267 Físico Divino

- ¡Corran como si no hubiera un mañana! -

- No me lo tienes que repetir. -

Avanzar a lo largo de las faldas escabrosas de las montañas no fue más fácil para ninguno de ellos, aunque fuese pleno mediodía. En realidad, la propia luz planteaba algunos problemas inesperados, porque por más que buscaban no podían encontrar un rincón o un hueco en que cobijarse: sólo pendientes desnudas y pedregosas bajo la mirada amenazante del acantilado, que ahora volvía a elevarse, más alto y vertical.

De modo que corrieron a toda prisa, conscientes de que si se demoraban los “amigos” de Janet podrían verlos e iniciar una persecución. Algo que nadie quería en ese momento, cuando estaban tan agotados, sin dormir y sin ninguna posibilidad de refuerzos.

Todos estaban al límite y tenían los pies doloridos, pero siguieron trotando tercamente por aquella senda sinuosa y áspera durante kilómetros hasta que, por fin extenuados, se dejaron caer en el suelo al abrigo de un peñasco, no lejos del pie del acantilado. Allí se quedaron algún tiempo, taciturnos, tratando de recuperar el aliento.

- Trunks deja que cargue a Janet. - Propuso Bryan de pronto.

- ¡¿Qué?! - Preguntó el Cazador de Monstruos extrañado.

- Deja que yo la cargue. -

Trunks no respondió de inmediato, pero su forma de sujetarla se asemejó bastante al de un depredador que teme que le roben una presa; y lo hizo hasta tal punto, que Bryan casi no consiguió reprimir la risa. Pero mantuvo la compostura para explicarle:

- Avanzaremos más rápido si tú eres el que nos guía. Después de todo, conoces estos lares mejor que ninguno de nosotros y también sabes cómo avanzar más rápido por estos terrenos irregulares. -

El resto del grupo asintió a las palabras de Bryan, tras lo cual Trunks suspiró y le entregó a la inconsciente mujer bandida, para luego tomar la delantera del grupo.

Nuevamente continuaron, esta vez con un mejor ritmo gracias a la guía experta del Cazador de Monstruos, hasta que finalmente se sintieron lo bastante lejos como para reducir el ritmo de su marcha y fue bueno que lo hicieran porque el terreno en frente de ellos descendía abruptamente. Tan sólo habían recorrido un corto trecho cuando se encontraron de pronto ante una fisura negra que les interceptaba el camino. No era demasiado ancha, pero sí lo suficiente para que no se atrevieran a saltarla y en el fondo creyeron oír un gorgoteo de agua.

Entonces Trunks ordenó detenerse mientras exploraba el entorno. A la izquierda la fisura se curvaba hacia el norte, hacia las colinas, cerrándoles así el paso.

- Será mejor que busquemos una salida por el sur a lo largo del acantilado. - Dijo finalmente Trunks suspirando: - Tendremos que desviarnos un poco de nuestra meta, pero tal vez encontremos un recoveco, una caverna, o algo así, en donde podamos recuperar fuerzas hasta que el sol haya bajado un poco. -

- Creo que tienes razón. - Asintió Bryan: - Estoy cansado y no me siento con fuerzas para seguir arrastrándome entre las piedras… aunque odio retrasarme todavía más. -

Continuaron la marcha en fila a lo largo del declive escarpado y al fin llegaron a una hondonada profunda cavada en la piedra por un arroyo que descendía ruidosamente. En la cañada estrecha había un sendero áspero que descendía como una escalera empinada.

Abajo se encontraron de pronto pisando pastos que llegaban ondeando hasta los mismos pies en un desfiladero muy estrecho, cual si fuese un jardín. El arroyo que bajaba de la montaña se perdía ahí en un campo de berros y plantas acuáticas; los compañeros podían oír cómo se alejaba murmurando por túneles verdes por el musgo que crecía sobre las rocas, descendiendo poco a poco para reunirse nuevamente con las aguas subterráneas.

El arroyo que bajaba de la montaña se perdía ahí en un campo de berros y plantas acuáticas

- Descansaremos aquí. - Anunció Trunks y todos saludaron sus palabras con exclamaciones de alegría.

En lo más profundo de la cañada y en el rincón más abrigado, encendieron un fuego y prepararon una comida. Advirtieron de pronto que tenían mucha hambre, pues no se habían alimentado desde la madrugada anterior, pero no se atrevieron a preparar otra cosa que una cena frugal, que consistía principalmente en galletas hechas con una harina que estaba un poco tostada por afuera y que por dentro tenía un color de crema.

- Esto me recuerda a nuestro viaje por el Bosque Oscuro. - Comentó Afrodita sonriendo, pues el calor del fuego les devolvía a todos los buenos ánimos: - Aunque personalmente prefiero la carne. -

- Quizá podamos solucionarlo. - Dijo Odiseo medio en broma: - ¿Qué dices vicecapitán? ¿Hay posibilidades de atrapar algo aquí? -

- Hay comida hasta en estas montañas desiertas. - Contestó Trunks tratando de no sonar demasiado hosco porque se daba cuenta de que Odiseo solamente quería mejorar el estado de ánimo: - Bayas, raíces, hierbas y animales pequeños que uno puede cazar en apuros. No hay por qué temer que nos muramos de hambre antes que llegue el invierno. Pero buscar y recoger comida es un trabajo largo y cansado, y tenemos prisa. De modo que apretaos los cinturones, ¡y pensad con esperanza en las mesas de nuestra base! -

Bryan estaba a punto de añadir un comentario gracioso cuando de pronto creyó escuchar algo y agudizó el oído, pero no encontró a nadie cerca ni siquiera cuando envió a uno de sus Espectros Oscuros a explorar el entorno por seguridad. Estaba a punto de dejarlo pasar, pero entonces volvió a escucharlo, así que se levantó para despejar su mente un poco y así poder encontrar la fuente.

