Seminario Metodológico sobre ideologías lingüísticas y migración

Seminario Diálogos sobre política del lenguaje entre México y el Mundo

Primera sesión

En el marco del Seminario Diálogos sobre política del lenguaje entre México y el Mundo, que tiene como objetivo poner sobre la mesa problemáticas en este campo de conocimiento, experiencias de investigación y de gestión de las políticas del lenguaje, el pasado 11 de octubre se llevó a cabo -de manera virtual- la primera de dos sesiones preparadas para el Seminario Metodológico sobre ideologías lingüísticas y migración, a cargo del Dr. Daniel Morales1, especialista en sociolingüística y estudios de migración.

A través de una exposición en tres etapas interrelacionadas, desde la perspectiva sociolingüística en el contexto de la migración, este seminario es una ventana a la investigación que el Dr. Morales realizó entre los años 2014 y 2018 sobre migración latinoamericana hacia el Reino Unido.

El Seminario Metodológico contempló una descripción teórica de la migración para explicar la presencia de personas migrantes de origen latinoamericano en Londres; posteriormente, la puntualización de algunos de los procesos que conlleva la experiencia del trabajo de campo y la elección de un tipo de entrevista durante alguna investigación y, finalmente, una descripción de los datos seleccionados para ofrecer un análisis -dentro de los Estudios Críticos del Discurso- que permita arrojar luz sobre ideologías (no) lingüísticas.

Durante esta sesión, el especialista habló de la sociolingüística y la migración. “La sociolingüística se ha visto en una posición un tanto desafiante para tratar de responder lo que son las diferentes necesidades y desafíos de nuestras sociedades”, expresó.

La globalización, dijo, “obliga a la sociolingüística a replantearse como una sociolingüística de recursos en movilidad en términos de redes trans-contextuales, flujos y trayectorias”.

Frente a ese contexto, “se sugiere una sociolingüística que examine ya no únicamente el lugar sino también la movilidad de las personas, donde crecientemente interactúan distintos recursos lingüísticos, valores sociales, etc., que a su vez generan distintas formas de asociación social”.

Detalló que, en la sociolingüística, se ha incrementado el estudio de las narrativas o identidades “dado que su estudio nos permite arrojar luz sobre varios dominios de la vida social en la que las y los migrantes viven y cómo las experimentan conforme interactúan con otras personas e intentan darles sentido a sus realidades, así como integrarse a una sociedad de destino”.

Tal es el caso, dijo, de la migración latinoamericana al Reino Unido, la cual “se puede comprender como parte de un movimiento en diáspora”.

Explicó que diáspora es un término originalmente utilizado para referirse a la migración o salida de las personas de origen judío y que actualmente ya se ha utilizado para referirse a personas que viven fuera de su país de origen, no solamente por problemas religiosos o conflictos étnicos sino también por problemas económicos.

“Es un fenómeno que define a los grupos migrantes que mantienen un sentido de pertenencia y de cultura a lo largo de grandes distancias”.

Detalló que hay 3 características que pueden ser importantes para la comprensión del concepto de diáspora: la Dispersión (referido a un movimiento forzado, incluso a un movimiento traumático, que involucra dispersión en un espacio que cruza fronteras nacionales o estatales), la Orientación hacia el país de origen como hogar (de manera imaginada o real como una fuente de identidad -de altares y valores-), así como el Mantenimiento de límites (en el sentido de la preservación de una identidad distintiva frente a una sociedad de destino, límites culturales que pueden mantenerse como una resistencia intencional a la asimilación e intenta enfatizar que los migrantes cultivan prácticas socioculturales de sus países de origen).

En el contexto de su investigación, señaló que hay alrededor de 250 mil latinoamericanos en el Reino Unido, de los cuales 145 mil viven en Londres: “Esto corresponde a las diferentes redes que han estado estableciendo los latinoamericanos a lo largo de décadas. Esta migración tiene su origen en la década de 1970 con la salida de chilenos y uruguayos que intentaban escapar de las dictaduras en sus países”.

Destacó que, en los años 90, esta migración comenzó a diversificarse conforme los países latinoamericanos renegociaban deudas, cambiaban sus estructuras socioeconómicas y desmantelaban derechos laborales. A esto se sumó el declive económico y el debilitamiento de la asistencia social.

Con la crisis económica del 2018, dijo, muchos migrantes establecidos en España decidieron emprender una segunda migración hacia el Reino Unido. “Brasileños, colombianos, ecuatorianos, peruanos, venezolanos y bolivianos conforman los grupos nacionales más representativos”, seguidos de salvadoreños y mexicanos.

Los migrantes latinoamericanos, subrayó, se definen como una comunidad y éste ha sido un término muy importante para poder movilizarse y reclamar algunos derechos, “incluso el reconocimiento como grupo étnico para poder tener acceso a servicios

Durante su exposición, el Dr. Morales mostró un mapa que le permitió detallar la forma en que la población de migrantes latinoamericanos se ha distribuido en el Reino Unido bajo distintos intereses y condiciones de vida.

