TEMA: Enfermedades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece en su definición que esta debe ir más allá de la mera normalidad física: <<La salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico y social, no solo ausencia de enfermedad>>. En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el concepto es aún más ambiguo: <<Salud es un estado en el que un organismo ejerce correctamente sus funciones>>.
¿Qué determina nuestra salud?
En Canadá, el Ministerio de Salud enfoca la salud de los canadienses desde otra perspectiva. Según el informe de un antiguo ministro de Salud canadiense, Mark Lalonde, existen cuatro determinantes que influyen en la salud de las personas: la biología humana (la información genética que cada individuo trae en sus genes, puede favorecer la aparición de enfermedades o proteger de ellas), el ambiente (factor que proviene del exterior y sobre los cuales el ser humano no tiene control, como la contaminación), el estilo de vida (ejercicio, dieta sana...) y la organización del cuidado de la salud (los servicios sanitarios).
Así como delimitar la salud es difícil, también lo es hacerlo con la enfermedad. Tampoco disponemos de una única definición de enfermedad. Suele decirse que enfermedad es la alteración del estado de la salud normal de un individuo; pero esta definición es excesivamente simplista, ya que para que fuera precisa debería existir un concepto de salud aceptado por todos.
Como resultado de estas dudas, se entiende la enfermedad como una entidad opuesta a la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración o desarmonización del organismo a cualquier nivel. Para muchos historiadores de la medicina, esta concepción tiene su base en la antigua idea del médico griego Hipócrates (ap. 460-380 aC) que explicaba las enfermedades en función de los <<humores>> (los líquidos del cuerpo), cuyos desequilibrios eran la causa de las enfermedades, teoría que desarrollaría más tarde Galeno y que dominaría la medicina hasta la Ilustración. Sea cierto o no, esta herencia hipocrática marcó la ciencia médica hasta mediados del siglo XX.
Más de 1.500 enfermedades y síndromes
Las enfermedades son una construcción social. Suponen un intento de nuestras sociedades occidentales racionalistas de clasificar, catalogar, tipificar y etiquetarlo todo. No se escapa nada, ni siquiera las desviaciones del estado de normalidad de nuestro organismo, que también acaban clasificadas y convenientemente etiquetadas con el nombre de una enfermedad, síndrome o trastorno.
Como resultado de ello, una enfermedad no existe si la sociedad no le ha puesto la etiqueta de tal cosa, ya que solo la sociedad con su reconocimiento construye el catálogo de las enfermedades de nuestro tiempo.
La ciencia médica es la que propone a la sociedad la inclusión de nuevas enfermedades, y normalmente esta las reconoce inmediatamente como tales y las inscribe en su catálogo. Pero si la ciencia duda y no se pone de acuerdo respecto a si un trastorno es una enfermedad o no, la sociedad no acaba de reconocerla como tal. Este es el caso del <<síndrome de fatiga crónica>>, una entidad que provoca un gran malestar en los que la padecen, a lo que se añade que muchos médicos y gran parte de los ciudadanos no creen que exista como tal porque no hay ningún signo externo evidente ni datos diagnósticos objetivos (como alteraciones en las analíticas o imágenes patológicas en la tomografía axial computarizada,TAC) que lo aseguren.
Esta injusta realidad es debida a que la doctrina imperante en medicina es la de la <<Ciencia Médica Hegemónica>> que corresponde al modelo médico que impera en los países occidentales, el que estamos acostumbrados a ver. Es un enfoque que nace de la tradición hipocrática, que también estableció las bases del actual método científico que se aplica en la medicina oficial. Existen otros métodos científicos y otras interpretaciones que se emplean en otras medicinas alternativas, pero no son aceptadas del todo por nuestro sistema sanitario.
Como resultado del abrumador prestigio de la ciencia médica hegemónica, hoy solo se aceptan las enfermedades definidas por su nosología. La nosología es la disciplina encargada de definir y clasificar las diversas enfermedades según una normativa. La más difundida es la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE-10), décima versión, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluye un total de 1.575 entidades que incluyen enfermedades principales junto a otros procesos menos específicos (síndromes, entidades clínicas y trastornos) reconocidos, que son más del doble.