TEMA: Enfermedades
La ansiedad es una activación excesiva del sistema nervioso central que se acompaña de unos síntomas característicos como excitación psíquica, sudoración, inquietud, malestar gástrico, dificultad respiratoria, etc.La ansiedad en un fenómeno normal que utilizamos como respuesta a estímulos potencialmente peligrosos (amenazas, etc.), o que nos exigen cierta concentración (exámenes, entrevistas, etc.). Esta ansiedad normal se convierte en patológica cuando interfiere con la vida normal, no nos ayuda a superar los obstáculos o aparece sin causa externa que lo justifique.
La ansiedad provoca síntomas y signos tales como: preocupación excesiva y no proporcional al problema, sensación de catástrofe inminente, nerviosismo, inestabilidad emocional, palpitaciones, taquicardia, sensación de ahogo, malestar gástrico, hormigueos en manos y pies, tensión muscular, rubefacción (enrojecimiento de la piel y mucosas por alteración de la circulación sanguínea), temblores, opresión torácica, cefaleas, tensión muscular y suspiros.
Como en el caso de la depresión, según en el contexto en que aparezca, se distinguen dos tipos de ansiedad:
Ansiedad endógena: no se encuentra una causa externa que lo motive.
Ansiedad exógena: se produce en presencia de estrés, es decir, existe un estímulo externo que supera la capacidad de adaptación del organismo.
La mayoría de las veces la persona que sufre ansiedad refiere claramente un estado de excitación anormal, junto a las molestias antes dichas. Pero otras veces se presenta de formas menos específicas, lo que puede dificultar su identificación:
En forma de mareos, taquicardia o sensaciones de encontrarse enfermo o sin vitalidad, etc., síntomas que pueden ser confundidos con muchos trastornos.
Como una simple acentuación de síntomas de otras enfermedades previamente presentes, como dolores óseos o musculares.
Como una alteración del humor, produciendo por ejemplo síntomas depresivos o irritabilidad.
Como dificultades para conciliar el sueño.