10 ¡Un Mago Demoníaco siempre consigue lo que desea!

Hacía un buen rato que todos los estudiantes se habían marchado a sus respectivas clases. Hasta el momento ni Jack ni Bryan habían comenzado las tareas que les tocaban ese día y si se demoraban se expondrían a sufrir una buena ronda de azotes por parte de los capataces. Así que decidieron separarse para irse a completar sus trabajos respectivos.

Mientras limpiaba las esculturas de los eminentes magos graduados, Bryan sentía el esfuerzo que lo costaba respirar y sufría con cada movimiento, pero el dolor fue mitigando hasta casi desaparecer del todo para cuando finalmente terminó con la última estatua. Así que, aprovechando que nadie lo estaba viendo, Bryan se escondió entre unos arbustos y levantó su áspera camisa de lino que constituía su uniforme de sirviente para examinar su pecho. Descubrió con asombro que parecía tener una especie de franja verdosa resplandeciente debajo de su piel. Aparentemente esa era la forma en la que su Esencia Mágica estaba conteniendo el Aura de Batalla de Claude para que no se extendiera hacia sus órganos internos.

Una parte de él quería gritar aterrorizado por estar llevando en el pecho algo muy parecido a una bomba que podía matarlo en cualquier momento, pero también se sentía maravillado por el extraordinario poder de la Esencia Mágica que era capaz de contener semejante energía como su fuera una olla de presión.

A parte de la magia existía un poder sobrenatural mucho más común de encontrar: El Aura de Batalla. Nadie sabía exactamente qué era, pero a diferencia de los magos, que obtenían sus poderes de su entorno, el Aura de Batalla consistía en una energía poderosa que prácticamente se generaba en el interior del cuerpo. Todos poseían un Aura de Batalla en menor o mayor medida, pero era extremadamente difícil de desarrollar porque requería de una estricta formación marcial desde una muy temprana edad, alimentos específicos y sobre todo que el propio individuo tuviese la predisposición para ser un guerrero: Para usar la magia había que tener la fortuna de nacer siendo mago, para usar el Aura de Batalla tenías que estar dispuesto a templarte en la batalla desde el momento en que pudieses caminar y sobre todo tener los recursos para ello.

En el continente Vathýs existían varias clases de guerreros, la mayoría apenas un poco más fuertes que una persona común. En cambio, la élite entres las élites siempre eran los Caballeros. Este título usualmente estaba reservado para aquellos que provenían de las familias aristócratas, pues en su linaje había un desarrollo marcial de muchas generaciones que era superior al de una familia común, tanto genética como económicamente. Había espadachines talentosos que provenían de familias comunes y podían competir con los caballeros, pero eran casos muy “sui géneris[1]” que se podían contar con los dedos de una mano. Además, los caballeros eran capaces de combinar su poder con el de las bestias que dominaban, multiplicando enormemente sus capacidades ofensivas.

Los Caballeros también se dividían en varios grados o niveles que podían reconocerse por el color de su Aura de Batalla. El Escudero (azul pálido), Compañero de Armas (azul oscuro), Sargento (verde pálido), Caballero Veterano (verde oscuro), Caballero de la Tierra (blanco) Caballero Supremo (plata) y finalmente el Caballero Divino (oro).

El color del Aura de Claude era verde pálido, lo que confirmaba que tenía la fuerza de un caballero de nivel sargento. Y si se le ocurría golpear con su poder a una persona ordinaria, esta moriría en el acto sin excepción alguna. El solo hecho de que Bryan estuviese vivo ya era prácticamente un prodigio, pero además consiguió recuperarse sin sufrir lesiones graves. Esto por si solo era suficiente para demostrar cuan increíble era la Esencia Mágica.

La misteriosa sustancia continuaba envolviendo firmemente el poder del Aura de Batalla, pero Bryan seguía nervioso y no se atrevió a hacer ningún otro experimento. Tenía miedo de que, si hacía que la Esencia Mágica circulase a otras partes de su cuerpo, entonces el poder de Claude podría liberarse de sus restricciones y entrar en acción de forma repentina, destruyendo sus órganos internos. Por suerte algo le decía que la Esencia Mágica iría expulsando muy lentamente el aura dañina en forma de partículas de luz y este sentimiento le devolvió un poco de tranquilidad.