Asimismo, compartió algunas imágenes -relevantes para su trabajo de investigación- de lugares donde los migrantes han desarrollado redes de apoyos o asistencia de otros migrantes, y ONGs, que les han permitido mantener, por ejemplo, una actividad económica y productiva, aspectos que también permiten explicar cómo estos migrantes han logrado su permanencia en el país y hacen llegar remesas a sus lugares de origen.

Mencionó que este fenómeno también refleja la forma en que Londres y otras ciudades se han transformado por procesos globales de migración. Los lugares presentados en esas imágenes “para mí representan un signo. Este signo ofrece rastro de acciones situadas a lo largo de un continuum histórico; nos permite “seguir los cambios y las transformaciones de un orden social que llegamos a distinguir a través de una compleja organización semiótica del espacio”.

Preguntarse si estos signos son permanentes, temporales, a quién van dirigidos y quién los produce “son preguntas importantes porque acompañan el proceso de intentar entrar a los sitios donde uno pretende hacer la investigación”.

Aseguró que es muy importante considerar la presencia del investigador en el trabajo de campo como un factor determinante en la propia investigación. Externó que en los 5 meses que tuvo para hacer la recopilación de datos -acompañando a las personas en sus actividades- la experiencia también fue complementada por supuestos y experiencias sociohistóricas que influyeron en las decisiones de la investigación, entre ellas, el hecho de ser latinoamericano y hablar español, aspecto que podría facilitar el acceso a los distintos espacios sociales que se pretenden investigar y documentar.

Al compartir algunas de sus experiencias personales durante ese trabajo de campo -cómo es que identificó los lugares para contactar a posibles participantes en el estudio, algunos de los desafíos y contradicciones que encontró al tratar de entrar a los sitios donde convivían o trabajaban las personas con las que intentaba establecer un diálogo- también reflexionó sobre la importancia que tiene construir bases de confianza con los posibles participantes para acceder a “esas realidades sociales que uno busca documentar y comprender”.

Habló de una herramienta metodológica primordial para la recopilación de datos: las entrevistas de historias de vida, “que consisten en todas las historias y unidades de discurso asociadas como las explicaciones, las crónicas, y la conexión que hay entre ellas, y que puede contar un individuo durante el curso de su vida”.

“La historia de vida permite explorar las identidades sociales de la persona; la trayectoria y la experiencia, en este caso migratoria, del individuo, y se puede contrastar con entrevistas estructuradas”.

La historia de vida “es una herramienta de análisis interdisciplinar porque podemos ver la identidad social, fenómenos lingüísticos y metalingüísticos dado que, conforme las personas narran y explican eventos sobre sus vidas en determinados contextos, pueden observarse diferentes unidades de análisis”.

“Las historias de vida pueden acercar al investigador tanto a la micro experiencia de la producción narrativa como a lo macro”, puntualizó.

Explicó que durante la realización de las entrevistas a los participantes y conforme las personas narran sus historias de vida, existe un elemento de co-construcción en los eventos narrados que contribuye a la dirección de los temas. “Las preguntas que uno llega a hacer para comprender mejor las experiencias pueden alterar la dirección del evento narrado y pueden revelar los supuestos del investigador”.

El Dr. Morales enfatizó que, si bien las historias de vida son un método importante y muy útil, tienen un elemento humano que se debe reconocer: “se centran en el ser humano y pueden mitigar las experiencias adversas que las personas llegan a narrar; son el vehículo por el que las personas ponen en primer plano su prerrogativa de comunicación, de comunicar sus experiencias y sus necesidades”.

Al cierre de su exposición, el ponente enfatizó que al hablar con los participantes en su estudio y al escuchar sus narraciones, surgían unidades de análisis muy interesantes que iban entrelazando con ideologías tanto lingüísticas como no lingüísticas. “Cuando tenemos este tipo de información, vale la pena preguntarse qué tipo de ideologías surgen en las narrativas de los participantes y hasta qué punto las ideologías lingüísticas hacen intersección con otro tipo de ideologías de manera que podamos comprender la constitución de las relaciones sociales y las experiencias de las y los participantes en una sociedad de destino”.

1 F. Daniel Morales Hernández es doctor en sociolingüística y estudios de migración por la Universidad de Southampton, Reino Unido. Ha sido becario Fulbright para el intercambio de docentes de idiomas entre México y Estados Unidos y sus intereses de investigación incluyen ideologías y políticas lingüísticas, identidad, análisis de narrativa, discurso y etnografía.

Entre sus publicaciones se encuentran: “You know what we latinos are like”. Intragroup relations among outsourced Latin American workers (2021; Language and Intercultural Communication) y “Una lengua una nación”. Fronteras lingüísticas, sociales y políticas en la migración latinoamericana al Reino Unido (en prensa; Migraciones Internacionales. El Colegio de la Frontera Norte). Es profesor/investigador en la Facultad de Lenguas y Letras de la Universidad Autónoma de Querétaro.