El efecto invernadero, el calentamiento global y nuestra salud
TEMA: Salud ambiental
El efecto invernadero es un fenómeno natural, que se ha producido habitualmente a lo largo de la historia de nuestro planeta. Es el responsable de que la superficie terrestre mantenga el calor suficiente como para albergar la vida. Es el resultado de la presencia de ciertos gases en la atmósfera, como el dióxido de carbono y el vapor de agua, que absorben la energía solar y la devuelven a la superficie terrestre. Si no ocurriese esto, la energía solar reflejada volvería al espacio, de modo que la superficie terrestre tendría, como media, una temperatura de unos 33ºC menos de la que tiene.La cantidad de gases de efecto invernadero ha cambiado a lo largo de los tiempos geológicos, lo que ha dado lugar a periodos glaciales y a periodos cálidos. Pero a lo que nos enfrentamos ahora es a un incremento artificial y rápido de la concentración de dióxido de carbono, procedente de la actividad humana, y que está dando lugar a un aumento significativo de las temperaturas medias.
El clima de la Tierra nunca ha sido estable, de modo que el cambio climático es la regla, no la excepción. La diferencia es que ahora la causa es la especie humana. Nunca antes una especie había intervenido con tanta intensidad ni había tenido tanta capacidad para alterar el medio ambiente.
Los cambios climáticos pueden afectar la salud de las personas. Entre los efectos directos del cambio climático en la salud se pueden incluir las lesiones y enfermedades ocasionadas por condiciones meteorológicas extremas, sobreexposición al calor e inundaciones; el aumento de casos de enfermedades asociadas con alergias y problemas respiratorios así como las transmitidas por insectos o a través del agua; y las amenazas a la seguridad y disponibilidad de fuentes de agua y de alimentos. Se puede decir que la peor sequía de los últimos 50 años dejó a más de 10 millones de personas sin abastecimiento de agua. En China, más de 300 millones de personas de las áreas rurales soportan escasez de agua potable.
Otros efectos menos directos pueden incluir preocupación, depresión y el impacto negativo de migraciones masivas y conflictos regionales.
Si queremos sobrevivir, nuestra única opción es alterar nuestros hábitos como especie. Si no evitamos la expulsión a la atmósfera de CO2, las temperaturas crecerán rápidamente. Pero si actuamos ahora, todavía podemos salvarnos a nosotros mismos, salvando la biosfera, de la que dependemos absolutamente.