Entrega de Diplomas a Asesores de Centros de Autoacceso de Lenguas Extranjeras (FACAALE)

Ceremonia

“La educación de hoy debe responder a las necesidades de nuestra sociedad”: María del Carmen Contijoch Escontria

“Ciertamente, el aprendizaje autodirigido muestra muchas bondades, y sólo a través de diplomados como éste se pueden realmente apreciar”.

Así se expresó la Dra. María del Carmen Contijoch Escontria al encabezar, el 12 de abril, la ceremonia de entrega de diplomas a la generación 14 grupo 23 del Diplomado de Formación de Asesores de Centros de Autoacceso de Lenguas Extranjeras (FACALE).

“Ustedes son la viva imagen de lo que un proceso de aprendizaje puesto en marcha requiere, ya que ustedes en verdad vivieron esa autonomía, conocen los grandes retos, pero también conocen la satisfacción que da el haber conocido las dificultades encontradas”.

La Dra. Contijoch dijo a los nuevos asesores de centro de autoacceso que ahora tienen encomendada una gran misión: “compartir su experiencia académica en áreas sustantivas”; es decir, en áreas como llevar a los alumnos desde el aula al proceso de autonomía, iniciarlos y conducirlos hasta que logren ser autónomos en el aula y en el propio centro de autoacceso.

Asimismo, agradeció a los asesores que acompañaron a los integrantes de esta generación del diplomado para convertirse en asesores de centros de autoacceso.

“Los felicito por este gran logro”, externó, “ahora llevan un sello adicional. Son asesores pero no son egresados de cualquier institución. Son asesores egresados de esta gran Universidad. Lleven con orgullo su diploma”.

Durante el acto, la Mtra. Virginia Mercado, representante de los tutores del diplomado, dijo que es importante repensar el rol de los asesores. “Hoy es el día para iniciar este ejercicio de reflexión que debería hacérsenos un hábito.”

“Hoy ustedes cierran una etapa que complementó su formación docente con nuevas experiencias de estudio y herramientas específicas para recibir, atender, asesorar a los usuarios, diseñar material didáctico para desarrollar habilidades lingüísticas, formar a los estudiantes en autonomía, diseñar fichas de estudio, talleres de formación del aprendiente, buscar y aprovechar los recursos de internet, entre otras tantas actividades”.

¿Qué sigue ahora?, planteó la Mtra. Mercado, ¿Qué hacer con las experiencias y los conocimientos adquiridos?, “El conocimiento docente es dinámico, una suerte de enorme bolsa de recursos teóricos y, si me permiten la palabra, experienciales que viene de muchísimas fuentes”, entre ellas, nuestra experiencia como estudiantes y usuarios de idiomas, nuestra formación como universitarios, nuestra experiencia de vida, y nuestra experiencia docente.

“Repensar nuestro rol, implica entonces repensar la institución, el perfil de los usuarios, el trabajo con los colegas para comprender si estamos siendo todo lo eficientes que podemos ser de acuerdo a nuestra propia visión de la enseñanza-aprendizaje de idiomas, y de acuerdo a las expectativas de los usuarios, generalmente jóvenes que en su mayoría necesitarán los idiomas para su desarrollo personal y profesional”.

Señaló que la labor de los asesores de centros de autoacceso necesita mucho más que los conocimientos adquiridos: buen humor, aceptación de las condiciones de trabajo, y una gran imaginación y entusiasmo para impulsar las tareas de los centros de autoacceso con los recursos con los que se cuenta.

“Existen centros de autoacceso que nacieron y que fueron capaces de ir adaptando su rol a las necesidades institucionales y personales de los usuarios, y también a los cambios que genera el paso de los años; pensemos, por ejemplo, en los recursos digitales ilimitados que el internet provee hoy”.

La Mtra. Mercado dijo a los egresados: “El hecho de que ustedes hayan tomado este diplomado indica, en gran medida, que sus instituciones consideran los centros de autoacceso y la formación profesional de ustedes como recursos valiosos”.