Como las clases ya habían comenzado, nadie se puso a buscar al Pequeño Esqueleto en el vertedero de basura donde se había refugiado, pero Bryan sabía que este incidente no sería olvidado con facilidad y no se atrevió a ordenarle al esqueleto que regresase al almacén a plena luz del día, por temor a que alguien lo viera.

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Durante la tarde, en los campos de entrenamiento de la Facultad de Magia Oscura.

La Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares poseía instalaciones muy extensas. Cada Facultad tenía sus propios campos de entrenamiento independientes, varios laboratorios, una biblioteca donde se guardaba celosamente el conocimiento de cada rama, artefactos poderosos que servían para medir la Fuerza Mental de los magos, así como diversos equipos necesarios para realizar todo tipo de hechizos, conjuros, encantamientos e invocaciones.

Incluso la Escuela Necromántica tenía algunas habitaciones bastante espaciosas reservadas especialmente para los estudiantes que quisieran llevar a cabo experimentos con Criaturas Oscuras. Y en ese preciso momento Bryan estaba muy ocupado trapeando los pisos de una cámara de entrenamiento cuando de repente vio a un grupo de alumnos caminando hacia él.

Uno de ellos era alguien a quien no veía desde hacía mucho tiempo… Bach el aristócrata. Y solo bastaba un vistazo para entender porque había estado ocultándose de la vista últimamente: Su rostro estaba lleno de moretones y se veía francamente miserable.

Supongo que Irene y Lisa consiguieron encontrarlo para darle una cariñosa lección.” Se dijo a si mismo Bryan con sorna reprimiendo apenas una sonrisa, mientras se regodeaba en la miseria del molesto joven que tantas veces lo había incordiado.

Para su mala suerte su gesto provocó que Bach lo notase. El aristócrata rápidamente se puso lívido de ira. Su ya deforme cara se volvió aún más retorcida, hasta que fue casi imposible distinguir sus rasgos originales. Inmediatamente comenzó a avanzar hacia Bryan dando fuertes pisadas.

Oh, oh. El imbécil me ha visto.” Pensó Bryan dando un rápido vistazo a su alrededor para estar bien consiente de su entorno, mientras pensaba qué hacer: “Creo que es mejor que vuelva a adoptar el papel de chiflado.

Inmediatamente adoptó la expresión estúpida que ya había practicado innumerables veces, mientras se ponía a trapear el piso y tarareaba una canción genérica. Pero en realidad se fue desplazando lentamente en una dirección determinada.

- ¡Maldito Bryan! ¡¿Tu les dijiste a esas dos que viste a ese pequeño esqueleto negro salir corriendo de mi habitación?! - El rostro de Bach se había torcido ferozmente cuando le gritó airadamente a Bryan.

El aludido se limitó a mostrar una expresión completamente desorientada y miró a Bach, mostrándole una sonrisa tonta. Pero poco después continuó trapeando como si el joven iracundo no fuese más que un espejismo.

- ¡Vuelve aquí miserable! ¡Esta vez no te vas a escapar! -

- ¡Bach!, ¿cuántas veces te he dicho que no abuses de Bryan? ¿Ahora Ignoras mis palabras? - Fanny puso las manos en su cintura y le gritó con severidad. Acababa de abrir la puerta de la sala de entrenamiento justo cuando Bach estaba a punto de abalanzarse sobre Bryan.

- ¡Maestra Fanny, mira mi cara! ¡Todo esto es culpa de Bryan! ¡Lisa e Irene me golpearon porque este esclavo empezó a contarles unos rumores falsos! ¡Bryan es el abusivo aquí! -

- ¡Oh sí, me contaron lo que pasó esta mañana! Tal vez Bryan simplemente estaba confundido y no supo entender lo que veía. ¡Por favor míralo! ¡El pobre ya está mentalmente perturbado! ¿Por qué quieres provocar más problemas para él? Mmm. Con tu capacidad mágica actual, realmente no podrías convocar a un esqueleto tan extraño y fuerte. - En este punto Fanny comenzó a hablar consigo misma. - ¿Quién lo habrá invocado? También estoy bastante intrigada. Ahora se rumorea que nuestra Escuela Necromántica ha logrado un gran avance y que descubrimos una forma de que las Criaturas Oscuras sean inmunes a los ataques de la magia de luz. -

Bryan había escapado hasta a la esquina de la habitación y contemplaba desde lejos a la hermosísima Maestra. Hoy día había atado su hermoso cabello púrpura con un moño, dejando que unas cuantas hebras descansasen en su frente. Esto agregaba un encanto llamativo a su mirada, haciendo que Bryan suspirase en silencio varias veces, embelesado por su belleza.

