clarence. George y Clarence han saltado para salvar la vida a otro. Este hecho se ve simbólicamente representado por el ángulo cenital  que toma el director cuando George se lanza al vacío, pues abre los brazos en cruz como signo del rescate de Cristo. El agua es uno de los símbolos redentores de la película y está estrechamente unida a la caída y al bautismo restaurador.

Libre de cargas: El sueño de George es viajar, ver mundo y recorrer muchos países. Para ello va a comprar una maleta “muy grande” capaz de contenerlo todo. El dependiente saca una maleta inmensa que satisface a George y le dice que no le costará nada, que se fije en un detalle: el nombre de George Bailey está grabado en el lomo. Es un regalo del señor Grower. En el guión original se juega con las palabras: la maleta no tiene coste alguno, “no charge”, como sugiriendo que no hay cargos que pesen sobre el señor Growe. Este devuelve el favor recibido. Pero “charge” es también el “encargo-recado” que debía tenía George al llevar la medicina.

La maleta y los billetes: La maleta que recibe George Bailey con su nombre tiene un significado teológico en la obra de Capra. Este objeto representa lo que hacemos en esta vida y que nos llevaremos para el gran viaje eterno. La clave para entender este significado nos la da el letrero que hay debajo de la pared en el despacho de George, justo debajo de la imagen de su padre: all you can take with you is that which you´ve given away (todo lo que puedes llevar contigo es lo que has regalado). Aquí está la clave de todo el film. Un mensaje católico: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque él que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.” Mt, 16 24-27

En la teología católica, a diferencia de la protestante, las obras cuentan para la salvación. El hombre, con sus pequeños sacrificios del día a día, colabora en la construcción del Reino de los Cielos en la Tierra, y prepara su salvación eterna.

De esta manera los billetes que aparecen en la película no son un simple dinero, sino que simbolizan las buenas obras del cristiano. Con esos billetes-buenas obras George construye casas. En cambio Potter lo atesora, lo almacena y lo guarda para sí. Pero ya advierte la Sagrada Escritura: “No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.” Mt 6, 19-21

Porque el hombre gana cuando se da completamente, pues aunque le queden “dos billetitos en la bandeja”, estos volverán a “reproducirse” para aumentar la riqueza de este.

No solamente George prepara este viaje, sino que muchos personajes de la historia guardan un gran tesoro en sus “pequeñas maletas” particulares. Mary tiene un bolso donde guarda 2.000 dólares para hacer el viaje de su vida, pero ella lo vacía para entregarlo a los demás y así paliar la crisis que asola a las gentes de Bedford Falls. El señor Grower tiene un frasco de vidrio donde guarda el fruto de su trabajo. El señor Martini lo guarda en una vasija de cerámica y la criada de los Baileys en un bolso de mano. Algunos lo llevan en el abrigo, otros, además de su dinero, ofrecen su tiempo representado por el reloj de bolsillo. Todos ellos, al llegar al final de la película vacían contentos lo que han ido atesorando en vida. Es su pase al Cielo. Pero no vienen solos, sino en familia.

El puente: Cuando vemos a George desesperado en su casa, en la mesa de sus proyectos aparecen las fotos de su familia. También vemos planos de sus construcciones. Pero llama la atención la maqueta de un enorme puente colgante. En su angustia, George destroza todo esto de una patada. Este hecho es un antecedente de lo que quiere hacer con su vida minutos más tarde en el puente: darle una patada y destruirla.  

La casa: Old Granville es una mansión abandonada que el matrimonio convierte en una casa habitable y Mary en un hogar acogedor. Por otra parte George se dedica a construir casas para la gente de su ciudad. En la oficina un letrero reza: “Ten tu propia casa”. Los Martini se mudan de una casa cochambrosa a la casa en Bailey Park. Mary y George celebran la boda en su casa. Tras dar todo el dinero de la luna de miel para cubrir los préstamos, George va a una Old Granville desconocida, donde su esposa le espera y le dice “¡Bienvenido a casa George!”

