Especialistas hablan de lenguas, lingüística, traducción e interpretación

Plenarias de la Jornada académica para celebrar el 5° aniversario de la ENALLT

La Jornada académica para celebrar el 5° aniversario de la ENALLT contó con la participación de destacados docentes en la enseñanza de lenguas y especialistas de la lingüística, la traducción y la interpretación, quienes compartieron interesantes reflexiones, experiencias profesionales y conocimientos en 3 sobresalientes ponencias.

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*Al pensar en la ENALLT no puedo sino visualizar un frondoso, robusto y hermoso roble plantado en el centro mismo del campus universitario que crece y se ramifica cobijando y dando certeza al futuro de sus estudiantes: Javier Vivaldo Lima

La primera participación fue del Dr. Javier Vivaldo Lima, especialista en educación y docente tanto en la UAM Iztapalapa como en la UNAM, quien habló de La ENALLT y su contribución en la formación humanística de estudiantes universitarios del siglo XXI.

Durante su ponencia, el Dr. Vivaldo expresó: “Por mi raza hablará el espíritu. El lema de la Universidad Nacional Autónoma de México acuña en su esencia el espíritu mismo de la comunicación, de la vocación humanística de la Universidad, y la visión seminal de José Vasconcelos de lo que debería estar al centro de la función de nuestra Máxima Casa de estudios: el intercambio universal de ideas, de visiones del mundo, en un diálogo profundo y honesto entre razas, entre individuos y entre naciones”.

En sus propias palabras, “la primacía de la comunicación universal entre razas y naciones, del diálogo intercultural, constituyó la piedra angular de los cimientos y de la razón de ser de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción al abrir sus puertas el 24 de marzo del 2017”.

Destacó la importancia central que tiene la enseñanza de lenguas extranjeras - en el contexto actual para comprender la realidad de las y los otros.

También se refirió a la vigencia y la trascendencia de las funciones que asume la ENALLT en nuestro país, a partir de la reflexión de académicos vinculados al desarrollo de políticas educativas de enseñanza de lenguas extranjeras que consideran primordial la necesidad de formar ciudadanos y líderes globales con competencias transculturales que permitan ver con los ojos de otros para comprender cómo resolver los complejos problemas que enfrentamos.

“Es precisamente éste, el desafío de formación que asume la Universidad Nacional Autónoma de México a través de su Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción”, enfatizó.

¿Qué implica aprender una segunda lengua?, planteó el Dr. Vivaldo.

“El aprender una lengua distinta a la propia constituye uno de los aprendizajes más apasionantes, complejos, desafiantes y determinantes en los que puede enfrascarse un ser humano”.

Dijo que aprender una lengua distinta a la propia, trasciende a la persona y permea de una manera sutil pero inexorable a las generaciones que le siguen.

“Permea también otros aprendizajes; el primero, sin duda, el de la lengua materna y modifica de manera tajante y definitiva la forma de percibirse a uno mismo, de ver el mundo y de entender la propia realidad y la de otros”.

Precisó que, al aprender una segunda lengua, los estudiantes se ven en la posibilidad de participar en programas universitarios de movilidad internacional, desarrollan competencias interculturales, de comunicación, de recepción, de exposición y de acceso a nuevos conocimientos que les dan certeza al insertarse al campo profesional.

“Puede concluirse que el aprendizaje de lenguas extranjeras constituye el elemento sine qua non de la formación humanista en el contexto de la educación superior”.

Afirmó que la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción de la UNAM constituye un bastión de la educación humanística en México.

“La ENALLT no se reinventa, se construye y consolida día a día a partir de la experiencia acumulada por generaciones de docentes e investigadores que la antecedieron; se fortalece, se afianza en sus raíces y muestra ser un referente central de lo que es y debe ser la educación humanista en idiomas en un mundo que se debate en las incertidumbres asociadas a la falta de diálogo y de entendimiento”.

Además de la importante misión de la ENALLT en la enseñanza de lenguas, subrayó la relevante labor de la Escuela en la formación de formadores, así como en la formación de profesionales que cursan sus programas de licenciatura y posgrado; programas caracterizados por la “excelencia, innovación y vanguardia de sus enfoques teóricos, pedagógicos y metodológicos”.

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*Las lenguas humanas tienen elementos y reglas como las matemáticas y los juegos pero el sentido de sus expresiones no se deduce de ellos sino de la experiencia humana del mundo y su permanente búsqueda de significarla: Luis Fernando Lara Ramos

La segunda participación fue del Dr. Luis Fernando Lara Ramos, especialista en lingüística y literatura hispánicas y director del Diccionario del Español de México, con la ponencia: Lenguajes extraterrestres.

“Hoy en día y seguramente por mucho tiempo más, el tema de los lenguajes extraterrestres forma parte de la ciencia ficción”.

Pero ¿Se trata de un tema que distrae la atención de estudiantes universitarios de lingüística y lenguas?

Planteó la Lingüística como una ciencia prospectiva.

“Preguntarnos cómo comunicarnos con unos seres absolutamente extraños, como suponemos serán los habitantes de otros mundos, nos obliga a entender a profundidad, primero, lo que es la facultad humana del lenguaje para después poder imaginar lo que podría ser un medio de comunicación con ellos”.