Se trataba de Janet. La mujer bandida seguía inconsciente y con los ojos cerrados, pero el ritmo de su respiración había cambiado un poco, como si en lugar de estar profundamente dormida solo tuviese un sueño regular. Esto le llamó profundamente la atención, así que colocó una mano sobre su frente para insertar un racimo de Esencia Mágica y entonces…

- Eh, Trunks. Se está despertando. -

- ¿Qué dices? - Preguntó Trunks volviéndose sin comprender del todo.

- ¡Janet se está despertando! -

- Eso es imposible, una cucharadita de ese polvo es suficiente para dormir a un caballo… ¡Mucho menos un frasco! -

- Pues se está despertando. -

Todos dejaron de comer y se acercaron a Bryan con un ligeramente incrédulo Trunks al frente del grupo, quien se arrodilló para comprobar el pulso de la mujer bandida. En un instante su expresión se llenó de asombro.

- ¡Mierda, tienes razón! - Declaró finalmente.

- ¡¿Qué hacemos?! - Preguntó Odiseo preocupado: - Lo último que necesitamos es que se despierte y nos ataque en un terreno escabroso. -

- ¿No podemos darle más somnífero? - Preguntó Afrodita.

- Esperen. - Intervino Bardo: - Si le damos demasiado su sistema nervioso podría paralizarse. Mis profesores de alquimia nos advirtieron que incluso un remedio inofensivo puede convertirse en veneno si se consume demasiado. -

- De todos modos, no me queda mucho. - Aclaró Trunks: - Si el contenido de esa botella no fue suficiente dudo mucho que el resto sirva de algo. -

- ¿Qué tal un hechizo? - Sugirió Afrodita: - En la magia de agua conocemos algunos, pero tiene que estar despierta primero para que pueda funcionar porque sus bases son las ilusiones. Y no creo que debamos arriesgarnos. ¿Pero quizá la magia del rayo…? -

- No la he visto pelear en persona, pero si lo que me han contado es cierto, entonces no creo tener poder suficiente. - Admitió Bardo negando con la cabeza después de pensarlo.

Nía no dijo nada, pero inconscientemente apretaba la madera de su arco. Cuando la miraron, ella simplemente señaló hacia su aljaba, donde tenía un par de flechas especiales de las que usaba para monstruos con piel muy dura.

Era evidente que estaba sugiriendo matar a Janet.

No es que no la entienda, pero necesitamos que hable.” Se dijo Bryan sonriendo interiormente y finalmente ordenó: - Encontraré un modo. ¡Vigilen que nadie me interrumpa! -

Todos asintieron y entonces Trunks organizó al grupo para asumir posiciones desde donde podían ver los alrededores y detectar fácilmente a cualquiera que se aproximase. Al verlos Bryan se sintió más tranquilo, porque lo que estaba a punto de hacer requería de toda su concentración y no podría controlar a los Espectros Oscuros ni recibir advertencias durante ese tiempo.

Cerrando los ojos, Bryan ejerció control de la Esencia Mágica para introducirla en el cuerpo de Janet a través de la piel. Anteriormente había hecho esto con Belinda y no fue muy difícil, pero el cuerpo de la mujer bandida tenía una constitución mucho más resistente que ninguno que hubiese visto hasta ese momento excepto el del propio Bryan.

Después de unas respiraciones la información comenzó a ser transmitida a su mente y entonces tuvo que reprimir un grito de sorpresa. Bryan jamás había sido muy bueno en medicina y todo el conocimiento del cuerpo humano que tenía derivaba del de Chu Can Lan o los textos necrománticos que tuvo que consultar. De modo que, aunque conocía bastante de su propia condición física (la cual él mismo estaba modificando), no es que fuese un experto en la forma en que otros seres humanos estaban construidos.

Pero incluso él podía darse cuenta de que el cuerpo de Janet no era para nada normal. En principio, no tenía un solo sistema sanguíneo, sino dos, que se complementaban para mantener todos sus órganos oxigenados. Además, aunque su esqueleto mantenía la forma de un cuerpo femenino, claramente tenía más partes y tampoco parecía que sus huesos estuviesen hechos de calcio, sino de algún tipo de mineral desconocido que le recordaba… al Mithril.

Ahora entiendo por qué es tan difícil hacerle daño. ¿Quizá su cuerpo es así para poder soportar su propia fuerza? En cualquier caso, parece más una criatura diseñada para parecerse a un ser humano. ¡Vaya! Su piel no tiene tres… ¡sino seis capaz diferentes! Y tampoco parece que sea una dermis normal. ¿Eso no significa que cada capa de su piel es más dura que las escamas de un cocodrilo? ¡Con razón las espadas no le hacen nada!

Bryan sacudió la cabeza mientras reprimía su curiosidad. Realmente quería examinar más el cuerpo de Janet para descubrir sus secretos, pero no tenía tiempo que perder, así que se concentró en realizar un hechizo como el que empleó contra Belinda, pero de algún modo el cuerpo de Janet se le resistió. O, mejor dicho, su extraña constitución hacía que fuese mucho más difícil que su Esencia Mágica circulase en su interior y por eso necesitaba consumir cuatro veces más solamente para poder examinarla.

Debilitado como estaba, Bryan sufría bastante durante el proceso y no conseguía concretar el hechizo. Quizá tendría más éxito si usase la preciosa Esencia de Sangre, pero no quería perder años de vida útil para algo tan momentáneo, así que siguió intentando hasta que finalmente tuvo un éxito relativo en la sexta oportunidad y ejecutó un sello de tres capas.

Es parcial, pero por lo menos este selló la mantendrá inconsciente o paralizada según mi voluntad. El problema es que durará unas cuantas horas como máximo. Es afortunado que Janet no parezca saber nada de magia o de otro modo esto no funcionaría.” Se dijo Bryan suspirando y luego avisó: - ¡Ya está! -

- ¡¿Tuviste éxito?! - Preguntó Trunks con una expresión tensa.