El adorno del pasamano: Por tres veces aparece este elemento en la película, y en cada uno de esos momentos cobra un significado simbólico importante. Para el cristiano este elemento es la miseria del día a día. Cada vez que queremos ascender por la escalera, nos topamos con nuestras imperfecciones y limitaciones. Parece que nos impiden ascender, pero es necesario colocarlas una y otra vez en su sitio, aunque parezca que nos quitan tiempo. Al final, George comprende que son precisamente esas miserias las que lo salvan. No son adornos de la escalera, sino que son parte esencial de la ascensión.

El libro de Mark Twain: Clarence lleva consigo un libro, Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, de lo que podemos entender dos cosas: por un lado, George es Tom Sawyer, un niño que quiere dejar su hogar en busca de aventuras. Así, leer a Tom Sawyer ayuda a Clarence a conocer mejor a George. Por otro lado, Tom Sawyer es un niño, y mira el mundo como sólo un niño lo puede hacer, esa es la característica fundamental de Clarence, que tiene la fe y sencillez de un niño y por eso es el ángel apropiado para este trabajo. Existe otro guiño a Twain en la película, cuando el inspector de Hacienda dice que quiere terminar pronto para ir a pasar la Navidad con su familia a Elmira, está haciendo referencia al lugar en el que está enterrado el famoso escritor estadounidense.

El último guiño a Mark Twain se produce con la música de “Buffalo Gals”, una canción compuesta en 1844 por Cool White (su verdadero nombre era John Hodges) y que Mark Twain utilizó en su libro Tom Sawyer. 

El cuervo: Este pájaro negro, símbolo del mal agüero, aparece revoloteando por el despacho de la oficina de préstamos. Su presencia es más relevante en los momentos en que la compañía corre peligro y el señor Potter acecha para adueñarse de ella. Quizás un pájaro carroñero hubiera sido más ilustrativo, pero creo que Capra hubiera tenido problemas para introducirlo de manera natural en la trama.

Votarán por Potter si tú no aceptas.

¡Esto es la ruina! El banco nos retiró el crédito.

No me encuentro bien. ¡Ocho mil dólares! Tienen que estar en alguna parte.

El despacho del Sr. Potter: Napoleón, calavera, etc. Si la casa de George está presidida por la foto de Lincoln, de su padre Peter Bailey y de su familia, en la oficina de Mr. Potter encontramos un busto de Napoleón presidiendo desde la ventana, y una calavera de metal encima de la mesa. Estos símbolos hacen referencia al carácter Tiránico de Potter y a su acción mortífera sobre las personas.

Eucaristía: Hay una pequeña escena encantadora que rara vez se menciona, pero me conmueve cada vez que la veo. George y Mary ayudan a los Martinis a mudarse a su nuevo hogar (incluido el traslado de gran parte de la cría de Martini y la cabra de la familia en su automóvil). Después, Los Bailey ofrecen tres pequeños obsequios, mientras los Martini se santiguan, y formulan este sencillo brindis: Pan, para que esta casa nunca conozca el hambre. Sal, que la vida siempre tenga sabor. Y vino, para que reine por siempre el gozo y la prosperidad.

Desgraciadamente esta secuencia ha sido recortada en muchas versiones para acortar el film de 130 minutos que dura a las 2 horas de exhibición que permitían los cines de la época y es una parte que muchos espectadores nunca llegaron a ver.

El poder de la oración: La película se inicia con una plegaria conjunta de todos los habitantes de Bedford Falls, vemos como la cámara asciende para llegar hasta las estrellas más lejanos, donde tres personajes inician un diálogo para redimir al hombre.

Al terminar la guerra, dice el film que, George “lloró y rezó el día de la victoria”. 

George reza también en el puente. Cuando está desesperado a punto de cometer la locura de suicidarse:

George: ¡Dios!, ¡Dios mío! Dios mío. Señor que estás en los cielos. Yo… no suelo rezar mucho, pero si estás allí arriba y me oyes, enséñame el camino. Estoy al final de mis fuerzas. ¡Enséñame el camino, Dios mío!

Pero también reza cuando vuelve purificado del viaje a los infiernos y quiere recuperar su Vida.

