Diccionario intercultural e interlingüístico

Conferencia

El 7 de septiembre, en el auditorio José Vasconcelos del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM, se realizó la conferencia Diccionario intercultural e interlingüístico¸ a cargo del Dr. Francisco José Manjón Pozas, especialista en semántica y tipología lingüística, de la Universidad de Granada.

El Dr. Manjón habló del Diccionario intercultural e interlingüístico que se trabaja en aquella Universidad con la finalidad de ofrecer una herramienta a traductores y docentes del español como lengua extranjera.

Mencionó que se trata de un proyecto que lleva alrededor de 3 años y que nació de una necesidad planteada por colegas del área de Traducción de la Universidad de Granada: “querían saber si estaban siendo rigurosos a la hora de traducir, adaptar terminología culturalmente muy específica del español”, en el caso de guías de viaje, folletos turísticos relacionados con costumbres, fiestas, visitas a monumentos, etc.

“Pensamos que, tal vez, lo que faltaba era una herramienta de referencia”, dijo. “Evidentemente, los propios traductólogos y traductores hacen publicaciones en las que se preguntan: ¿Cómo he resuelto el problema de traducción de tal obra? -una obra de García Márquez, de Carlos Fuentes, por ejemplo- “.

Explicó que esas soluciones no suelen trasladarse fácilmente a otros ámbitos, y que por ello debía desarrollarse un material de referencia que los traductores pudieran consultar para, al menos, tomar una decisión sobre cómo traducir o adaptar un determinado término, una fraseología compleja, términos culturales muy específicos de difícil adaptación no sólo a otras lenguas sino a otras formas de ver el mundo, a otras culturas.

A esto se unen las necesidades de profesores de español como lengua extranjera, es decir, “profesores de español que imparten clases de español para alumnos procedentes de todo el mundo”, quienes tienen que elaborar materiales, por ejemplo, para estudiantes con cursos a la medida.

Preparar esos materiales es complicado, “a veces preparamos el material y no sabemos cómo explicarles a estos alumnos, la fiesta del corpus Cristi en Granada. Necesitamos contar con referencias, con unas técnicas, para hacerlo correctamente”.

Señaló que “de ahí surgió la idea del Diccionario intercultural e interlingüística”, y que “está planteado como una herramienta para saber cómo solucionar un problema concreto que tenga que ver con un rasgo cultural concreto”.

La parte intercultural tiene que ver con los estudios de interculturalidad presentes en las ciencias sociales y las humanidades, apuntó, “pero la lingüística nunca había tenido una presencia muy importante. Se consideraba como algo difícilmente sistematizable”.

Destacó que, al presentarse problemas con los referentes culturales, marcas culturales, términos o elementos culturales, culturemas, etc., “pensamos que una buena forma de abordarlos era desde el ámbito no de las técnicas de traducción que se aplican mejor al léxico específico…” la respuesta está en la lingüística cultural, en la antropología lingüística”.

Asimismo, “pensamos que tenemos que partir de la noción de culturema*. Por lo tanto, un diccionario cultural o intercultural será un diccionario basado en ese concepto”.

Según Luque Nadal, precisó, el culturema “es cualquier elemento simbólico, específico, cultural (puede ser simple, puede ser un término, puede ser complejo, una asociación de ideas) que corresponda a un objeto, idea, actividad o hecho, suficientemente conocido entre los miembros de una sociedad, que tenga valor simbólico y sirva de guía, referencia o modelo de interpretación o acción para los miembros de dicha sociedad”.

El Dr. Manjón destacó que esta definición introduce la idea de que “tiene que ser conocido entre los miembros de una sociedad”, y esto es interesante porque es necesario considerar que “los culturemas pasan de moda, cambian, se dejan de usar, o dejan de ser referente para una parte de la sociedad”.

“El culturema sólo vale si se puede aplicar, si sirve de guía o de referencia en un momento dado. Si es algo que ya no sirve de guía o de referencia no debería tener cabida en un diccionario”, afirmó.

Se refirió a otra definición de culturema -elemento verbal o paraverbal que posee una carga cultural específica en una cultura y que, al entrar en contacto con otra cultura a través de la traducción, puede provocar un problema de índole cultural entre los textos origen y meta-, para decir que éste puede ser “la gestualidad, los patrones entonativos.