También nos obliga a “apreciar mejor lo que es la naturaleza social de las lenguas reales. Toda lengua es dialógica. Requiere un emisor y un receptor. De ninguna manera puede existir una lengua solipsista”.

Asimismo, a prepararnos para el descubrimiento de que, en efecto, haya seres extraterrestres.

“Echemos a volar la imaginación como lingüistas”, dijo el Dr. Lara, “y tratemos de que en particular los matemáticos pongan los pies en la tierra”.

Relató que desde el siglo XIX ha habido quienes se plantean cómo entrar en comunicación con seres extraterrestres.

Hay quien propuso, por ejemplo, colocar espejos sobre la superficie de la tierra iluminados con lámparas para transmitir mensajes luminosos; y también hay quien propuso construir un radiotelescopio (Arecibo, Puerto Rico) que, entre otras cosas, “sirvió para hacer el primer intento de recibir mensajes extraterrestres en el llamado Programa SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence)”.

El cine y la televisión de ficción, apuntó, “nos han acostumbrado, sobre todo, a la posibilidad de una invasión extraterrestre”; y ejemplificó con la historia de Herbert George Wells, La Guerra de los mundos, publicada en 1898; Encuentros cercanos del tercer tipo; La llegada, y Contacto de Carl Sagan.

Dijo que Star Wars, en cambio, “emocionante y espectacular”, no contribuye en nada a la pregunta de cómo comunicarnos con extraterrestres y “cómo conocer su extrañeza abundantemente representada en los diversos seres que la pueblan -desde los entrañables Yoda y Chewi hasta el gánster Jabba The Hutt”.

Explicó que toda la imaginación de físicos, matemáticos e ingenieros se ha centrado en dos temas: la transmisión de mensajes y los mensajes mismos; mensajes que tendrían que llegar a “un cúmulo de estrellas situado a 22 mil años luz de la Tierra”.

Al exponer la posibilidad de que seres extraterrestres descifraran mensajes visuales creados por seres humanos, el Dr. Lara planteó el supuesto de que tales seres tendrían que poseer ojos como los humanos o que tendrían que interpretar las ondas visuales que percibimos y regenerarlas en un medio sensorial correspondiente al de nuestra vista, a través de una especie de interfaz. Aún en la actualidad, resaltó, persiste la pregunta: ¿Cómo hacer para comunicar las instrucciones para leer un mensaje terrícola?

Estas propuestas de comunicación extraterrestre, en palabras del Dr. Lara, plantean “la idea de que es posible un lenguaje autoexplicativo; es decir, que no requiera de un intérprete que no requiera de un traductor, que no requiera de alguien que de las instrucciones de cómo interpretarlo. Para un lingüista esto es una necesidad obvia”.

¿Funcionaría la lógica como metalenguaje?, ¿Podría existir un metalenguaje para las lenguas?, ¿Querrían los extraterrestres establecer comunicación con nosotros?

“No puede existir un metalenguaje que funde una lengua humana”, aseguró.

Puntualizó que la gran mayoría de los científicos interesados en emitir mensajes en busca de civilizaciones extraterrestres ha elaborado complicadas propuestas de lenguajes orientadas a una comunicación de conceptos matemáticos, de hechos físicos y astronómicos, que suponen conocimientos necesariamente universales.

Sin embargo, “las matemáticas son un lenguaje cuyas reglas de composición son claras y unívocas, pero en sí mismas no dicen nada acerca del mundo. Sólo lo hacen cuando son instrumento de la física, la astronomía y aquellas ciencias que han logrado matematizar sus conocimientos”.

La transmisión del lenguaje matemático, reflexionó, “podría llevar a los extraterrestres a aprender el juego, quizá a hacerlo corresponder con sus propias matemáticas”. Pero, y la realidad de la Tierra, nuestras ideas, nuestras costumbres, nuestras artes, nuestra diversidad cultural y lingüística, nuestra capacidad metafórica, ¿cómo las conocerían?”

Hizo referencia a las investigaciones sobre el lenguaje en distintas especies animales para decir que “lo característico de un lenguaje como las lenguas humanas es la ilimitada combinabilidad de sus signos y, gracias a ella, la ilimitada capacidad de expresar ideas que rebasan los primitivos mensajes destinados a la inmediata supervivencia”.

“El universo no está escrito en matemáticas. Las matemáticas son resultado de la facultad humana del lenguaje para interpretar el universo”.

Propuso que quizá Carl Sagan tenía razón al introducir en las sondas Voyager una enciclopedia de la vida. “Si hubiera agregado textos escritos o hablados, la explicación de los objetos contenidos en ella, los lingüistas extraterrestres podrían tratar de entender nuestros mensajes y tratar de dialogar con nosotros”.

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*No puedes interpretar lo que no oyes, cómo, con qué construyes si la comprensión es la primera fase de la interpretación: Georganne Weller Ford

La tercera participación fue de la Dra. Georganne Weller Ford, lingüista, intérprete y traductora, con la ponencia Los siguientes 40 años de la ENALLT: perspectivas en los campos de la traducción e interpretación.