George: ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! No me importa lo que vaya a ser de mí. Devuélveme a mi mujer y a mis hijos. Devuélvemelos por favor. ¡Por favor! ¡Quiero volver a vivir! ¡Quiero volver a vivir! ¡Quiero volver a vivir! ¡Por favor, Dios mío! ¡Hazme vivir!

Rodando la escena de la oración, el actor James Stewart contó al entrevistador Richard H. Schneider que se emocionó y que las lágrimas eran suyas, no actuadas. “Cuando dije aquellas palabras, sentí la soledad, la desesperación de las personas que no tienen adónde ir y mis ojos se llenaron de lágrimas. Rompí a llorar”, dijo Stewart. “No estaba planeado en absoluto, pero el poder de aquella oración, entender que nuestro Padre en el paraíso está ahí para ayudar a los desesperados, me hizo llorar”.

En la resurrección de George, él corre por la Avenida de Bedford Falls, deseando Felices Pascuas a cuantos pasan. En el cine se proyecta la película “Las campanas de Santa María”, una película con mensaje cristiano de su amigo, también director, Leo McCarey.

El choque con el árbol: Este detalle aparece en la obra original “El mejor regalo” de Philip Van Doren Stern, inspiradora de la película. Capra retoma este detalle para convertirlo en un símbolo del árbol del Paraíso. El árbol ha sido dañado y el dueño exige un cobro por daños y perjuicios. Un árbol de tiempo inmemorial pues plantado por su bisabuelo. En el libro dice: 

“George levantó la vista hacia la gran extensión de ramas sin hojas que se alzaban sobre él en la oscuridad. El árbol debe haber estado creciendo allí desde la época de los indios. Sintió una repentina punzada de culpa por el daño que había hecho. Nunca se había detenido a inspeccionar la herida, porque normalmente tenía miedo de que Hank lo sorprendiera incluso mirando el árbol”.

El juicio final: En la escena última del film el hogar de los Baileys se convierte figuración simbólica del Juicio Final. Previamente Potter ha anunciado a George: ¡Feliz Año Nuevo que pasarás en la cárcel!, ¡Vete a casa que te están esperando! Creemos que quien le espera es su familia, pero al cruzar el umbral de la puerta nos encontramos con cuatro figuras siniestras, vestidas de negro. Sabemos que una de ellas es el inspector, la otra el sheriff, y las dos restantes dos periodistas que vienen a juzgar y  condenar  a George por la falta cometida. Esto es lo que parece que cuenta la historia en un análisis superficial, pero Frank Capra va mucho más allá. Las cuatro figuras simbolizan los cuatro jinetes del Apocalipsis. Es la muerte que, según el Mundo, viene a emitir un juicio de condena sobre el hombre para toda la eternidad. Pero ha habido algo que ha cambiado las reglas del juego. Cristo ha Resucitado y por eso estamos felices. Por eso George está feliz y contento. Él ya no teme a la muerte, pues ha ganado la Vida Eterna Resucitando. Él lo he experimentado en su propia vida.

El Cielo: Por contrapartida, arriba le esperan cuatro ángeles. George sube por las escaleras, y al pasar por el pasamanos, lo besa con veneración. Un objeto que representa la cotidianeidad del hombre (ascender-descender) y su salvación en el día a día. El reloj de pared marca las 11h y 55. Apenas faltan cinco minutos para que llegue la Navidad. Al llegar arriba George abraza a sus hijos con cariño. Sabe que por fin ha llegado al cielo. Un lugar donde no existe el dolor, ni el sufrimiento, ni tiene voz la muerte. Un lugar donde ya no hay fiebre y siempre es Navidad.

Su esposa Mary, abre las puertas y también asciende las escaleras para abrazrse todos juntos arriba. Entonces exclama: “¡No importa lo que haya pasado!, ¡Vamos abajo! ¡Ya vienen! Ponte de pie aquí junto al árbol (de Navidad) y no te muevas. ¡Ya los oigo George! ¡Es un milagro!”. De fondo se oyen los coros cantar ¡Aleluya!

