Arte y Liturgia

Retablo de Pentecostés

Retablo de la Catedral de Cuenca

5 junio 2022: VIII Domingo de Pascua - Pentecostés

por Javier Agra Rodríguez

Secuencia

Ven, Espíritu divino,

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;

don, en tus dones espléndido;

luz que penetra las almas;

fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,

divina luz, y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado,

cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequia,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas,

infunde calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,

según la fe de tus siervos;

por tu bondad y tu gracia,

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno.

Evangelio Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Reflexión sobre el Evangelio

El evangelio de Juan presenta todos estos acontecimientos el mismo día de Pascua. Los acontecimientos se agolpan a velocidad de vértigo con las diversas apariciones de Jesús. Ahora ya no vemos al Señor con un título ambiguo, Señor es ya y será para siempre que el título que la fe da al Resucitado.

Comenzamos viendo las puertas trancadas y los discípulos asustados; todo el temor será vencido con el saludo de la PAZ pascual, la duda y el desaliento desaparecen con la presencia corporal resucitada. Jesús atraviesa las barreras externas e internas de las personas.

En el evangelio que leemos hoy, Juan 20, 19 – 23 reconocemos rasgos de una celebración eucarística: es el día del Señor, Jesús está presente en la Comunidad, reconcilia con su palabra y con el perdón, también recordamos la Pasión, está presente el don del Espíritu Santo.

La PAZ es cumplimiento para siempre de las promesas del Antiguo Testamento y de las promesas de Jesús durante el tiempo de su vida. Jesús, el Cristo envía en misión a sus apóstoles y sus discípulos para prolongar su mensaje y su comunidad de vida tal como Él mismo fue mensajero del Padre, para tal misión tenemos la garantía del Espíritu Santo.

El gesto de soplar sobre los que allí estaban reunidos recuerda la creación primera según Génesis 2, 7 o Sabiduría 15, 11; la resurrección de los muertos nos lleva al texto del profeta Ezequiel 37. Estamos ante la creación de la nueva humanidad, dotada del aliento del Espíritu en virtud de la Resurrección de Jesús, el Cristo.

El cuadro

Para este Domingo de Pentecostés encontramos numerosas pinturas esculturas y aún retablos a lo largo de todos los tiempos. Yo aporto este pequeño RETABLO DE PENTECOSTES EN LA CATEDRAL DE CUENCA. Esta catedral de Santa María y San Julián se construyo a finales del siglo XII, no obstante tiene añadidos de los períodos del Renacimiento, del Barroco y aún del Neogótico. Nuestro pequeño retablo es renacentista. Aporto solamente el cuerpo central en sus tres calles. Bajo esta calle está solamente la predela, el cuerpo superior está ocupado por el entierro de Cristo y rematado con la crucifixión de San Pedro.

La calle central del retablo está dedicada al episodio de Pentecostés. Vemos el cielo abierto a modo de cortinaje sujeto por ángeles que nos muestran el cielo en azul luminoso de donde desciende el Espíritu Santo en la doble simbología de paloma que desciende al cenáculo donde están reunidos los apóstoles con María en el centro de la escena.

También el símbolo de las lenguas de fuego, símbolo del Espíritu Santo que está reservado para estos momentos en que desciende y se reparte sobre cada uno de los apóstoles. Este símbolo se repetirá en alguna ocasión cuando se expresa el bautismo de alguna persona en concreto, recordamos que en el bautismo de Jesús también el Espíritu Santo se posa sobre su cabeza en forma de paloma.

Los ropajes de los apóstoles y aún el aire de la escena parecen anunciar y compartir esa sensación de viento fuerte de que hablará más tarde el libro de Los hechos de los Apóstoles. De entre dos apóstoles reunidos con María, podemos reconocer alguno de los evangelistas y escritores por el libro que sostienen en sus manos.

Al fondo se abre la escena a unas edificaciones, pues la misión de los apóstoles será llevar la Buena Noticia de Jesús, el Cristo Resucitado a todas las naciones. Del Espíritu reciben la fortaleza, la sabiduría, la misión…

En los paneles laterales encontramos a los dos Juanes, el Bautista a nuestra derecha y Juan evangelista a la izquierda.

Javier Agra Rodríguez

Los textos e imágenes que se muestran en esta web se acogen al derecho de cita con fines didácticos, que pretenden fomentar el conocimiento de las obras y tienen como único objetivo el análisis, comentario o juicio crítico de las mismas.