Demasiado embelesado… no se dio cuenta de que una puerta se habría y otra persona que le convenía evitar fijaba su mirada en él.

- Bryan, tu Agonía del Alma ya debería haber terminado, así que hoy puedes ayudarme a practicar con mis zombis[2]. Ven de inmediato a la sala de entrenamiento número tres. - La joven Lisa acababa de llegar, pero en cuanto lo vio le dio una orden empleando un tono bastante arrogante y autoritario.

- Lisa, está muy bien que practiques y todo eso, pero no quiero que vuelvas a atacarlo directamente con un Gul. - Fanny la reprendió suavemente, parecía preocupada de que algo pudiera pasarle a Bryan después de escuchar el tono con el que habló Lisa.

- ¡Entendido, maestra Fanny! - Lisa soltó una respuesta con una sonrisa muy poco creíble y caminó hacia el cuarto de entrenamiento antes de que la profesora pudiese decirle algo más.

Era el deber de los sirvientes ayudar a los estudiantes a practicar su magia, así que Bryan no podía negarse. Al principio le costó mover sus pies debido a lo mucho que quería evitar ir tras de Lisa, pero entonces pensó que quizá podría aprovechar la oportunidad para orquestar una venganza, así que dejó el trapeador y caminó dócilmente hacia la sala de

entrenamiento.

Se trataba de un cámara de planta ovalada con muros sólidos de piedra reforzada que podían aguantar cualquier impacto de una gran cantidad de magias. No había ventanas, pero el aire se sentía muy fresco y todo el entorno estaba iluminado con piedras mágicas resplandecientes dentro de faroles muy elaborados.

Sin embargo, Bryan apenas tuvo tiempo de mirar a su alrededor, porque Lisa cerró la puerta dando un portazo en el instante en que entró. Era un claro indicador de que deseaba reservar la sala para su uso exclusivo. La joven quedó de pie en frente a la puerta y lo miró fijamente como un gato hambriento frente a un ratón mientras susurraba: - Hoy no te vas a escapar. -

Lisa levantó las manos inmediatamente mientras recitaba su conjuro: - Guerreros zombis de los caídos en batalla, escuchad la llamada del heraldo oscuro y manifiéstense para servirme. -

Un ser humanoide se materializó en medio de la cámara. Parecía pura piel y huesos, como el de un cadáver que llevase varios días expuesto al sol, sobre todo en ciertos lugares como sus labios, los cuales estaban tan consumidos que prácticamente no existían, dejando expuestos sus dientes en lo que parecía una aterradora sonrisa. Pero en otros sitios poseía músculos prominentes que le daban una apariencia imponente.

Sorprendentemente esta criatura no emitía ningún olor y sus ojos resplandecían con luz propia. También parecía bastante fuerte, porque empuñaba un grueso garrote de madera.

Los Guerreros Zombis pertenecían al nivel inmediato superior de los guerreros esqueléticos. Había muchas clases y no todos eran necesariamente cadáveres putrefactos, sino que su apariencia dependía principalmente de la habilidad del Necromante que lo invocaba. Los más poderosos tenían cuerpos musculosos, duros, se movían más rápido y su fuerza también era mayor. Lisa no era tan poderosa, pero era cierto que acababa de invocar a un ser que sólo los Magos Principiantes podían controlar, algo que un Aprendiz como Bach era incapaz de realizar.

Las Criaturas Oscuras eran seres del inframundo que no pertenecían al plano Mortal, pero podían materializarse instantáneamente gracias al poder de los Necromantes. Su inteligencia dependía en gran parte de su nivel y las más débiles apenas podían hacer un número muy limitado de acciones sin que su invocador las dirigiese mentalmente. Era necesario que el Necromante se concentrase de forma constante en cada movimiento de la criatura para que esta pudiese pelear usado todo su potencial. Una actividad que resultaba bastante agotadora.

