Arte y Liturgia

Resurrección de Cristo

Rafael Sanzio

7 mayo 2023: V Domingo de Pascua

por Javier Agra Rodríguez

Salmo 32

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.

La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

Evangelio S. Juan 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.

Tomás le dice: Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?

Jesús le responde: Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.

Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le replica:

Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.

En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre.

Reflexión sobre el Evangelio

Estamos en el DOMINGO V DE PASCUA. La Iglesia nos enseña a Jesús, el Cristo que nos muestra el Camino que es Él mismo, la Resurrección y la Vida. Aquellos que convivían con Jesús eran de difícil entendimiento, nosotros también somos de complicado entendimiento; ellos se fiaron y continuaron a su lado siempre, nosotros estamos en camino. Cristo resucitado nos muestra en su vida y su existencia resucitada otro aldabonazo con este nuevo “YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida”.

¡Aleluya!

 Cristo ha RESUCITADO

El cuadro                                                       

Para celebrar este acontecimiento que nos llena de esperanzada ilusión y nos renueva la energía, aporto la pintura sobre tabla “RESURRECCIÓN DE CRISTO” del pintor renacentista italiano RAFAEL SANZIO (6 de abril 1483 – 6 de abril 1520) que pertenece al MUSEO DE ARTE DE SAO PAULO.

Esta obra de juventud fue realizada en torno al año 1500 como parte de un retablo del que se conservan cuatro piezas dispersas por diferentes museos del mundo. El cuadro de Rafael está reflejando el asombro de los guardias en el momento en que Cristo sale victorioso del sepulcro. Cada uno de los cuatro guardias puede representar diferentes grupos de soldados y de personas por la variedad de vestuario que lucen, todos desde la perplejidad y la paralización ante la novedad inmensa de la RESURRECCIÓN.

Por el camino, vienen de la ciudad las tres mujeres que llegaban  a primera hora del día a embalsamar el cuerpo del maestro, aún no se han percatado de la novedad de la Resurrección. Los ángeles con sus filacterias anuncian al mundo y al cielo el triunfo de la VIDA pues Jesús, que ocupa, sereno y poderoso el centro de la escena ha salido del sepulcro con la bandera blanca de la victoria, la cruz ha sido transformada en estandarte que nos guía por el camino de la salvación.

Luz nueva llena el espacio celeste y terrestre hasta las montañas del fondo, hasta la ciudad apenas apuntada en lontananza, todo es luminoso porque ha resucitado el sol que no conoce ocaso. Jesús y su victoria son para nosotros Camino, Verdad y Vida. La naturaleza empieza a brotar en un verde intenso y nuevo por donde se arrastra la serpiente del pecado y de la muerte derrotada.

Estos grupos de personas, paisajes, montañas, valles, ciudad, ángeles… las figuras que se relacionan entre sí a través del movimiento de sus brazos, las miradas, la piedra sobre la tumba en posición de rectángulo… crean una atmósfera de movimiento en la que los espectadores podemos entrar sin temor a ser consumidos por la oscuridad y la muerte, en la escena triunfa la vida, la esperanza, la salvación, la gloria del Padre Dios en Jesucristo Resucitado entregada a las personas y al mundo entero por el Espíritu Santo que se nos ha dado.

Javier Agra Rodríguez

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