Síndrome de apneas obstructivas del sueño (SAOS)

TEMA: Enfermedades

El síndrome de apneas obstructivas del sueño consiste en la interrupción, durante al menos diez segundos, de la respiración mientras se está durmiendo.No todos los roncadores tienen apneas del sueño, pero todas las personas con apneas roncan.Los ronquidos son sonidos producidos por la vibración del paladar blando y otras estructuras del tracto respiratorio superior debido a la estrechez de la parte posterior de la boca. Cuando la estrechez de la garganta alcanza un cierto grado, el paso del aire crea turbulencias y produce vibraciones audibles: los ronquidos. El 40% de la población adulta ronca, especialmente hombre obesos de más de cuarenta años.

Está claro que el problema del ronquido, además de ser un trastorno para la salud, ocasiona también dificultades en la convivencia de la pareja, transformándose así además en un problema social.

En las apneas obstructivas, durante el sueño, se relaja la musculatura orofaríngea y se producen episodios de cierre total de la garganta al paso del aire.

Solo el 10% de los roncadores desarrollan SAOS.

Durante el sueño, estos músculos dilatadores de la faringe se relajan, y la garganta tiende a cerrarse cada vez que respiramos. Si la estrechez es aún mayor, se produce un bloqueo más importante, que llega a impedir el paso del aire: las apneas. Si la apnea se prolonga, la lucha por respirar termina por despertar al paciente. La apnea suele terminar con un ronquido fuerte o un sobresalto (en inglés arousal). Este despertar permite a los músculos dilatadores de la garganta volver a abrir la faringe y respirar de nuevo. La persona vuelve a profundizar en el sueño tan rápidamente que no recuerda estos intentos de despertar. Pero estos episodios rompen la arquitectura del sueño al impedir las fases de sueño profundo en las que se producen movimientos rápidos de los ojos llamado fase REM (en inglés rapid eye movements). El resultado es que no se descansa bien, y los pacientes están somnolientos durante el día. En casos graves, la somnolencia es tan grande que pueden dormirse durante conversaciones, comiendo, conduciendo e incluso rodeados de maquinaria ruidosa y peligrosa. Además, la disminución de oxígeno en sangre durante las apneas puede provocar hipertensión arterial y desencadenar problemas coronarios como angina de pecho e infarto de miocardio.

La causa principal que predispone a este problema es tener una garganta más estrecha de lo normal. Sobre todo debido a la obesidad, que condiciona depósitos de grasa en el cuello, estrechando el paso de aire por la garganta.

El alcohol puede relajar los músculos dilatadores de la faringe, empeorando los ronquidos y las apneas. Los fármacos que inducen sueño, como los sedantes y algunos antihistamínicos utilizados en las enfermedades alérgicas, tienen un efecto similar.

Síntomas:

Deben ser detectados por el compañero de cama. Dado que en ocasiones tienen que sufrir ronquidos que pueden llegar hasta los 85 decibelios (similar al ruido del metro de Madrid), así mismo notarán que se interrumpen los ronquidos y la respiración para luego reanudarse con fuerza. La somnolencia diurna ayudará a completar el cuadro clínico.

Diagnóstico:

La anamnesis (o datos) del compañero de cama del paciente respecto a los ronquidos, las interrupciones en la respiración mientras se duerme (apneas) y la excesiva somnolencia durante el día permitirán sospechar el problema.

La polisomnografía y las técnicas afines son necesarias para confirmar el diagnóstico. Permiten evaluar el sueño en el hospital o en el domicilio del paciente, utilizando unos equipos de monitorización especiales. Estos equipos registran, graban y analizan el nivel de oxígeno en la sangre, los ronquidos, la respiración y los movimientos del tórax.

La polisomnografía es una técnica que permite estudiar el sueño y sus fases mediante el registro de diferentes variables fisiológicas como la presión arterial, la actividad electroencefalográfica, ocular, muscular, cardíaca y respiratoria. La información obtenida puede almacenarse en papel gracias a un sistema de plumillas, o en soportes digitales. Actualmente, no hace falta pasar la noche en el hospital. Existe la posibilidad de realizar polisomnografías nocturnas ambulatorias. Se trata de la misma técnica, pero a diferencia de la hospitalaria se realiza en el domicilio del paciente. El paciente acude a la unidad de sueño, donde el técnico le coloca todos los electrodos conectados a un sistema portátil y el paciente duerme en casa. Al día siguiente acude a la consulta, se desconecta el sistema y se estudia la información registrada durante la noche.

Tratamiento:

Lo primero que debe hacerse es cambiar el estilo de vida por otro más saludable. El mejor tratamiento si existe obesidad marcada, es adelgazar y alcanzar el peso ideal.

Lo segundo es hacer ejercicio físico adecuado a la edad. Lo ideal es realizar ejercicio en forma regular, 20 minutos o más al menos 2-3 veces a la semana.

Se deben evitar las bebidas alcohólicas 3 horas antes de acostarse, y los sedantes y antihistamínicos durante las 8 horas anteriores a acostarse.

Si los síntomas no desaparecen con estas medidas, el mejor tratamiento disponible para el SAOS es un aparato llamado CPAP (del inglés Continuous Positive Airway Pressure, presión positiva contínua en la vía aérea). Este aparato proporciona una ligera presión positiva en la vía aérea a través de la nariz, cuando se duerme. Este flujo de aire a presión mantiene la garganta continuamente abierta e impide las apneas y los ronquidos. El tratamiento es tan eficaz, que al cabo de 2-3 días desaparecen los ronquidos, las apneas y la somnolencia excesiva durante el día.

El tratamiento con el CPAP no cura la enfermedad, por lo que el paciente debe hacer un esfuerzo adicional y tratar de perder peso.

Algunos pacientes pueden beneficiarse de la cirugía interviniendo el tabique nasal o el velo del paladar y la úvula, pero son muy pocos los pacientes que se benefician de estas operaciones, ya que en la mayoría el tejido extirpado vuelve a crecer y reaparece el problema.

Mitos y realidades

    • Roncar es una enfermedad

No es una enfermedad en sí misma si no se acompaña de apneas.

    • Duerme muy bien porque se pasa la noche roncando

Puede ser que sí pero solo si no presenta apneas. En este caso nunca conseguirá dormir profundamente y pasará muchas horas en la cama sin descansar.

    • Las gotas homeopáticas curan las apneas

¡Ojalá! Ningún fármaco ha demostrado resolver el problema.