Astérix legionario


Arquetipos y etapas del viaje del héroe.

Astérix el Galo es una serie de historietas cómicas francesa creada por el guionista René Goscinny (1926-1977) y el dibujante Albert Uderzo (1927-2020), que apareció por primera vez el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote antes de publicarse como álbum. 

Se ha traducido a 111 idiomas y dialectos (incluyendo latín y griego antiguo), lo que la convierte en la historieta francesa más popular del mundo. Se han vendido 380 millones de ejemplares y es la más popular del ámbito francófono, junto a la belga Tintín.

Prólogo

Todas las aventuras de Astérix se inician con el mismo diagrama ya icónico. Esta página nos sitúa en el tiempo (50 a.C.) y en el espacio (Galia, actual Francia).

Un hecho histórico enmarca este momento y lugar y es que la Galia ha sido ocupada por el ejército invasor Romano. Una pequeña aldea, al norte del país, se resiste y lucha contra los romanos. Estos, asentados en 4 campamentos cerca de la aldea, no lo tienen tampoco tan fácil.

La imagen acompaña al texto. Un gran estandarte, que representa al invasor, aparece clavado en el corazón del país partiéndolo por la mitad. En contraste vemos a través de una gigantesca lupa, una diminuta aldea aumentada, que fortificada con una simple empalizada, aún resiste el acecho de las cuatro guarniciones de legionarios romanos que tratan de doblegarlos. El humo que sale de las chimeneas delata que aún están vivos. Este humo, asemeja a una ofrenda que se eleva a los dioses pidiendo su protección.

Héroes

En las aventuras de Astérix encontramos dos héroes que en realidad forman uno solo ya que se complementan a la perfección.

Por una parte encontramos al gigante Obélix que representa la fuerza descontrolada. En él se manifiesta la pasión de la gula, la ira, los celos, la candidez, sin control. El hecho de que hubiera caído de pequeño en la marmita nos remite al pecado original que deja herida a todo hombre. Tenemos capacidad para transformar pero estamos heridos por esa impetuosidad de nuestra voluntad y esa ignorancia en el conocimiento.

En la otra parte encontramos a Astérix. Un personaje de pequeña estatura en el que predomina el ingenio de la razón, y que en muchas ocasiones actúa de conciencia recta para Obélix. Pero la fuerza de este galo es pequeña y para desarrollarse en plenitud necesita la ayuda sobrenatural que proporciona la poción mágica.

El mundo ordinario

Brilla el sol y todo está en calma en la pequeña aldea gala donde viven Astérix y Obélix…

En la viñeta vemos a Astérix, Obélix e Idefix que salen de la aldea hacia el bosque para cazar. Al fondo se ven las casas de la aldea cuyas chimeneas echan humo dando cariz hogareño a la escena. La aldea se encuentra rodeada por una empalizada, símbolo de la seguridad que posee su “zona de confort”, y límite que demarca el ámbito doméstico y personal, del mundano y social.

En la derecha de la viñeta se ve el bosque representado por dos árboles frondosos, unos matorrales y un grupo de pequeñas setas.

La doncella

Obélix queda fascinado con Falbalá, una amiga de infancia que marchó a Condate (actual Rennes) a estudiar.

Panorámix actúa de enlace. Vemos a Obélix turbado. El dibujante lo expresa con una serie de rayos, los ojos desorbitados y los brazos caídos.

Falbalá es delgada y va elegantemente vestida. Sus cabellos están sueltos, son rubios y lleva adornos como pulseras y pendientes. Ella cierra los ojos coquetamente.

La llamada

Un mensajero irrumpe la pacífica convivencia. Es el heraldo, representado por Filatelix el cartero, que trae noticias de lejos. Tragicómix (prometido de Falbalá) ha sido enrolado por el ejército romano.

El nombre del prometido hace referencia a la tragedia y comedia griega.

Aceptación /rechazo de la llamada

A pesar de que Obélix siente algo por Falbalá, sacrifica ese sentimiento y decide ir a rescatar a Tragicómix. Esto demuestra el lado noble de nuestro héroe.

Astérix, tras el encuentro con el jefe de la aldea, decide ayudar a su amigo Obélix, ya que otros galos corren peligro de ser enrolados para la guerra de Julio César contra las tropas de Pompeyo.

