Arte y Liturgia

La adoración de los Magos

Ghirlandaio

8 enero 2023: Bautismo de Cristo

por Javier Agra Rodríguez

Isaías 42, 1-7

Esto dice el Señor:

«Mirad a mi siervo, a quien sostengo;

mi elegido, en quien me complazco.

He puesto mi espíritu sobre él,

manifestará la justicia a las naciones.

No gritará, no clamará,

no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará,

la mecha vacilante no la apagará.

Manifestará la justicia con verdad.

No vacilará ni se quebrará,

hasta implantar la justicia en el país.

En su ley esperan las islas.

Yo, el Señor,

te he llamado en mi justicia,

te cogí de la mano, te formé

e hice de ti alianza de un pueblo

y luz de las naciones,

para que abras los ojos de los ciegos,

saques a los cautivos de la cárcel,

de la prisión a los que habitan en tinieblas».

Evangelio Mateo 3, 13-17

En aquel tiempo, vino Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.

Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:

Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?

Jesús le contestó:

Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia.

Entonces Juan se lo permitió.

Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él.

Y vino una voz de los cielos que decía:

Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.

Reflexión sobre el Evangelio

Esta semana recuerda la Iglesia la doble EPIFANÍA del Señor. El viernes día seis recordamos la Manifestación de Jesús al mundo a través de los sabios o magos de Oriente; hoy es la fiesta del BAUTISMO que representa la segunda MANIFESTACIÓN de Jesús a los judíos asistentes al acontecimiento del río Jordán y a la comunidad cristina que escucha el evangelio.

En el río Jordán, Jesús se incorpora a la gente que se acerca a la ceremonia del bautismo, en el diálogo con Juan Bautista muestra un sentido distinto y nuevo. Lo que hasta ahora era señal de arrepentimiento, con Jesús pasa a ser plenitud de justicia, de justificación por parte del Padre Dios para todas las personas. Por el bautismo en Jesús, todos entramos en la salvación.

En el Bautismo de Jesús en el río Jordán entramos en una estructura trinitaria con la voz del Padre, la venida del Espíritu Santo sobre Jesús al que da el título de Hijo. La figura de la paloma, acaso recuerda la esposa del Cantar de los Cantares como dice el Apocalipsis 22, 17. “El Espíritu y la esposa, dicen: ¡ven!; quien lo escucha, diga: ¡ven!”.

El Espíritu viene sobre Jesús como había anunciado Isaías 11, 1-2: “Saldrá un renuevo del tocón de Jesé, de su raíz brotará un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de consejo y valentía,…” El Espíritu es quien da a conocer a Jesús a Juan Bautista y al mundo todo, Juan 1, 32: “Juan (Bautista) declaró: he visto al Espíritu bajar del cielo como una paloma y posarse sobre él. Tampoco yo lo conocía…”

La filiación respecto al Padre se relaciona y fortalece la filiación humana: Isaías 42, 1: “Mirad a mi siervo, mi elegido… sobre él he puesto mi espíritu…”; salmo 2,7 “Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”. Así lo plantea la genealogía que nos transmite Mateo 1, 1 – 17. De modo que todos los bautizados alcanzamos esta filiación del Padre y recibimos el Espíritu Santo en nombre de Jesús, el Cristo.

El cuadro

Propongo para acompañar la lectura de este domingo que cierra el ciclo de la Navidad, “LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS” de GHIRLANDAIO (Florencia 1448 – 1494) pintado hacia el año 1485 que se conserva en el HOSPITAL DE LOS INOCENTES, FLORENCIA.

María, en el centro de la escena, muestra al niño para que pueda ser visto y adorado por los sabios de Oriente y por todos los espectadores. José se muestra concentrado en adoración y respeto ante la impactante escena que tenemos delante. Los sabios de Oriente han llegado con un amplio séquito que rodea a la Sagrada Familia, mientras el rey que llamamos Melchor adora al niño al que besa en el pie.

Entre las personas que llegan a adorar al niño, vemos al precursor Juan Bautista a quien Ghirlandaio sitúa ya como adulto y podemos imaginar que también están otras figuras del Antiguo Testamento para dar paso al Mesías que ha nacido en la Navidad y así inicia el tiempo definitivo de la salvación.

El conjunto escénico es todo un recorrido de la Navidad en diferentes viñetas. Además del Nacimiento y la Sagrada Familia en la que ya está presente la Epifanía, con la presencia de los sabios de Oriente, contemplamos, en pequeño, un ángel que anuncia el Nacimiento a los pastores, además del coro de querubines que cantan sobre el portal el lema de la Nochebuena “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra Paz a los hombres que ama el Señor”.

Imaginamos el castillo de Herodes al fondo de nuestra izquierda, de donde desciende un camino por el que han llegado hasta la población, los soldados enviados por el tirano celoso Herodes para ejecutar a los niños menores de dos años en el episodio que conocemos como La Matanza de los inocentes.

La naturaleza está en sosiego y armonía, con el agua en calma, las montañas plácidas a la visión del espectador, la ciudad serena. Los tonos de color muestran un amanecer envolvente de luz y aire serenos y llenos de esperanzado futuro porque la humanidad y la naturaleza entera están asistiendo al nacimiento del niño de Belén que entrega armonía, compromiso y Paz.

Javier Agra Rodríguez

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