- Más o menos. He conseguido colocarle una restricción con la que podremos interrogarla con cierta seguridad, pero el problema es que no se mantendrá mucho tiempo. - Explicó Bryan suspirando: - ¡Tenemos que regresar cuanto antes a nuestra base o todo esto habrá sido en vano! -

De modo que se pusieron en movimiento con toda la velocidad que eran capaces. Para entonces el atardecer había caído y las sombras de las montañas se alargaban de un modo amenazante por causa del sol.

Por fortuna el breve descanso y la comida restauraron buena parte de sus ánimos, así que avanzaron con buen ritmo durante una hora, pero comenzaron a tener dificultades cuando el terreno los obligó a bordear las faldas de una colina bastante empinada. Sólo la guía experta de Trunks los ayudó a mantenerse en la ruta y no tardaron en llegar al borde de un camino de tierra apisonada.

No había señales de ningún enemigo, pero en el mismo momento en que cruzaban de prisa alcanzaron a oír gritos lejanos.

De modo que volvieron a acelerar la marcha y llegaron a donde el terreno descendía en pendiente hacia el sur. Era un paraje salvaje, sin ninguna senda, con unos arbustos y árboles raquíticos que crecían en grupos apretados en medio de amplios espacios desnudos. La hierba era escasa, dura y gris; y los matorrales perdían las hojas secas. Era una tierra desolada y el viaje volvió a hacerse lento por lo irregular del terreno, al cual no parecía importarle que tuviesen prisa. En semejantes condiciones a Bryan le habría encantado volar con el Arte del Noveno Diagrama Celeste, pero sus reservas de Esencia Mágica estaban bastante mermadas y ni siquiera el Infante Sanguinario era capaz de restaurarlas tan rápido.

El grupo continuó avanzando penosamente hasta que finalmente el terreno comenzó a elevarse lentamente, saliendo del valle bajo y amplio al que habían descendido.

Trunks los guio de nuevo hacia el nordeste y así finalmente llegaron a lo alto de una loma larga y vieron a la distancia un grupo de colinas rocosas que se veían desoladas, pero su visión los llenó de alegría porque resultaban familiares.

- ¡Finalmente estamos cerca de la base! - Exclamó Odiseo.

- ¡Gracias al vicecapitán! - Dijo Bardo felicitando a Trunks.

- ¿Alguna señal del grupo principal? - Preguntó Bryan oteando el horizonte en busca de los mercenarios que debían transportar el mineral de Mithril.

- Lo dudo, ellos no tuvieron que desviarse como nosotros ni dar ningún rodeo. - Explicó Trunks mientras los instaba a avanzar: - Además, Eneas y Gordon tienen buen sentido común y no se expondrían innecesariamente al riesgo. -

Y en efecto, cuando finalmente llegaron a la entrada secreta y descendieron por el elevador, se encontraron con que los Cancerberos estaban ocupados terminando de organizar los paquetes que habían sido traídos. Gilberto era el más animado de todos, pues como todos los dragones era sensible a los minerales valiosos como la plata y su fuerza sobrehumana era bastante conveniente para este tipo de tareas.

Cuando los vieron llegar con Janet, los mercenarios quisieron vitorear. Sin embargo, Trunks no estaba de humor para ninguna otra cosa que no fuese su objetivo y su expresión hizo morir inmediatamente cualquier comentario adicional.

- ¡No es posible! - Exclamó Anita cuando los vio: - ¡¿De verdad, capturaron a Janet?! ¡No! ¡Suéltala! ¡Suéltala! -

Técnicamente ella era un rehén, pero después de enterarse de algunos detalles sobre el pasado de Trunks nadie tenía el valor de maniatar, encerrar o limitar de algún modo a la joven Anita. Tampoco es que pudiese escapar sin que alguien voluntariamente accionara el elevador por ella, así que no había la necesidad de hacerlo. De ahí que la dejasen moverse a su antojo por su base.

Bryan le dio un vistazo a Nía y la elfa inmediatamente se ocupó de mantener lejos a la joven con el tacto que la caracterizaba.

- Por favor despiértala. - Dijo Trunks con una expresión lívida.

- Lo haré, pero tienes que ser paciente. - Respondió Bryan acostando a Janet sobre una mesa y colocando sus manos en su cabeza: - Tengo que ser bastante cuidadoso o el sello que le puse se romperá del todo. -

Después de eso comenzó a insertar Esencia Mágica para manipular el encantamiento, desarmando la primera capa, pero tratando de mantener las otras dos intactas. Su objetivo era que Janet se despertase, pero no pudiese controlar su cuerpo. Esto no era sencillo para nada porque el cuerpo de la mujer bandida seguía resistiéndose naturalmente a todas sus intromisiones.

- ¡Pervertido! ¡Deja de tocar a Janet con tus sucias manos! ¡Acosador! - Gritó Anita enfadada al ver que Bryan seguía sosteniendo la cabeza de Janet durante más de un minuto.

- Cálmate, Anita. No la está lastimando. - Dijo Trunks volviéndose un momento para mirarla.

 - ¡No soy Anita! ¡Te dije que me llamó Beatriz! - Chilló la joven: - ¡Suelta a Janet! ¡Déjanos ir! ¡Por favor! ¡Por favor! -

La expresión de Trunks se desencajó por un momento debido al dolor que le causaba escuchar lo que decía Anita y sobre todo el hecho de que no podía hacer nada para consolarla, porque ni siquiera lo reconocía. Nía entonces usó toda su habilidad para llevársela un poco más lejos y el resto de aventureros también siguió su ejemplo y se alejaron para darles espacio.

- ¡¿Por qué tardas tanto?! - Exclamó Trunks con una expresión enfadada que habría enojado a otros, pero Bryan se dio cuenta de que esa ira no estaba dirigida realmente a él y por eso respondió tranquilamente.

