TEMA: Psicología
Causas de la depresión infantil
Como en el caso de los adultos, la depresión infantil puede tener muchas causas y surge por la combinación de distintos factores relacionados con la salud física, los acontecimientos de la vida, los antecedentes familiares, el ambiente, la vulnerabilidad genética y las alteraciones biológicas.Estudios bioquímicos han demostrado que las alteraciones de la regulación de algunos neurotransmisores, en particular la noradrenalina y la serotonina, que tienen importantes vías de acción en centros subcorticales asociados al placer, son las responsables del desánimo y la tristeza.
Otro grupo de teorías biológicas apelan a factores genéticos y hereditarios, niños con antecedentes familiares de depresión tienen mayor riesgo de padecer este problema y una mayor probabilidad de presentarse antes.
Tratamiento de la depresión infantil
Algunos problemas de depresión infantil de carácter leve o moderado pueden evolucionar favorablemente con el apoyo adecuado de los familiares, docentes y amigos más cercanos. Sin embargo, en aquellos casos donde la sintomatología persista en el tiempo y cuando la gravedad así lo requiera se tendrá que acudir a un especialista, dado el riesgo que supone que este cuadro clínico se prolongue y se agrave. No abordar tempranamente la depresión puede tener consecuencias importantes en el desarrollo psicológico posterior del niño, tanto porque se cronifique el problema, como porque puede estar precediendo a la aparición de otros nuevos episodios. En la actualidad existen métodos eficaces para la evaluación y el tratamiento de la depresión infantil.
Las opciones de tratamiento para la depresión infantil son similares a las disponibles para los adultos. Se puede utilizar tratamiento psicológico, farmacológico o combinado, además de apoyo y asesoramiento a la familia. Usualmente el especialista sugiere psicoterapia primero y el uso de psicofármacos como un tratamiento opcional y adicional si no hay una mejora significativa con el tratamiento psicológico. En el tratamiento se debe involucrar de una manera activa a los padres o tutores, y realizar todas las intervenciones que sean necesarias hacia el entorno del niño (familiar, social y escolar).
Expectativas de futuro y posibilidades de prevención
La evidencia científica muestra que el primer episodio de depresión ocurre cada vez a edades más tempranas y, como en el caso de los adultos, este episodio puede volver a ocurrir en el futuro. Asimismo, la depresión infantil puede sobrevenir al mismo tiempo que otras enfermedades físicas y puede preceder a la aparición de otros trastornos psicológicos; por tanto, un diagnóstico y un tratamiento precoces, así como el seguimiento adecuado, serán aspectos claves para la prevención de futuros episodios y aparición de nuevas patologías, controlando las consecuencias que la depresión puede tener sobre el desarrollo futuro del niño, en la adolescencia y en la edad adulta.
Los padres, tutores y personas cercanas deberán vigilar si los síntomas depresivos se prolongan en el tiempo, se agravan en su intensidad y si empiezan a repercutir en la vida cotidiana del niño. Apoyo y protección (no sobreprotección) puede facilitar el ajuste en estos niños, pero si no es así, se debe acudir a un profesional para llevar a cabo un programa de prevención secundaria, antes de que el episodio depresivo se convierta en un trastorno importante.