“Si yo no adapto bien un culturema puedo generar un problema. Todos sabemos que dependiendo de los ámbitos en los que nos movamos, la responsabilidad del traductor a veces es terrible”.

Externó que, entre la lingüística aplicada y la lexicografía, se había dado un diálogo de sordos.

“Los lexicógrafos se centraban en la ideal del rigor como objetivo principal de una obra lexicográfica -los académicos de la Academia de la Lengua piensan que el Diccionario de la Academia es riguroso, y todos sabemos que presenta una cantidad de problemas terrible. Todavía estamos esperando un diccionario panhispánico que sirva a toda la comunidad- “.

Afirmó que el problema es la ventana a través de la que miramos. En este sentido, “la traducción y adaptación correcta de términos culturales puede favorecer el préstamo lingüístico, favorece que un término que se ha estado usando en otra lengua pueda pasar a otra porque se adecúe bien a las necesidades de esa cultura y de esa lengua”.

El especialista subrayó que “el léxico de las lenguas se ha formado así. Gran cantidad del léxico de nuestra lengua procede de calcos semánticos, préstamos, en un proceso muy largo”.

Habló del “caso hispánico”. Dijo que son evidentes las diferencias léxicas que existen entre las diferentes variedades de eso que llamamos español. “El principal problema lexicográfico que nos hemos planteado en este proyecto es la mutabilidad del culturema”.

Detalló que hay algunos culturemas que tienen un recorrido de mucho tiempo y que se han estabilizado en la lengua -aun cuando pierdan su referencia inicial-, y que hay otros de la lengua actual de los que no sabemos cuál será su recorrido -si van a estar vinculados a una moda concreta, si van a cambiar, si van a permanecer en el español- .

Ejemplificó con culturemas que son usados en algunas regiones específicas de España para explicar que no en todos los lugares de habla española se utilizan los mismos, que hay variaciones lingüísticas y que, por lo tanto, no son referentes para todos.

Visto lo anterior, dijo que un problema en la conformación del diccionario es “qué temas abordar”, e hizo referencia al trabajo del lingüista estadounidense Eugene Nida, quien estableció que para hacer algún tipo de glosario de referencia para que un traductor pudiera trabajar cómodamente, había que considerar 5 grandes ámbitos que provocan problemas de traducción porque están llenos de términos culturalmente específicos: la ecología, la cultura material, la cultura social, la cultura religiosa, y la cultura lingüística.

Dijo que, si bien han surgido algunas variantes de esa clasificación, “en esos 5 ámbitos se concentran -al menos en español- la mayor parte de los culturemas y fraseologismos de difícil traducción a otras lenguas.

Expuso distintos ejemplos del trabajo que se ha hecho en la conformación de fichas para el Diccionario, algunos de ellos, a partir del ámbito del “patrimonio cultural”, basados en la terminología de una guía turística de Andalucía con aspectos como obras arquitectónicas, técnicas agrícolas, lugares conocidos y emblemáticos, festividades, instrumentos musicales, y atuendos tradicionales; explicó el proceso de traducción que se ha desarrollado para cada culturema, y las soluciones propuestas para cada uno de ellos.

Asimismo, hizo referencia a las técnicas o estrategias utilizadas -adaptación, amplificación, equivalente acuñado, descripción, generalización, calco, particularización, préstamo puro-en los procesos de traducción.

Al cierre de su ponencia, y al preguntar ¿Qué se hace con esto?, el Dr. Manjón dijo que el proceso final de un culturema es la colocación. “Cuando un culturema se arraiga en la lengua, después de mucho tiempo, se transforma en una expresión hecha que queda ya fijada”.

“El dominio de una lengua pasa por el dominio de las colocaciones a nivel léxico”. Subrayó que esta es una parte que habrá que abordar en el Diccionario, un poco más sencilla en cuanto a codificación, pero con las mismas dificultades en cuanto a traducción sobre todo si no existen términos equivalentes en la lengua meta.

* Juan de Dios Luque Durán (hasta hace poco director del proyecto presentado) dice que los culturemas son unidades semióticas que contienen ideas de carácter cultural con las cuales se adorna un texto y también alrededor de las cuales es posible construir discursos que entretejen culturemas con elemento argumentativo.