Un Mago Principiante necesitaba practicar constantemente a fin de desarrollar la Fuerza Mental suficiente para controlar, de forma efectiva y competente los ataques de una criatura oscura. Es por eso que a menudo los sirvientes recaderos eran usados como objetivos de práctica por los estudiantes de necromancia. 

Hasta el momento Lisa y sus compañeros se habían limitado a utilizar guerreros esqueléticos para sus prácticas de combate, salvo aquella funesta ocasión en que a la joven aristócrata se le ocurrió invocar al Gul que terminó matando al Bryan original. Y ahora había convocado a un Guerrero Zombi. Era evidente que no estaba planeando nada bueno.

Asombrado y algo aterrado, Bryan maldijo en su interior el nombre de Lisa una docena de veces. La impresión de tener que enfrentarse a ese Guerrero Zombi mucho más fuerte y de nivel superior al del esqueleto que esperaba era bastante desmoralizante. Inconscientemente retrocedió unos pasos tratando de aumentar la distancia entre ellos.

- Jeje, he notado que ahora estas corriendo más rápido Bryan y que tu fuerza también ha crecido. Por eso me creo que ya no vale la pena usarte para practicar con los Guerreros Esqueléticos. Así que hoy vas a tener el honor de ayudar a Lisa, la futura Archimaga Necromántica, mientras refina su control sobre los Guerreros Zombis. -

“¡Y una mierda de honor! Esta perra que habla de sí misma en tercera persona tiene una personalidad demasiado horrible... ¡Oh, ahí viene!

Los hermosos ojos de Lisa adquirieron un brillo malévolo de alegría cuando el Guerrero Zombi comenzó a correr hacia Bryan blandiendo su garrote que parecía más grueso que el brazo de un hombre. La velocidad del zombi era bastante alta y rápidamente cerró la distancia entre ellos. El garrote fue directamente hacia la cabeza de Bryan con una velocidad aterradora, demostrando que la delgada criatura era mucho más fuerte de lo que parecía y podría herirlo gravemente si alcanzaba a golpearlo.

Sin embargo, por razones desconocidas, Bryan no experimentó ningún temor al ver descender el enorme garrote hacia su cabeza. De hecho, después de su miedo inicial, lo que sintió fue una especie misteriosa de euforia. Era una sensación muy extraña, como si su cuerpo y alma anhelaran la batalla. Sus ojos se estrecharon ligeramente y la expresión fingida de estupidez desapareció para ser reemplazada por una de intensa concentración. Casi en el último momento Bryan tensó la pierna izquierda y esquivó el golpe rápidamente, desplazando su cuerpo un metro a la derecha.

El enorme garrote de madera resonó atronadoramente cuando impactó con el suelo, justo donde Bryan había estado parado hacía un instante.

- ¡¿Eh?! - Lisa soltó un suspiro desde su posición a cierta distancia, donde había estado controlando al Guerrero Zombi. Durante un breve instante creyó haber percibido un extraño cambio en la actitud de “Bryan”, como si se hubiese convertido en otra persona, haciendo que su corazón vacilara. 

Por un instante se olvidó de darle órdenes al Guerrero Zombi y se frotó los ojos con nerviosismo. Luego volvió a mirar fijamente a Bryan, pero este ya había vuelto a poner nuevamente su tonta expresión y parecía aterrorizado por la criatura, encogiéndose y temblando mientras retrocedía, mostrando la misma actitud de imbécil de siempre.

“Tengo que haber visto mal. ¿Cómo es posible que ese maldito de Bryan…? No… No hay forma de que él pueda me provocar ese tipo de… sensación de peligro, ni tenga ese tipo de mirada” Pensó Lisa en silencio y luego soltó un resoplido. Empezó a concentrar su Fuerza Mental otra vez y le ordenó al Guerrero Zombi que volviese a atacar.

