Diagnósticos por medio de la imagen

El éxito de la medicina moderna se basa en el diagnóstico correcto y rápido de las enfermedades. Desde hace bastantes años se vienen utilizando materiales radiactivos en dosis adecuadas para identificar y tratar enfermedades. Otro avance muy importante en lo que se refiere a métodos de diagnóstico fue el desarrollo de la toma de imágenes por resonancia magnética.Por medio de la resonancia magnética se pueden visualizar los átomos de una persona, es un sistema de obtención de imágenes basada en cuatro componentes: un imán extremadamente potente, otros imanes de menor potencia, varios emisores de radiofrecuencias y un ordenador. El proceso recibe el nombre de “magnético” porque se crea un campo magnético que recorre todo el cuerpo del paciente. Al quedar expuestos al campo magnético, los átomos de hidrógeno giran en dos direcciones, una paralela al campo y otra antiparalela. La parte “resonante” de este sistema de escaneo aprovecha la diferencia en el número de átomos que giran paralelos al campo. Unas bobinas situadas en la máquina generan pulsos de radiofrecuencia que provocan el cambio de dirección de giro de los átomos de hidrógeno. Cuando cesan los pulsos, los núcleos se relajan, vuelven a su posición normal y liberan energía. La imagen se consigue por representación de la energía liberada en el proceso. Los huesos contienen poco hidrógeno, por lo que en una tomografía salen como manchas negras. El cerebro contiene mucho hidrógeno, por lo que su aspecto es brillante.

Radiación reveladora

La medicina nuclear (que es una variante de la radiología) utiliza sustancias radiactivas para obtener imágenes de lo que ocurre en el interior del cuerpo de una persona; también se utilizan sustancias radiactivas en pequeñas cantidades para tratar algunos tipos de cáncer.La obtención de imágenes por medio de la medicina nuclear revela más información que la tomografía axial computarizada (TAC) debido a que pone de manifiesto la actividad fisiológica, además de la anatomía. Las imágenes tomadas con medicina nuclear ponen de manifiesto las diferencias entre tejidos sanos y tumores.

La tomografía por emisión de positrones o PET es la técnica nuclear de obtención de imágenes más utilizada ya que aporta información para el diagnóstico de posibles problemas bioquímicos del cuerpo. Proporciona imágenes en las que se observa el crecimiento de un cáncer. Al contrario de lo que sucede con otros sistemas de diagnóstico, como la resonancia magnética o el TAC, el PET pone de manifiesto funciones, y no sólo estructuras anatómicas. Por eso se utilizan cada vez más todas las técnicas de manera conjunta. En un PET, el material radiactivo que se le administra al paciente emite partículas con carga positiva. Estas partículas, denominadas positrones, chocan con los electrones de los tejidos. El choque da lugar a la desaparición de ambas partículas y a la emisión de rayos gamma; finalmente, un programa informático procesa las señales y las convierte en una representación.

Radiación reparadora

Las radiaciones ionizantes dañan el ADN y las células no suelen ser capaces de completar su proceso de división y multiplicarse cuando tienen dañado el ADN. Muchos tipos de cáncer implican una división anormalmente rápida de las células afectadas, y si su ADN recibe radiaciones ionizantes, tienen dificultades a la hora de dividirse. La exposición de las células cancerígenas a las radiaciones vuelve en su contra la característica antes nombrada de su rápido crecimiento, consiguiendo que se autodestruyan.

Desgraciadamente, la terapia radiactiva tiene también efectos destructivos sobre las células del cuerpo humano que se dividen con rapidez de una manera natural. Por esta razón, las personas que siguen tratamientos que incluyen terapias radiactivas suelen experimentar nauseas y pérdida del cabello.

Obtención de buenas vibraciones

La resonancia magnética indica a los médicos con una gran exactitud si un paciente tiene un problema y dónde lo tiene. Los médicos piden el uso de este tipo de técnica para un paciente si sospechan de la presencia de lesiones, infecciones y alteraciones que no tienen un origen claro. Además, aclaran el origen y el alcance de problemas detectados gracias a otras técnicas, como masas o tumores situados en el cerebro, la médula, las articulaciones, el abdomen, la pelvis o los vasos sanguíneos.

La resonancia magnética genera imágenes en cualquier plano, que se combinan para realizar un mapa del cuerpo humano, informáticamente se puede obtener una imagen tridimensional. Así se facilita el diagnóstico médico del múltiples afecciones.