Jornada de Buenas Prácticas Docentes para Todos

Con la participación de docentes de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción, el 23 de enero, en el auditorio Rosario Castellanos, se realizó la Jornada de Buenas Prácticas Docentes para Todos.

“Si bien las buenas prácticas generalmente se asocian con la práctica docente directamente dentro del salón de clase, hay cuestiones que también afectan esas buenas prácticas”.

Con estas palabras, la Lic. Sussy María Rodríguez Orta, jefa del Departamento de Inglés y sección de Sueco, hizo la presentación de este evento académico de carácter interdepartamental organizado con la finalidad de contar con algunas ideas en común a cerca de lo que son las buenas prácticas docentes dentro y fuera del salón de clase, así como en cuestiones pedagógicas y administrativas que influyen directamente en el quehacer de los docentes.

Dijo que desde los planes estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional de la Dra. María del Carmen Contijoch Escontria, directora de la ENALLT (Bienestar ENALLT, Comisión de Equidad de Género, y Buenas Prácticas), “decidimos hacer esta Jornada para todos ustedes”.

Para esta jornada se plantearon preguntas como: ¿Qué se considera hostigamiento o acoso dentro del salón de clase?, ¿Para qué evaluar de manera continua?, ¿Por qué llego exhausto al final del semestre?, y se preparó un programa de charlas en las que los docentes pudieron externar sus inquietudes y compartir diversas experiencias.

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Claves para entender la violencia de género y su atención en la UNAM, fue la primera charla y estuvo a cargo del Mtro. Rubén Hernández Duarte, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM. Con esta temática, expresó que muchos actos de violencia en la Universidad se deben a la falta de reflexión.

Respondió a preguntas como: ¿Qué es la violencia de género?, ¿Cómo se manifiesta? ¿Qué expresiones tiene en el ámbito universitario?, y también planteó preguntas para la reflexión: ¿Las universidades son espacios libres de violencia de género?, ¿Estos espacios garantizan una vida libre de violencia de género a las personas? “La respuesta es no, por muchas razones. La razón más fuerte es una razón histórica”.

Dijo que esa razón histórica tiene que ver con la forma en que han sido construidos los espacios públicos y los espacios educativos. “Las mujeres y las sexodiversidades no fueron sujetos protagonistas de los espacios educativos hasta el siglo XX que las mujeres empiezan a ingresar masivamente a la universidad”.

Al respecto, señaló que, en ciertos espacios, la presencia de las mujeres sigue siendo minoría y, “esta condición de minoría hace que las reglas de la masculinidad que históricamente han tenido los espacios se sigan manteniendo”.

Además de las mujeres, aseguró, “las diversidades sexogenéricas también son una población vulnerable en la universidad, porque tampoco las universidades se crearon con principios para integrar otras necesidades que no fueran las masculinas”.

“En espacios donde no se construye igualdad, que es lo que se busca con la perspectiva de género, se produce violencia de género”, afirmó.

Para qué evaluar: una evaluación útil para el estudiante fue la segunda charla. En ella, la Mtra. Diana Hirschfeld, coordinadora de la Licenciatura en Lingüística Aplicada de la ENALLT, dijo que para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje es necesario evaluar, y que lo más importante es la retroalimentación.

¿Para qué evaluar?, ¿A quién evaluar?, ¿Con qué evaluar?, ¿Cuándo evaluar?, ¿Cómo evaluar?, ¿Por qué evaluar?, fueron las preguntas que planteó a los docentes participantes en esta Jornada con la finalidad de reflexionar sobre este tema.

Dijo que para entender la utilidad de la evaluación es necesario conocer distintos tipos de evaluación, y señaló que es necesario evaluar para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La Mtra. Hirschfeld se refirió a la “evaluación formativa”, y señaló que ésta regula ese proceso de enseñanza-aprendizaje por medio de una “retroalimentación adecuada”. Tal retroalimentación permite que la interacción entre el sujeto, el alumno y el objeto de estudio sea apoyada y guiada mediante la observación de un tercero: el docente.

“La interacción dirigida permite la construcción de conocimientos”.

La tercera charla estuvo a cargo de la Mtra. Taydé Teresa Pérez Balbanera, jefa del Departamento de Estímulos-DGAPA, quien habló del Programa de estímulos PEPASIG.

Durante esta charla, la Mtra. Pérez ofreció información puntual sobre este programa para académicos que tiene como objetivo estimular el desempeño de los profesores y las profesoras de asignatura de nuestra Universidad, y elevar el nivel de productividad y calidad del ejercicio académico. Asimismo, detalló los requisitos de ingreso y permanencia en este Programa.

El Estrés del docente, fue la charla que cerró el programa de actividades, y estuvo a cargo del Lic. Ricardo Alberto Lozada Vázquez, especialista en psicología organizacional por la UNAM, quien hizo una reflexión sobre la importancia del bienestar físico, mental y social, e hizo un recorrido por los factores que detonan el estrés en los docentes.

“Los psicólogos dicen que hay un estrés positivo y un estrés negativo”, señaló. Mientras más se va acumulando el estrés, es más difícil controlarlo y ocurre el desgaste ocupacional.

“Nadie nos enseña cómo enseñar. lo vas aprendiendo sobre la marcha”. Hay muchos factores relacionados con la cotidianidad del salón de clase, el contexto escolar, la participación en la toma de decisiones, el manejo de grupos, el uso de la tecnología, entre otros, que influyen en la forma en que detonará el estrés.

De acuerdo con el ponente, los efectos del estrés son diversos según las características personales, las técnicas para la solución de problemas, etc., y es necesario tomar acciones preventivas al respecto, entre ellas, hacer una mejor distribución del tiempo en relación con las tareas, planificar y priorizar, potenciar actividades positivas, practicar técnicas de relajación y técnicas cognitivas.