En la apertura de su exposición, dijo que hay mucha confusión entre la interpretación y la traducción, a nivel profesional. Sucede que a veces puede creerse que se necesita de un traductor cuando en realidad se necesita de un intérprete.

Destacó que las diferencias principales entre la interpretación y la traducción tienen que ver con la lengua oral y la lengua escrita.

“El lenguaje escrito lo tenemos delante de nosotros casi tangible -puntuación, etc.-, que compensamos con factores paralingüísticos dentro de lo que es el lenguaje oral”.

Dijo que, a diferencia de México, en Europa hay muchísimo material publicado acerca de la interpretación, sobre todo de conferencias. “Una cosa que señalan enseguida es que la palabra escrita permanece, perdura a través del tiempo, -que es una ventaja y una desventaja para los traductores- y, en cambio, la palabra oral se va, desaparece, no es tangible”.

Apuntó que, “a veces, a través de las grabaciones, los intérpretes también tienen que asumir la responsabilidad de lo que dijeron, pero hay muchas diferencias”.

Explicó que no sólo se trata de diferencias lingüísticas las que permean el campo de trabajo de los traductores y los intérpretes, sino que hay que tomar en cuenta otros factores extralingüísticos.

En este sentido, la labor de los traductores no es sencilla. Debe considerarse que es muy difícil entender los textos escritos porque varían muchísimo en el estilo, en el contenido. “Muchas veces no sabemos a quién van dirigidos”.

Para los intérpretes, “igual o peor, porque de repente hay que ponerse en la mente del orador -nos tocan acentos, saber qué nivel de lengua va a utilizar-. Hay oradores que hablan muy rápido, sin pausas, parece que no respiran”, y precisó que ayuda mucho para entender la idea, el contexto, contar con un buen orador.

En el caso de los traductores, “no es cuestión de pasar la idea de una lengua a otra”, sino de redactar bien en la lengua meta. “Los traductores tienen que estar al tanto de todo lo que acontece en sus dos, tres o cuatro idiomas”.

Pasa lo mismo con los intérpretes, señaló. “Los intérpretes en tribunales”, por ejemplo, “tienen que estudiar muchísimo, ponerse al tanto de cuál es el juicio o la declaración jurada que van a interpretar. Muchas veces, uno carece -por problemas de confidencialidad- de los textos que uno necesita para avanzar”.

De acuerdo con la Dra. Weller, tanto traductores como intérpretes deben contar con habilidades que les permitan enfrentar desafíos que constantemente plantea su profesión, entre ellos, reconocer las variantes de las lenguas de trabajo y estar conscientes de que trabajar con variantes implica procesar los mensajes de entrada en mayor o menor tiempo. “El factor tiempo es uno de los aspectos que más marcan la diferencia entre traductores e intérpretes”.

La ética es un aspecto muy importante: “¿Hasta dónde podemos, en el caso de los traductores, adaptar un texto para que nuestro público lo entienda mejor?”

Resaltó que los intérpretes también tienen este problema: “tal vez peor porque es una decisión, en el momento, de cómo acomodar -repentinamente- el mensaje”.

“La lengua es comunicación”, subrayó. “Para que haya comunicación hay un transmisor que está realmente recibiendo un mensaje en la lengua fuente, en la lengua que se está empleando en una sesión de interpretación. El intérprete es una especie de puente. No es el destinatario final”.

Aclaró que “a muchos intérpretes, cuando están iniciando la carrera, se les olvida que el mensaje no va para ellos. El mensaje va para un público. Entonces, nosotros estamos como mediadores lingüísticos, como puente”.

Aquí, dijo, es donde surge el problema de la ética, de la competencia o la incompetencia.

“En unos segundos tienes que hacer llegar el mensaje intacto, dentro de lo que cabe, al público receptor. No es una tarea fácil porque interviene también la cultura” y lo que ella llama: ruido externo y ruido interno.

“Esta red de comunicación refleja la realidad de la labor de los traductores y de los intérpretes”, enfatizó.

“Para mí, las tareas de traducción, de interpretación y de una nueva carrera: localización, pertenecen a la Lingüística”.

¿Qué puede hacer un traductor o un intérprete si no domina la fonología, la fonética, la morfología, la sintaxis, la semántica?, ¿cómo aplicar estos conocimientos en la práctica?, ¿cómo competir en el campo laboral?

“La enseñanza de lenguas es un ejemplo de cómo aplicar los conocimientos de la Lingüística a la enseñanza de los idiomas. Igual la interpretación y la traducción. Los intérpretes y los traductores son ejecutores de la Lingüística”.

De ahí la relevancia de la educación formal y continua.

Puedes acceder a los videos de las ponencias ofrecidas por los Dres. Javier Vivaldo Lima y Luis Fernando Lara Ramos en el siguiente vínculo de nuestro canal de YouTube Eventos ENALLT:

https://www.youtube.com/watch?v=0fFSskIHi_0&t=5s

También puedes escuchar la ponencia de la Dra. Georganne Weller Ford, en el siguiente vínculo:

https://www.youtube.com/watch?v=iguFRoBqmCw&t=4748s

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