- Es bastante complicado. -

- ¿A qué se debe? -

- El cuerpo de Janet no es normal y se resiste a mi magia. - Explicó Bryan.

- ¿En qué sentido no es normal? - Preguntó Trunks ya más tranquilo.

- Pues tiene una docena de huesos extra, todo un sistema sanguíneo de respaldo, unas capas extra de piel… Y creo que tiene dos corazones. -

- ¡¿Dos corazones?! - Preguntó Trunks, pues lo que Bryan decía sonó tan extraño que incluso desterró todas las preocupaciones que hasta el momento había estado cargando firmemente en su mente.

- Bueno, no estoy seguro. - Aclaró Bryan con un tono bastante indeciso que no era para nada su forma habitual de ser: - Pero su corazón parece tener una especie de órgano extra acoplado, que creo funciona como un segundo corazón. Honestamente ella me recuerda a algunas historias sobre humanos mutados o extraterrestres, solo que en este caso parece algo bastante armonioso y para nada un accidente. -

- ¿Extrate-qué? - Repitió Trunks confundido para la palabra que nunca había escuchado.

- Nada, yo me entiendo. - Se apresuró a responderle Bryan: - El caso es que no parece normal, aunque si natural. Me inclinaría incluso a pensar que esta persona no es un ser humano propiamente dicho, sino una especie diferente que se asemeja a uno. -

- ¿Estás seguro de lo que dices? - Preguntó Trunks incrédulo: - Esta claramente es Janet. Aunque nunca hemos hablado la conozco desde hace años y puedo decirte con seguridad que es ella. ¡No creo que sea un monstruo disfrazado! -

- Entonces su cuerpo siempre ha sido diferente del nuestro desde que nació… - Comentó Bryan, pero entonces su mirada se iluminó cuando un recuerdo de sus conversaciones con su amada Maestra Fanny vino a su mente.

Existen ciertas personas que poseen lo que se llama Físico Divino, un atributo especial dentro de sus cuerpos que hace que sean muy poderosos en ciertas áreas. Algunos son muy fuertes; otros pueden soportar gran cantidad de daño sin herirse; también están los que poseen un Aura de Batalla casi inagotable; percepción sobrenatural; e incluso una vez escuché de uno que poseía magia casi ilimitada.

Físico Divino

- Ya veo, ella tiene un Físico Divino. - Dijo Bryan sonriendo por solucionar el misterio, pero entonces las terribles implicaciones de este descubrimiento comenzaron a desfilar por su mente y necesitó de todo su auto control para mantenerse calmado.

¡Mierda!¡Carajo!¡La puta madre! Es una mujer favorecida por un dios… ¡Maldita sea, he golpeado y secuestrado a una persona que quizá sea pariente de un dios!” Pensó mientras sentía que le estrujaban la garganta y sudaba frío. En su mente brilló el recuerdo de Nécora el Putrefacto, que todavía lo espantaba a pesar de todo lo que había experimentado y todo el poder que consiguió obtener hasta ahora.

¡Cálmate! Dudo mucho que un dios del vacío como Nécora este dejando dones de Físico Divino por ahí (al menos eso espero).” Se dijo para tranquilizarse: “Lo más probable es que sea un dios del orden y esos no pueden descender al mundo mortal si no se cumplen ciertas condiciones. Además, no la hemos matado. ¡Qué bueno que no la hemos matado! Seguramente aún hay un margen de maniobra.

- ¿Qué es un “Físico Divino? - Preguntó Trunks confundido.

No era extraño que no lo supiese. Generalmente el Físico Divino era un tema de investigación de las altas esferas de los magos, así que alguien sin acceso a un lugar como la Academia Babilonia no habría escuchado nunca ese término.

- Una condición que solamente ocurre con una entre cien mil personas. - Respondió Bryan sin mirarlo mientras trataba de ordenar sus pensamientos y se concentraba completamente en el cuerpo de Janet: - Literalmente es una hija del cielo, favorita de los dioses. Fue concebida para ser poderosa, de ahí que sea tan formidable a pesar de que no ha recibido un entrenamiento formal. -

- ¡¿Es una semidiosa?! ¡¿Acaso es posible?! -

- En cierto modo lo es. - Explicó Bryan: - Bueno, nunca he conocido a un semidiós, así que no puedo asegurarlo, pero por lo menos ella es un tercio sobrenatural… ¿Quizá la palabra sea “Pseudo Semidiosa”? -

- ¡…! -

- Bueno, es muy pronto para asegurar nada. Para empezar, no tengo idea de si todos los semidioses como Ascanio Ítalo eran necesariamente personas que nacieron con un Físico Divino o si es posible volverse uno únicamente con esfuerzo, pero todo apunta a esto último. Digo, si uno pudiese volverse un semidiós naturalmente, habría un mayor número de ellos o por lo menos la existencia de alguno habría sido confirmada. En cambio, el pináculo del poder son los Supremos. -

- ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! - Lo interrumpió Trunks mostrando un asombro que era bastante atípico en él: - ¿Estás hablando del tipo de la leyenda? ¿Ese Ascanio de los cuentos para niños? .... ¡¿Me estás diciendo que Janet es un ser parecido?! -

- ¡No! Solo digo que su cuerpo es tan anormal que en cierto modo es un poco sobrenatural. Y quizá, si hubiese entrenado correctamente, en algún momento de su vida podría haberse convertido en una completa semidiosa. Bueno, eso creo. - Contestó Bryan: - Pero todo esto es nada más que hipotético. En cualquier caso, su fuerza no se debe a ningún tipo de magia o arte militar, sino que es puramente algo que tiene de nacimiento. Por eso es que la mayoría de los hechizos no funcionarán con ella, porque están diseñados para humanos. -

- Entonces ¿Qué hacemos? ¿Deberíamos matarla ahora mismo? -

- ¡Ni siquiera lo pienses! - Rugió Bryan inmediatamente y miró a Trunks con fiereza para dejar bien claro su punto: - Ahora te permitiré interrogarla porque te lo prometí, pero después la dejaremos ir libremente independientemente de lo que nos revele. -

- ¡Pero…!