La ofrenda-eucatástrofe final: A partir de ese momento van a ir entrando en la Casa-Cielo, multitud de  hombres sencillos, de toda raza, sexo y condición. Todos ellos cubiertos de arriba a abajo de nieve blanca y con billetes verdes en sus manos. Son los santos que han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del cordero.

“Después de esto, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano y exclamaban con voz potente: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono, y del Cordero!»”. Apoc. 7, 9

El cine suele representar el cielo como una celebración o banquete, como una ascensión a una montaña, como un feliz encuentro de los que se habían alejado, como una victoria y consiguiente restauración de la paz perdida, o como la revelación de una verdad que había estado oculta durante mucho tiempo.

Franz Capra tiene la genialidad de representar el Cielo como una profusa y fecunda Ofrenda. Para ello se necesita un altar, y entonces Mary limpia y despeja la mesa del salón. Al lado hay una única silla (donde el juez eterno tomará asiento, todo lo oculto se mostrará y nada quedará impune, Dies Irae). De fondo el Árbol de la Navidad decorado para la ocasión. El tío Billy trae un enorme cesto. Un cesto que simboliza la abundancia que habrá en el cielo. Una desbordante gracia que proviene de la redención de todos los santos que exculparon sus culpas. Vemos que uno ofrece la recaudación fruto de su trabajo, el otro lo obtenido en la tragaperras, Annie borra su idea de divorciarse (si alguna vez se hubiese casado), Violet renuncia a un viaje (sabe Dios a dónde), y su hermano Harry, atravesando la “tormenta” (momento de noche oscura que todos sufrimos en algún momento de nuestra vida), ha vuelto a la casa del Padre para brindar por su hermano perdido y hallado: “Brindo por mi hermano George. El hombre más rico de la ciudad”.

Los malos redimen sus culpas. El inspector de hacienda se regenera y aporta su donativo, y el sheriff rompe la orden de busca y captura. Todo está pagado y perdonado. Ya no hay deudas que saldar. Para celebrarlo, Mary pide a Martini que traiga vino (Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jn 2, 3). Es la fiesta eterna, las bodas del novio. Todos cantan “Hark the Herald Angels Sing”. Uno de los versos de la canción dice que el hombre ya no morirá, pues Cristo nos ha salvado. 

Entre las ofrendas George encuentra el libro del ángel que pone (en inglés): “Querido George: Recuerda que ningún hombre es un fracaso si tiene amigos. Gracias por las alas. Con amor. Clarence”.

Texto de la Escritura eterna que traducido al cristiano significa:

 “En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy».

Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?».

Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto». Jn, 14 2-7

ANÁLISIS DE FONDO

Quien quiera ver en esta película una reivindicación social y una crítica al sistema capitalista salvaje se pierde el 99,9% de su verdadero contenido. Tampoco el film se reduce a presentar los sueños incumplidos de un hombre “atrapado” por las circunstancias de una existencia que le ha tocado vivir. Como tampoco es únicamente una comedia romántica entre dos personas que se aman.

¡Qué bello es vivir! Es mucho más que todo esto. Es una bella fábula sobre el sentido de la vida. Una vida entendida como preparación de un gran viaje a la Vida Eterna. Durante toda la película George se está preparando para el gran viaje de su vida. Desde el principio tiene preparadas sus maletas. Ahora solo tiene que llevarlas. ¿Pero de qué? Ese es el gran tema que expresa el director en su guion. ¿De qué va a llenar George sus maletas? ¿De qué vas a llenar tú y yo esas maletas para el gran viaje que nos espera?

La respuesta que ofrece Capra en su obra es que llenamos esas maletas de pequeñas y grandes renuncias que se realizan día a día, a lo largo de nuestra vida. 

Se George es un héroe que no se conforma con ver el mundo a través de un cristal, si no que lo encara valientemente de frente.

George es un héroe. Pero además un héroe de los buenos. Dicho en cristiano: un Santo. Un hombre que no se conforma con ver un mundo que se desmorona a través de la ventana y desde el interior de un coche calentito que le lleve lejos. George es un hombre que enfrenta la vida por delante, con valentía. 