Encuentro con el mentor

Panorámix actúa de donante y mentor en las historias de Astérix. Para el largo viaje que les espera le proporciona la poción mágica que les ayudará a sortear los peligros del viaje. Podría parecer que este objeto es superfluo ya que siempre va protegido por Obélix cuya fuerza es descomunal. Pero hemos de ver ambos elementos como complementarios. Obélix tiene fuerza pero no la sabe controlar, y Astérix tiene sabiduría pero le falta la fuerza. Además la poción mágica es el elemento sobrenatural que da fortaleza y esperanza en los momentos que nuestros héroes han de pasar pruebas y dificultades. Esta idea de intervención divina es reforzada con la vista en picado de la escena.

Cruce del umbral

Los héroes salen de la aldea. Cruzan para ello la entrada de la empalizada que actúa de umbral. Toda la aleda se reúne para despedirlos (izquierda). A la derecha Falbalá se despide de ellos y les agradece su gesto. Obélix hace lo mismo con Idefix. Abandonan la seguridad y comodidad que les ofrece su mundo cotidiano para embarcarse en una aventura llena de incertidumbres y peligros.

El guardián del umbral

Nuestros héroes encuentran su primera dificultad seria en su aventura. Para conocer el paradero de Tragicómix deben enfrentarse con un terrible guardián: la burocracia romana. La forma en que la sortean es interesante a la vez que divertida.

Peleas y puñetazos

En numerosas ocasiones los problemas con los que se encuentran los protagonistas se resuelven a “porrazos”. Hemos de entender que están narrados en estilo humorístico dirigido a un público infantil y por ello emplea el lenguaje gráfico prestado del “slapstick” en el que abundan los golpes, caídas y tartazos. No podemos sacarlos del contexto en el que son creados como elemento de humor para considerarlos como hechos violentos, pues no lo pretenden ser. El dibujante emplea para ello recursos retóricos, tales como hipérboles, repeticiones, metáforas, etc. para expresar lo cómico de la situación.

Los golpes, a modo de hipérboles, son extremadamente exagerados. El gancho que propina Astérix lanza a la víctima a la estratosfera, de la cual solo quedan a veces sus sandalias en el suelo, o bien estas se muestran en la parte superior de la viñeta. Una nube de polvo queda en la antigua posición del personaje y unas líneas cinemáticas descendentes y ascendentes describen la trayectoria de la mano que golpea y del cuerpo que asciende. La imagen se completa con estrellas de colores y una onomatopeya que recreo el sonido del golpe.

La exageración del recurso retórico de la hipérbole no queda ahí. Una viñeta de transición, en la que aparentemente no sucede nada, indica que el vuelo es muy lato, para luego concluir con el cuerpo del romano estampándose en el suelo, acompañado de su correspondiente nube de polvo y sonido onomatopéyico. 

Imprecaciones

Las imprecaciones e insultos nunca aparecen escritos textualmente. En cambio son representados en forma de iconos y símbolos donde se pueden observar calaveras, puños cerrados, rayos y símbolos extraños.

Las pruebas

Entrenamiento

El centurión Bélicus se encarga del entrenamiento de los nuevos legionarios. Asombrosamente consigue mantener la disciplina y la exigencia ya que los nuevos reclutas, de una manera bastante cómica, superan con creces todas las pruebas que les propone.

El equipo de amigos

Una vez superado el entrenamiento, Astérix y Obélix abandonan Condate rumbo al frente africano. No van solos. Los nuevos amigos creados en la academia forman equipo con ellos. El caos lingüístico que crean, forman parte de lo cómico de la escena. Dos personajes se presentan muy relevantes en esta historia: El intérprete, que permite el buen entendimiento (y a  veces la confusión) en la tropa y el cocinero, que es quien prepara la buena mesa.

La balsa de la Medusa

La expedición abandona el puerto de Massilia (Marsella) rumbo a la costa africana. En el camino se encuentran con unos viejos amigos. Un barco pirata que inocentemente pretende abordarlos. Pero no cuentan con que dentro de la nave se encuentran nuestros protagonistas. Astérix y Obélix toman la iniciativa y son ellos los que abordan el barco pirata. Lo genial de esta escena es que se omite el combate. Tan sólo vemos la escena inicial y la conclusión final. En esta viñeta, el genial Albert Uderzo hace un guiño al famoso cuadro del pintor Théodore Géricault titulado “La balsa de la Medusa”, 1819 y que hace referencia una fragata francesa llamada Medusa que naufragó cerca de Mauritania. Para reforzar esta referencia el capitán del barco exclama: ¡Por Medusa, que vida esta! 