Aunque Bryan fue perseguido en todas las formas posibles por el guerrero zombi, no volvió a revelar por segunda vez la actitud y mirada que tanto había sorprendido a Lisa, pero sí se las arregló para evitar todos los golpes del garrote en el último segundo. Esto aumentó la curiosidad y también el espíritu competitivo de Lisa, quien comenzó a emplear toda su concentración en manipular a su criatura mientras pensaba: "Bryan realmente se ha hecho mucho más rápido y más fuerte desde que se ha vuelto loco".

Mientras tanto Bryan estaba luchando con todas sus fuerzas, pero no con el Zombi, sino con un profundo conflicto interno. En muy corto tiempo estaba experimentando bastantes emociones intensas relacionadas con el deseo de pelear y las que no estaba acostumbrado. Con el tiempo sin embargo una idea loca empezó a formarse en su interior. Comenzó como un pequeño susurro, pero al poco tiempo se convirtió en algo parecido a una obsesión que no podía dejar de lado sin importar lo que hiciera: Quería vengarse de Lisa. Era ridículo. La joven era una mujer y encima una aristócrata de una familia prominente. Bastaría una sola frase suya para destruir a un pobre esclavo sin respaldo ni valor. Pero a pesar de sus esfuerzos, el deseo permaneció sin que pudiese hacer nada para dejarlo de lado. Y conforme el Guerrero Zombi iba incrementando la velocidad y agilidad de sus ataques, la sed de venganza de Bryan se hizo más fuerte también. 

"Un mago demoníaco se entrega a su pasión...”

“La pasión me dará la fuerza para obtener la victoria...”

“La victoria me dará el poder para obtener lo que quiera…”

“¡Un mago demoníaco siempre consigue lo que desea!"

Repentinamente una memoria reprimida surgió en la mente de Bryan. Se trataba de algo que parecía ser al mismo tiempo una voz y un presentimiento. Era aterrador, pero al mismo tiempo tentador. Deseable, pero fatídico. La pasión le daría el deseo de poder y cuando lo obtuviera sería libre para hacer cualquier cosa que quisiera. La frase "Un mago demoníaco siempre consigue lo que desea" era el ideal supremo detrás de los poderes de Chu Can Lan… ¡y ahora Bryan escuchaba esa esas palabras dentro de su mente como si fuera su propia voz! Por fin el deseo se apoderó de su mente y soltó un rugido de ira mientras cambiaba de postura para correr directamente hacia Lisa.

[1] Expresión Latina para un caso muy particular y excepcional.

[2] Zombi: Cadáver reanimado por medios mágicos para servir como esclavo de un mago. También se refiere a cualquier cadáver que de una u otra manera puede resucitar o volver a la vida.

Guerrero Zombi con Hacha

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, donde tenemos la Reserva Natural con mayor variedad de aves en el mundo entero. ¡El Manu! Vengan a visitarla si alguna vez termina esta maldita pandemia.

Hoy es 12 de enero del 2021 y espero que todos ustedes estén bien. Dicen que hay una segunda ola de Covid 19, pero para que eso sea cierto primero tendría que haber terminado la primera y siendo francos... Somos el país que manejó peor la crisis. Mea Culpa. Bueno, no nuestra sino principalmente del vicepresidente vizcarrita y luego el tal Sagasti, pero ya terminarán respondiendo por ello. Todos lo hacen al final.

Este capítulo fue adaptado varias veces por que se supone que aquí es donde el protagonista descubre la verdadera esencia de su magia. Pero en el original es "Un mago demoníaco hace lo que quiere"... Eso suena tan tonto. No sé cómo sonara "hacer lo que uno quiere" en chino, pero en español eso suena más como el "Hakuna Matata" del Rey León.

Me quemé un rato las pestañas pensando en una solución y finalmente recordé el Credo de los Sith de Star Wars. El Canon de Legends antes de que Disney arruinase la franquicia era bastante bueno y había muchas cosas que me sirvieron de inspiración en este y muchos otros capítulos.

En fin, espero que los haya gustado, por favor patrocínenme si pueden, compartan este trabajo con todos los que puedan y no dejen de comentar para saber sus opiniones.

Un agradecimiento especial a Francklo Herrera por ayudarme a corregir un error con las notas al pie.

Nos vemos en el siguiente capítulo.