Precisamente por eso su mensaje hoy es molesto y a los poderosos no les interesa mostrarlo. Por eso no se programa ¡Qué bello es vivir! en las televisiones en Navidad. Vivimos unos tiempos en los que se prefiere enterrar a los Héroes. Estos son incómodos, pues evidencian lo que está bien y lo que está mal. Y ahora vivimos en una “sociedad líquida” que fluye en las corrientes de la “post-verdad”. Los héroes se presentan, en el cine o en las series, como tontos, torpes o bobalicones. Lo que prima es el antihéroe, un tipo listo, que no se casa con nadie, que sabe sacar partido de las circunstancias de cada momento, un ser que no tiene principios y que aprovecha lo mejor que tiene la vida (terrena).

Peter Bailey: ¿Se ha parado a pensar en su mal carácter, Sr. Potter? No tiene familia, ni hijos. ¿De qué la va a servir la fortuna que ha ganado?

Potter: Si le parece se la daré a los miserables fracasados como usted o al imbécil de su hermano para que la despilfarren.

George: ¡No es un fracasado! No te tolero que hable así a mi padre. Él es el hombre más bueno de la ciudad.

George Bailey enfrenta durante toda su vida un singular duelo con las fuerzas del mal, representadas por el Sr. Potter. Mientras George se dedica a salvar almas, Potter lo único que hace es esclavizarlas y someterlas a la tiranía de la muerte. Bailey construye viviendas (lugares para vivir) que animan a los pequeños comercios. Potter instala chabolas provisionales, antros de vicio con luces de colores, para terminar convirtiendo la Tierra en un cementerio.

Pero es necesario entender a estos dos personajes, y quien mejor los describe es el padre de George. En la cena de los Bailey (la última en vida con el padre), Peter Bailey describe como es Potter: “Está enfermo. Enfermo y desengañado. De mente y alma cansadas… Si tiene alma. Odia toda persona que tiene algo que él no puede alcanzar. A nosotros, más que a nadie”. Ese es el carácter del demonio: es un ser enfermo, herido en su orgullo que odia profundamente al ser humano. En estas claves debemos entender al personaje que representa el Sr. Potter. Es la muerte eterna, representada por un carruaje negro tirado por caballos, por la estatua de un tirano y una calavera encima de la mesa, por ese cuervo negro revoloteando la oficina de préstamos en los momentos de crisis, por una araña venenosa que teje sus redes para atrapar a la gente, por una casa cochambrosa donde la gente vive de alquiler, por un Pottersville de vicio y perdición y por un cementerio donde terminan las almas de las gentes.

En la misma cena se muestra el carácter de George: El hombre aspira a “acometer empresas de mayor importancia”. El padre responde: “Nosotros también hacemos cosas muy importantes: satisfacer necesidades esenciales. Ya es una aspiración arraigada en el hombre tener su propio techo, sus paredes. Nosotros les ayudamos a conseguirlo desde nuestra mísera oficina”. Esta escena es clave pues Peter hace heredero a George de su gran fortuna.

En la película no hay un “fuera de Belford Falls”, por lo tanto el viaje que quiere realizar George es un símbolo. El permanece en su pueblo natal, porque el hombre ha de perseverar para lo que ha nacido, en su vida, en su vocación y en su esperanza. Solo hay dos opciones: O Belford Falls (un paraíso adelantado en la Tierra) o Pottersville (un infierno en la Tierra). Esos son los dos únicos destinos del viaje humano.

Pero la clave de todo este duelo entre fuerzas aparece en el duelo central de la película entre George y Potter. Este describe lo que parece el sentir y el pesar de George: 

“Dime ahora tu opinión. Eres joven. Tienes 27, 28 años, estás casado y ganas unos cuarenta semanales… De los cuales, después de ayudar a tu madre y pagar las facturas, te quedan unos diez, si te administras. Cuando empieces a tener hijos no te quedarán ni siquiera esos diez. Ahora bien. Si ese joven de 28 años fuera un tipo corriente y vulgar yo diría que le iba bien. Pero George Bailey no es un tipo corriente y vulgar. Es un hombre inteligente, ambicioso y de valía, que odia su trabajo, que odia la compañía de empréstitos, casi tanto como yo. Un hombre que ha querido prosperar desde el día que nació. El más inteligente entre los que le rodean, que ve a sus amigos triunfar porque él está atrapado. Si. Atrapado. Obligado a desperdiciar su vida haciendo de niñera de unos muertos de hambre. (Pausa) ¿Estoy diciendo la verdad, o exagero?”

