TEMA: Psicología
Mantenerlo integrado en algunos aspectos familiaresQue el adolescente busque el aislamiento dentro de casa, como recurso para poder sentirse individual e independiente, es normal, lo que hay que evitar es que esto lo haga prácticamente siempre. Cuanto antes, habrá que estar al tanto, para que la condición de poderse encerrar en su habitación sea compatible con la de mantener cierta normalidad en los asuntos familiares comunes, como horarios, comidas, actividades de ocio. El adolescente lo entenderá mejor si esto se le inculca desde el principio que si se le permite esa individualidad y más tarde se le intenta reintegrar.
Ante las quejas
Hay que entender que las quejas frecuentes forman parte importante del proceso de crecimiento personal para reafirmarse a sí mismo y, por tanto, la mejor estrategia será no enfrentarse directamente por ellas y dejarlas a un lado. Si no, el conflicto estará asegurado. Cuando la queja se produzca ante algo que nos parezca prioritario, tendremos que mantenernos, como adultos, firmes; si es algo en lo que se puede transigir, lo mejor será utilizar el diálogo y buscar una solución compartida en la que el adolescente se vea involucrado.
Ante el móvil, el chat...
Ante el uso desproporcionado de los medios de comunicación que existen hoy a su alcance, y para el que la mayoría de los casos no están preparados, como medida preventiva le ayudaremos en su control desde su comienzo, para que puedan ir responsabilizándose ellos solos. Será necesario ir desde un fuerte control externo hasta un máximo control interno.
Fomentar la comunicación
Mantener una buena comunicación con el adolescente, aun en los pocos momentos en que éste esté disponible, será necesario para poder ayudarles y prestarles apoyo. Aunque huyen de los consejos, es en esta etapa cuando es más necesario que sientan que el adulto está cerca y disponible.
Interrogarles no es una estrategia adecuada para conocer algunos de sus asuntos, es preferible escoger el momento propicio en que se encuentren más comunicativos y relajados.
Cuándo pedir ayuda
Ante comportamientos extremos o conductas que nos alarmen, lo mejor es mantener la serenidad inicial para poder evaluar lo que ha ocurrido y las consecuencias; de esta forma encontraremos la manera de reconducirlos. A veces tendremos que acudir a ayuda externa; para este caso están los psicólogos especializados en el área de la adolescencia.