Y puntualizó: “los invito a reflexionar para que, como miembros selectos de esta sociedad, en el sentido de que tuvimos la oportunidad de tener acceso a una educación prolongada y a especializarnos, podamos tener un rol activo acorde a las necesidades de nuestros usuarios, de nuestra institución, y por qué no, también del país”.

Con un mensaje de agradecimiento y reconocimiento a la UNAM y a la ENALLT, la Mtra. Patricia Amaya Berber, egresada del Diplomado, expresó que trabajar como asesor de mediatecas requiere de una gran preparación. “Considero que realizar tan importante labor no debe tomarse a la ligera y que debe llevarse a cabo de manera profesional porque nuestros alumnos merecen nuestro mejor esfuerzo y desempeño”.

En este sentido, enfatizó, el Diplomado Formación de Asesores de Centros de Autoacceso de Lenguas Extranjeras constituye un reto y un acierto ya que el motivo principal es formar alumnos con la mayor calidad y ser un ejemplo de superación continua.

“El estudio independiente nos remite a un proceso en el que la responsabilidad de aprendizaje recae fundamentalmente en el estudiante y conlleva un proceso de reflexión y autoevaluación”.

Apuntó que “indudablemente, las experiencias de aprendizaje, con las actividades y tareas diseñadas nos dieron la posibilidad de vincular el estudio de los contenidos del diplomado con el trabajo que realizamos en nuestras instituciones”.

“El intercambio de ideas, materiales y experiencias evidentemente enriquecieron nuestra práctica docente”.

Al cierre de la ceremonia, la Mtra. Haydée Venosa Figueroa, responsable académica del diplomado, se refirió a la importancia de formar estudiantes autónomos y de formar asesores “en un proceso que sabemos que inicia pero que, en el mejor de los casos, no termina”.

Dijo que para muchos, este proceso representa un reto que muy pocos logran alcanzar pues no sólo se trata de aprobar un curso, sino de transformar paradigmas, de tener claro que esa transformación puede durar toda la vida. “Y es que hablar de autonomía no sólo tiene que ver con la enseñanza-aprendizaje de lenguas, no solamente tiene que ver con aprender una cultura o responder a ciertos retos de la cotidianidad. A mí me parece que tiene que ver con una forma de vida”.

Desde la acción educativa, explicó, la formación del aprendiente empieza en el momento en que éste tiene la intención, el deseo, o bien, la necesidad de aprender una lengua fuera del espacio común, fuera del salón de clase, sin la figura típica y cotidiana del profesor, pues ya no es suficiente lo que éste ofrece o ya no responde a sus necesidades de aprendizaje.

“El estudiante, en su búsqueda, se desconecta, aunque no por completo, de lo institucional para encontrar un espacio alternativo. En este momento, sabemos que está en su posición de partida específica pero tal vez no delimitada”.

Es aquí, señaló, donde el asesor puede actuar para orientar, guiar o apoyar al estudiante en su proceso de aprendizaje de una lengua extranjera, proceso que comprende 4 etapas: autoconocimiento, autorregulación, autocorrección y autoevaluación.

“Sabemos la influencia y poder que las representaciones mentales pueden tener en el aprendizaje de una lengua y podemos actuar en consecuencia. Ahora, ustedes tienen conocimiento de las diferentes teorías de formación del aprendiente en autonomía y cómo implementarlas en el contexto de los centros de autoacceso; conocen ahora, las diferentes estructuras de apoyo –asesoría, materiales, recursos didácticos– y el funcionamiento del centro de autoacceso”.

Aseguró que no es fácil la transición de profesor de lengua a asesor de un centro de autoacceso, “pues es parte de un proceso de transformación en diferentes niveles que toma tiempo y que requiere de reflexión constante, de autocrítica, autoformación y autorregulación”, parte del quehacer como guía en una forma alternativa de aprendizaje.

Durante esta ceremonia fueron entregados 9 diplomas.

La UNAM ofrece el Diplomado Formación de Asesores de Centros de Autoacceso de Lenguas Extranjeras (FACAALE) con opción de titulación a estudiantes inscritos en carreras afines.