- ¡Por favor comprende! - Lo interrumpió Bryan: - Si fuese una sacerdotisa o un oráculo no me importaría demasiado, porque hay reemplazos para ellos. Pero incluso si sólo es un tercio, no hay duda de que esta mujer tiene un Físico Divino. Eso significa que fue favorecida personalmente por un dios desde su nacimiento… ¡Quizá uno muy poderoso! -

- ¡Y no debemos matar a ninguna persona con amigos de esa clase! - Concluyó al final con un susurro que de algún modo resonó en los oídos del Cazador de Monstruos.

Trunks abrió la boca para protestar, pero a pesar de todo su odio todavía no estaba en el punto de tirar por la borda toda precaución. Había visto muchas cosas en su vida, suficientes para saber que uno nunca terminaba bien si se ganaba la ira de una deidad. Así que se tragó lo que quería decir y asintió en silencio.

- ¿Qué debemos hacer entonces? - Preguntó finalmente.

- Nos guardamos lo que sabemos. - Respondió Bryan aliviado de que su amigo no le llevase la contraria en ese delicado momento: - Por fortuna nadie nos ha escuchado, así que solo nosotros dos conocemos este secreto. ¡Quizá ni siquiera Janet sepa lo que es un Físico Divino! De modo que no diremos nada de esto a nadie y nos haremos los ignorantes al respecto. Así no atraeremos más atención innecesaria. -

¡Esta Janet se ha vuelto como un panal de abejas del que quiero alejarme ya mismo! ¡Un potencial enemigo al que no podemos asesinar porque las consecuencias de matarla podrían ser peores que la muerte!” Pensaba Bryan maldiciendo su suerte: “¡Tenemos que conseguir tener una relación por lo menos neutral con ella, pero seguramente nos odia a muerte!

Trunks luchó consigo mismo por un momento, pero al final asintió a ese razonamiento.

- Ahora está por abrir los ojos. - Dijo Bryan soltando la cabeza de Janet: - ¡Vamos a llevarla a una habitación donde nadie pueda escuchar! -

Ignorando las miradas de todos los mercenarios y los gritos de Anita, Bryan y Trunks trasportaron a Janet a un cuarto del segundo piso, donde había una cama de madera. Ahí la depositaron con mucho más cuidado del que habrían tenido si esto estuviese sucediendo unas horas atrás. Entonces Bryan se arrodilló a su lado para confirmar su estado por última vez, antes de asentir satisfecho: - Listo, despertará en unos segundos. Tú mismo eres, amigo Trunks. Intenta negociar con ella sin recurrir a demasiadas amenazas. Yo estaré afuera esperando las buenas noticias. -

- ¡Alto ahí! ¡¿Me vas a dejar solo?! - Preguntó Trunks sorprendido e indignado al sentir que Bryan quería dejarle a él todo el problema.

- ¡Ella me odia mucho más que a ti! ¡Si me ve cuando se despierte provocaremos su ira innecesariamente! - Replicó Bryan.

- ¡Yo la embosqué! ¡Creo que ahora también me odia! - Objetó Trunks.

- Si, la emboscaste. ¡Mientras intentaba matarme a mí! Claramente me detesta más. - Respondió Bryan levantándose: - No te preocupes. El hechizo está diseñado para que solo pueda mover la boca, así que no podrá hacerte daño.  - y añadió con un susurro: - Al menos al principio. -

- ¡Escuché eso! - Protestó Trunks: - Además tú eres nuestro líder. ¡Deberías hacer el interrogatorio! -

- Para empezar solo tú conoces las preguntas que quieres hacerle. - Argumentó Bryan sonriendo con picardía: - Yo me burlé de ella y la insulté antes de secuestrar a una persona delante de sus narices. ¿Crees que escuchará algo de lo que diga? En cambio, tú eres el “Cazador de Monstruos” y no hay nadie que no te conozca en el Valle del Sol. Consigue averiguar lo que puedas e intenta que no quiera hacernos sus enemigos. -

- ¡Pero ¿cómo quieres que haga eso?! - Preguntó Trunks desconcertado: - Se interrogar y torturar, pero no conozco nada de negociaciones con una mujer enfadada. -

- Impresiónala con tu agudo ingenio. - Se burló Bryan abriendo la puerta: - Por último, hazle algunos cumplidos. Casi todas las mujeres se ablandan cuando un hombre las alaba y a veces pueden bajar la guardia. Mientras le preguntas sobre Anita, dile que es hermosa o cualquier cosa de ese tipo que se te ocurra. -

Trunks dudó un poco más, pero al final asumió la tarea que tenía por delante: - Muy bien, lo haré por el bien de Anita.

- Buena suerte amigo. - Le susurró Bryan y tras decir eso cerró con un portazo justo en el momento en que los párpados de Janet se abrieron.

Unos segundos después se escuchó un aluvión de los peores insultos que uno pudiera imaginar que alguna vez saldrían una boca femenina, sobre todo una tan bonita.

*****

Bryan dejó un Espectro Oscuro al frente de la habitación donde Trunks conversaba con Janet y luego se dirigió hacia el Salón Común. En su camino se encontró con una gran cantidad de Cancerberos que habían estado con Trunks en el Falce Segador Original y les explicó lo que sucedía en términos muy generales. Luego de eso continuó su camino mientras que los amigos de Trunks elegían quedarse cerca, esperando que el interrogatorio terminase.

Bryan por su parte realmente necesitaba descansar, así que abrió las puertas en busca del calor del fogón principal.