Este texto parece describir la esencia del ser humano. Un ser resentido con la vida que le ha tocado vivir. Un ser insatisfecho que vive su día a día como el mito de Sísifo, subiendo una pesada roca por una colina, para que al llegar arriba, esta caiga y haya que volver a elevarla al día siguiente. Esta es la visión que ofreció del hombre el existencialismo ateo del s. XX (Camus, Sartre, Marcuse,…). 

Pero es que Potter está mintiendo. El diablo es el Gran Mentiroso de la humanidad. Esa no es la verdad de George, como no es la verdad del hombre. George ya es rico. Ha heredado lo mejor de su Padre: la Vida, la Familia, los Amigos, el Trabajo, la Fe y, cómo no, la Esperanza. Esas bellas cosas que él va incorporando a esa gran maleta con la que hacer el viaje de la Vida. Por eso Potter quiere arrebatárselo en este momento clave de la trama. George está a punto de hacer un pacto con el diablo. Cambiar todo lo que contiene la maleta por tres años de felicidad terrenal.

«Querido George, recuerda que ningún hombre que tiene amigos es un fracaso. ¡Gracias por las alas! Con amor. Clarence».

En esta ocasión el protagonista no acepta el trato, pero cuando viene la crisis aguda, llega a formularlo: “valgo más muerto que vivo”. Es entonces cuando vemos lo que sucedería si no hubiera nada en la maleta: Si no hubiera si quiera maleta. Ahora contemplamos lo que el mundo habría perdido si tú no existieras. 

"Te ha sido concedido un gran don: la oportunidad de ver lo que habría sido el mundo sin ti”… “Es extraño, ¿no es cierto? La vida de un hombre afecta a muchas otras vidas y cuando se marcha deja un vacío horrible”… Extraño, ¿verdad? La vida de cada hombre toca muchas vidas, y cuando uno no está deja un terrible agujero, ¿no es cierto? Ya ves George, tuviste una vida maravillosa. (…) Aquel hombre que tiene amigos nunca fracasará, porque es el más rico de los hombres.”

Al llegar al puente ya no hay maleta. Esta cae simbólicamente en el río y se pierde para siempre en sus frías y oscuras aguas. Pero al final la maleta resucita, ahora convertida en un gran cesto, que ha ido recogiendo la mayor riqueza para el hombre. Es el precio del rescate que Jesucristo hizo en la cruz por todos nosotros. Por eso el Cielo está alegre, porque un ángel (tu y yo) hemos ganado nuestras alas.

GALERÍA DE IMÁGENES

OTRAS PELÍCULAS

¡Qué bello es vivir! ha inspirado otras películas en las que, por una intervención divina, se da una nueva oportunidad al protagonista para revalorar el gran regalo que Dios le da con su vida y su familia.

Un golpe del destino

Dirección: Dallas Jenkins

Año: 2010

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Sinopsis: Ben Walker (Kevin Sorbo) es un tiburón de las finanzas que ha olvidado su pasado y a la novia que abandonó de joven y con la que estuvo a punto de casarse años atrás. El mismo día que recibe una carta de su ex novia en la que le dice que está en la ciudad para recolectar fondos para su iglesia, Ben sufre un extraño incidente en su nuevo coche, del que se despierta convertido en un padre de familia que trabaja como predicador.

Un golpe del destino

Dirección: Dallas Jenkins

Año: 2010

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Sinopsis: Ben Walker (Kevin Sorbo) es un tiburón de las finanzas que ha olvidado su pasado y a la novia que abandonó de joven y con la que estuvo a punto de casarse años atrás. El mismo día que recibe una carta de su ex novia en la que le dice que está en la ciudad para recolectar fondos para su iglesia, Ben sufre un extraño incidente en su nuevo coche, del que se despierta convertido en un padre de familia que trabaja como predicador.

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