En el vientre de la ballena

Los legionarios llegan a Thapus, el corazón de la legión romana asentada en África, donde se encuentra el emperador Julio César. Es el territorio hostil por excelencia. En la denominación empleada por Jospeh Cambell, nuestros héroes se hallan en el “vientre de la ballena”. Para expresar este momento el dibujante nos muestra la magnitud del campamento romano en contraste con la pequeñez de nuestros héroes. Para ello escoge un enorme plano general picado que ocupa media página. La escena tiene su toque irónico cuando en el diálogo se afirma que llegan los refuerzos.

En este momento los protagonistas se adentran el segundo umbral de la aventura.

La sombra y sus secuaces

En las historias de Astérix la sombra suele estar representada por los romanos invasores y principalmente por su caudillo Julio César. En este caso, el emperador aparece rodeado por sus generales (secuaces) organizando la estrategia de ataque contra Escipión.

La figura cambiante

En el campamento africano, nuestros héroes se hayan perdidos y sus esfuerzos por encontrar a Tragicómix son infructuosos. Pero encuentran un personaje, del “enemigo”, que les proporcionará una importante ayuda. Un veterano de guerra les informa de que Tragicómix ha sido hecho prisionero por las tropas de Escipión y les remite al agente 00-VII. Este espía romano les hace saber la situación del campamento enemigo, además de que su objetivo está con vida allí.

El duelo final y descenso al Hades

Para enfrentarse a la prueba final Astérix toma fuerzas de la poción mágica. Un resplandor de su cuerpo y la elevación de este sobre el suelo, manifiestan que su cuerpo, voluntad y ánima han cambiado con la ayuda sobrenatural.

A partir de ese momento van a ir superando una serie de pruebas y dificultades con enorme rapidez.

La ayuda sobrenatural

Todos los héroes reciben una ayuda sobrenatural en el momento más crítico de su odisea, y el joven Astérix no es menos. La intervención divina sobre él se realiza a través de un elixir con propiedades mágicas que otorga una fuerza sobrehumana a quien la bebe. La fórmula de tan maravillosa poción es desconocida, pero cada lector debe entender cuál es ese elixir que le da fortaleza en los momentos duros de su viaje.

Debemos observar que esta poción no es un recurso que anule la propia genialidad y personalidad del héroe, que le impida resolver por sus propios medios las distintas dificultades que le surgen. Al contrario. Astérix utiliza siempre con mesura el poder que la receta le otorga. En esta historia apenas lo usa dos veces: la primera para superar la prueba final del entrenamiento, y la segunda en el ataque final donde se produce la liberación del cautivo. Además, no es un poder que mantenga en exclusividad. En otras historias la poción es compartida por el resto de compañeros de su aldea, y siempre es utilizada con el fin bueno de vencer a los agresores y secuaces del maligno, y nunca en interés propio.

Liberación y rescate

El joven Tragicómix es liberado. La cárcel que lo mantenía prisionero es derribada. La última barrera es derruida y todos huyen hacia la libertad.

Recompensa y camino de vuelta

Julio César reconoce la valentía de los pequeños galos y concede a estos el premio que más ansían, que es volver a su aldea.

Se produce entonces el regreso a su mundo ordinario, pero esta vez con la recompensa conseguida.

La eucatástrofe

Una vez en el hogar se completa la historia con un buen final. El encuentro con los seres amados. En este caso se restaura la unión entre Falbalá y Tragigomix, rota al inicio del relato, y se produce el abrazo entre Obélix e Idefix.

También se dan los premios así como los agradecimientos por tan magna proeza. Ambos héroes reciben un hermoso beso por parte de la doncella.

Por último se celebra un banquete final donde todos dan gracias a los dioses haber culminado la aventura. La fogata eleva su humo hacia el cielo.

En una esquina, encontramos al pequeño Astérix encaramado en lo alto de una rama enamorado en lo que presagia el inicio de nuevas aventuras, o de nuevos problemas.

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