- ¡Aquí estás, líder! - Exclamó Odiseo al verlo: - ¡Te estábamos esperando! -

Había sido una larga jornada, pero el resto de los Cancerberos no parecía querer dormir y disfrutaban alegremente frente al fuego mientras comían carne asado o bebían cerveza. Odiseo, Afrodita, Nía, Bardo, Gordon y Eneas eran siempre apreciados por su carácter afable, pero esta noche eran los protagonistas por ser los únicos a parte de Trunks que conocían a Bryan lo suficiente como para poder hablar sobre su carácter. Así que apenas pudieron, sus compañeros los cubrieron de preguntas.

Pero ahora que la propia persona se había presentado, los mercenarios se agruparon a su alrededor ávidos de respuestas.

- ¿Quieres comer algo? - Preguntó Afrodita, tras abrirse paso y calmar un poco a la multitud.

- No, quiero beber algo. - Respondió Bryan agotado mientras buscaba un lugar cerca del fogón central: - Por favor dime que aún tenemos cerveza. -

Después de un rato sentado cerca del calor y tras tomarse dos pintas, el humor de Bryan mejoró hasta el punto en que pudo conversar con los demás. Pero no se mostró lo bastante comunicativo como para celebrar su victoria sobre Costel y más bien se dedicó a felicitar a todos aquellos que habían participado en la operación para robar el Mithril. Y mientras tanto el Infante Sanguinario trabajaba a toda prisa reponiendo la Esencia Mágica que perdió durante las sucesivas batallas.

Con el tiempo los mercenarios se cansaron de comer y pidieron permiso para marcharse a dormir. Gracias a eso el comedor se fue vaciando, hasta que solamente quedaron Bryan y el Grupo de Odiseo sentados frente al fogón.

- ¿Saben lo que me confesó Bardo? ¡Sueña con jubilarse rápido y cazarse con una mujer todavía más rápida, para tener hijitos y envejecer junto a la playa! - Comentó Afrodita de pronto.

El comentario hizo que todos arrojaran una ronda de carcajadas, debido a que Bardo generalmente trasmitía una apariencia de seriedad que hacía pensar a todos que definitivamente se volvería un intelectual en algún momento de su vida. Y más bien parecía que el tipo de persona que jamás formaría un hogar serio.

 - Eso no es cierto. - Aclaró Bardo cuando las risas amainaron: - Dije que quería una mujer de grandes tetas con la que casarme, nunca dije que tenía que ser una mujer fácil. -

- Los hombres siempre prefieren a ese tipo de mujeres. - Objetó Nía negando con la cabeza.

- No es cierto. -

- Todos los hombres son iguales. -

- Somos iguales en algunas cosas y diferentes en otras. - Intervino Eneas: - Todo hombre tiene dos mujeres en su mente. La primera es la chica trofeo con la que quiere acostarse para presumir de haber conseguido hacerlo, pero una vez que la edad se lleve su belleza no nos importa en lo más mínimo si está viva o muerta. La segunda es la chica con la que nos queremos casar, y en ese momento lo último que nos importa es el físico. -

- Es verdad. - Añadió Odiseo: - Para una aventura de una noche el requisito es que sea hermosa. En cambio, para casarte lo que importa es la sonrisa, la personalidad, los valores, que sea o definitivamente NO sea como tu madre, etc. -

- Bueno, que Bardo el intelectual ambicione un destino tan elemental es inesperado… Pero que Eneas, el que casi nunca habla, resulte tener criterio psicológico es raro… ¡¿Qué clase de día resultó ser este?! - Exclamó bromeando Afrodita y todos incluido Bryan soltaron una nueva ronda de sonoras carcajadas. Luego la maga de agua se volvió hacia Odiseo y preguntó: - ¿Acaso tu madre es una mujer difícil? -

- No tanto así. - Respondió Odiseo tomando un trago de cerveza: - Es solo que ella nunca supo muy bien cómo demostrar afecto. No recuerdo una sola vez que me abrazase, salvo cuando me tomaba las medidas para entallarme los pantalones. Verán, teníamos una sastrería en mi ciudad natal. -

- Vaya… ¿Sigue ella ahí? - Preguntó Afrodita como quien no quiere la cosa y aparentemente concentrada en su bebida, pero Bryan notó que la maga miraba atentamente a Odiseo por el rabillo del ojo.

- No, la peste Antonina se la llevó. - Aclaró Odiseo con un suspiro triste: - La enfermedad mató a casi todo el pueblo y al final los que sobrevivimos tuvimos que irnos. Por eso me volví un aventurero. -

- ¡Perdón por preguntarte eso! - Se apresuró a decir la maga con voz nerviosa, porque jamás pensó que su comentario removería unas heridas tan profundas.

- No te preocupes, fue hace mucho tiempo. - Respondió Odiseo con una sonrisa tranquila que no conseguía ocultar del todo su melancolía.

El estado de ánimo se había vuelto un poco lúgubre y por un momento nadie supo muy bien que decir, pero finalmente Gordon intervino para cambiar de tema: - ¿Y cuál es tu sueño, Afrodita? -

- Quisiera llegar a convertirme algún día en una Archimaga poderosa, ganar mucha fama y tal vez algún día obtener un título pequeño de nobleza. - Respondió Afrodita de inmediato.

- ¿Por qué un “título pequeño”? - Preguntó Bardo.

- Para poder casarme con quien yo quiera. - Explicó Afrodita con las mejillas ligeramente enrojecidas. Y antes de que ninguno de los presentes pudiese preguntarle al respecto, se apresuró a añadir: - ¿Y qué es lo que deseas, Nía? -

- Los elfos somos inmortales. - Respondió la arquera encogiéndose de hombros: - No planeamos el futuro de ese modo. -

- ¿No tienen sueños? -

- Si, pero cambian dependiendo el estado en que nos encontremos. -

- ¿Puedes explicarnos? - Preguntó Bryan curioso.

- Claro, no es un gran secreto. - Contestó Nía y comenzó a contarles: - Las mujeres de la raza élfica pasamos por tres etapas fundamentales en nuestra vida.

La primera es la etapa de Doncella, que comienza en la pubertad. Y en ese lapso sentimos una gran curiosidad, deseo por descubrir cosas nuevas, viajamos constantemente, queremos luchar o dedicarnos a experimentar. También es cuando más usamos el Arco y las Flechas Mágicas. No me avergüenza decir que yo estoy en esa etapa y seguiré estándolo durante un par de siglos más.

La segunda etapa es la de Matrona, que usualmente comienza alrededor de los cuatrocientos años, aunque puede darse antes si la elfa en cuestión ha tenido una vida sexualmente activa. Durante ese tiempo a todas sentimos (o en mi caso sentiré) una profunda nostalgia por el hogar y no deseamos otra cosa que regresar a nuestro bosque. También experimentamos un fuerte deseo de unirnos a alguien, tener el mayor número de hijos posibles y establecernos en un único sitio.

Finalmente llegamos a la etapa de Matriarca, que comienza alrededor de los mil años, así que realmente no son muchas las que llegamos a esa etapa. Pero es cuando nos volvemos consejeras de nuestro pueblo, nuestros poderes mágicos se desarrollan al máximo de y tenemos facilidad para comunicarnos con los dioses de la naturaleza. En esa etapa las mujeres elfas casi nunca abandonamos nuestro asentamiento y principalmente nos dedicamos a la contemplación. -

Todos se quedaron en silencio ante esta revelación e intentaron imaginarse sin éxito lo que sería vivir una vida tan larga y con unos instintos tan marcados.

- ¿Esos son los llamados “Ancestrales”? - Preguntó Bryan recordando lo que escuchó durante su breve encuentro con el Eragon, el elfo arrogante que visitó la aldea de los enanos.

- No esos son los varones. - Respondió Nía: - Las Matriarcas son parecidas en cuanto a su edad y poder, pero principalmente son consejeras en lugar de combatientes. -

- Interesante. - Comentó Bryan y entonces su expresión se volvió seria: - ¿Conoces a Miriel, la mujer elfa que acompaña a Sorin? ¿En qué etapa dirías que está ella? -

- Miriel… Si he escuchado de ella, pero no la conozco. - Respondió Nía finalmente tras pensarlo un poco: - Diría que está saliendo del periodo de Doncella y comenzando a ser Matrona, porque sus habilidades de arquería se han pulido al extremo, pero no creo que pueda usar magia espiritual con todo su potencial. El problema es que es muy difícil saber realmente qué sucede con ella desde que se unió al Templo de Idramón. -

- ¿Es común que suceda? Me refiero a ser parte del Templo. -

­- No, de hecho, antes de Miriel nunca he escuchado de algo como eso. Los elfos somos muy estrictos en materia de religión y no admitimos otros cultos en nuestra sociedad a parte de los dioses del bosque. - Respondió Nía tajantemente: - Nuestra relación con nuestras deidades es muy importante porque de ellas viene la mayor parte de nuestra fuerza y vitalidad. Por eso no tengo idea de lo que sucede con ella. ¡Ni siquiera puedo imaginar la Tribu de la que proviene! -

- ¿Es posible asumir que con Miriel ha sucedido algo parecido al cambio que sufrieron los Elfos Oscuros? - Preguntó Bryan pensando en algo.

- No tengo idea. - Dijo Nía negando con la cabeza y luego añadió con un gesto de marcado desagrado: - Pero por favor no hablemos de esas repulsivas criaturas. Me siento enferma de pensar en ellos. -

- Entendido. - Dijo Bryan y decidió cambiar de tema, aunque se aseguró de memorizar cuidadosamente toda la información que Nía les había trasmitido en su memoria, para futuras referencias: - Entonces, Gordon. ¿Cuál es tu sueño? -

- Yo quiero llegar a convertirme en Maestro de Espadas. - Dijo animadamente el usuario del mandoble: - Espero hacerme lo bastante famoso como para ser adoptado por un clan patricio y que mis descendientes puedan participar en la política imperial. ¡Algún día mis hijos tendrán su propio blasón familiar y seremos reconocidos como Caballeros! -

Todos rieron al escucharlo y el buen humor volvió a envolverlos a todos. Odiseo en particular dijo animadamente: - ¡Eso es tan típico de ti! ¡Pero mentiría si dijera que no espero algo semejante! En realidad, no he pensado tanto en el futuro, pero no me molestaría convertirme en caballero algún día. ¡Salud por eso! -

- ¡Salud! - Exclamaron todos y bebieron una ronda de cerveza.

- ¿Y tú, capitán Bryan? - Preguntó Afrodita cuando terminó su jarra.

Bryan sonrió un momento, pero no respondió de inmediato, sino que sus ojos se fijaron en las llamas mientras pensaba: “¿Qué quiero? Bueno, para empezar, convertirme en una potencia lo bastante fuerte como para que los reinos e imperios de este mundo no quieran darse el lujo de ser mis enemigos. Mantener a Fanny, Phoebe y Emily completamente a salvo. Conocer los secretos del Cementerio de la Muerte y la Necromancia. Dominar la Magia Demoníaca, pero sin ser controlado por la Esencia Mágica. Averiguar quién ese ese niño misterioso que me habla en sueños, entender qué es lo que quiere y por qué decidió ser mi consejero. Comprender los cambios de mi Pequeño Esqueleto y completar los Zombis Elementales. Averiguar cuáles son los planes del Templo de Idramón y el Culto de Caelos, así que como diseñar contramedidas para ellos. Hacer mi rol en el Manto Oscuro. Participar y ganar con Lawrence la Guerra Civil que inevitablemente se desatará en el imperio. Arreglar que Sorin muera. Encontrar un modo de que Tiberio Claudio muera. Vengarme de Miriel. Vengarme de Cabiria… ¡Tanto que hacer en tan poco tiempo!

- ¿Bryan? - Preguntó Afrodita confundida.

Su pregunta lo hizo despertar de su ensimismamiento. Aparentemente había pasado un buen tiempo en silencio, porque todos en el grupo de Odiseo lo estaban mirando con cierta preocupación; pero entonces sonrió como siempre hacia y respondió mientras llevaba sus manos a su nuca y se acomodaba en el banco de madera:

- ¡Quiero dinero, poder y acostarme con muchas mujeres hermosas! -

Esa respuesta tan inesperada por su simpleza arrancó una nueva ronda de carcajadas. Y es que, en la mente del grupo de Odiseo, Bryan tenía que ser un hombre extraordinario que se alejaba completamente del sentido común y cuyos motivos seguramente no se podrían comprender a la primera.

- ¿Ves? ¡Todos los hombres son iguales! - Repitió Afrodita sarcásticamente.

La "Felicidad" según Bryan

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, es 23 de noviembre del 2022.

Este capítulo fue reescrito en un 90 % salvo en que Janet tiene un “físico divino”. Al comienzo está inspirado en el Señor de los Anillos en cuanto a sus descripciones de los entornos y los problemas de recorrerlo con el objetivo de poner énfasis en el trayecto de vuelta a la base. Pensé que el original era demasiado inmediato y los eventos se sentían vertiginosamente “¡uno después del otro!”

La parte del descubrimiento del Físico Divino fue alterada. En el original era simplemente unos huesos extras, pero yo quise hacer énfasis en la dificultad que Bryan tenía para manipular la Esencia Mágica en el interior y luego aumenté los rasgos extraños de Janet para que fuesen más parecidos a Leeloo del Quinto Elemento, una de mis películas favoritas. De hecho, incluso agregué que tenía más cromosomas, pero al final me pareció demasiado.

El problema era que quería decir: “Ella es una semidiosa” en el sentido biológico (hija de un dios) pero ya había usado ese término como Grado de Fuerza (Ascanio) así que no podía hacerlo.  Para solucionar el problema recurrí a la mitología (a la más antigua mitología de hecho), que es el mito de Gilgamesh de Uruk, que era 2/3 partes dios y se me ocurrió que un semidios no tiene que ser un híbrido “mitad y mitad” sino simplemente poseer un fragmento de divinidad, sin llegar a serlo. Un “supuesto semidios”.

El que Bryan se asuste al darse cuenta de que matar a Janet puede provocar a la deidad que la bendijo está inspirado en la reacción de Julio César de la serie Roma. El punto es que para muchas personas que nunca han visto a los dioses, que ellos se enojen podría no significar demasiado, pero para Bryan, que ha visto lo terribles que pueden ser, tiene sentido que les tenga un justo terror. No olvidemos que ha experimentado el poder del ojos púrpura del demonio, ha visto un fragmento de Nécora y casi lo vuelve loco, experimentó la Fuerza del Caos primordial que destrozó su alma y vio al Niño misterioso que restauró su alma y su cuerpo.

Y en todos esos casos fueron encuentros accidentales o indirectos… ¡Imagínense las consecuencias de que un dios te odie y esté decido hacerte daño a conciencia!

Para esto ayudó bastante que saliese God of War Ragnarok, que me recordó la perspectiva temible de los dioses antiguos.

Después ocurre una transición semi cómica entre los diálogos de Trunks y Bryan, donde ambos intentan cargarse el muerto, pero al final Trunks pierde. Tenía miedo de que esto se sintiese muy forzado, pero el lector Jaime Beltrán, muchas gracias, por cierto, me recomendó dejarlo así.

El final es una conversación amena para profundizar en los pasados de los personajes secundarios y también para proveer una escena que no sea de tensión que me parecía necesaria para aligerar el ambiente. Al final incluí lo de la madre de Odiseo… bueno porque creo que a muchos nos ha pasado que pisamos una mina sin querer en una conversación. Además, los detalles de la biología de las elfas que nos da Nía está inspirada (casi calcada) de la especie Asari del videojuego Mass Effect, al menos la trilogía original. Esto refuerza la sensación de que los Elfos no son humanos, sino algo diferente.

Finalmente, Grabriel Morffes me ayudó con la ortografía y también me dio sugerencias. ¡Gracias por eso!

No se si hay mujeres leyendo esta Nota del Traductor, pero el diálogo sobre la mente masculina es real. Cuando se cansen de los novios o las aventuras y quieran una relación real, lo cuenta es la personalidad. Lamentablemente por culpa de la TV, la legalización del divorcio y muchos otros aspectos del siglo 20 se han olvidado muchos trucos para la vida que la psicología recién está redescubriendo. Uno de ellos el siguiente: Amor y enamoramiento no son lo mismo, porque el primero es una elección personal y el segundo un proceso químico del cerebro. Así que, si un día sientes “mariposas en el estómago” por tu pareja o estás seguro de que “no puedes vivir sin esa persona” … ¡NO TE CASES! Es el peor momento para hacer algo así, porque nada de eso es amor, es sólo enamoramiento y no dura más de 2 años.

Y ¿qué es amor? Jajajá. Cada quién debe averiguarlo por sí mismo. Para eso están los libros de filosofía, psicología y religión. Buena suerte con eso.

Pero amores aparte, déjame saber tu opinión en los comentarios: ¿Qué te pareció el recorrido del grupo? ¿Te gustaron las descripciones del físico divino? ¿Se entendió todo o habrías preferido una explicación menos compleja? ¿Qué te pareció la transición tragicómica entre Trunks y Bryan? ¿Te sentiste mal por Odiseo? ¿Qué te pareció la biología de las mujeres elfas? ¿Qué opinas del diálogo interno de Bryan?

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!