Reflujo gastroesofágico

TEMA: Enfermedades

Se manifiesta por el reflujo del contenido gástrico (ácido) al esófago, como consecuencia, se presentan síntomas o daño en la mucosa del esófago.

Hasta hace poco se consideraba que la existencia de una hernia de hiato era la causa más habitual del reflujo gastroesofágico. Sin embargo, en la actualidad se sabe que el reflujo es producto de una hipotonía (disminución de presión) del “esfínter esofágico inferior”.

La presión del esfínter esofágico puede disminuir en numerosas situaciones, tanto fisiológicas (gestación, dieta, eructo) como patológicas (diabetes mellitus, hernia de hiato, tabaquismo, fármacos, etc.), algunos pacientes presentan una hipotonía primaria del esfínter esofágico sin alteración anatómica aparente, en otros casos la presión basal del esfínter presenta relajación transitoria.

El segundo mecanismo defensivo es el “aclaramiento esofágico”, que consiste en la deglución de la saliva para neutralizar el ácido, facilitar el adecuado peristaltismo esofágico y devolver al estómago el material refluido. La tercera línea de defensa viene determinada por la “mucosa”, que ha de presentar una capacidad de neutralización ácido-base y de regeneración suficiente para evitar el daño a pesar de verse sometida de forma mantenida a un medio ácido.

Aunque no existen datos totalmente concluyentes, se considera que es la combinación de fallos en varios de estos mecanismos la que predispone la aparición del reflujo gastroesofágico.

Los síntomas más comunes del reflujo gastroesofágico son:

    • La pirosis (sensación de ardor o quemazón que surge del estómago o bajo tórax y que asciende hacia el cuello)

    • La regurgitación ácida (retorno sin esfuerzo del contenido gástrico al esófago y frecuentemente a la boca.

    • Otros síntomas pueden ser: eructos, náuseas, hipersalivación, dificultad al tragar (disfagia), hipo y dolor epigástrico.

    • Existen casos atípicos, con síntomas extradigestivos: dolor torácico no cardíaco, accesos de tos, neumonías, asma, alteraciones otorrinolaringológicas, eroción del esmalte dental, dolor torácico no cardíaco.

Existen medidas generales que podrían ser beneficiosas para controlar los síntomas:

    • Elevar la cabecera de la cama para dormir.

    • Disminuir la ingesta de gasas.

    • Dejar de fumar.

    • Evita acostarte en posición horizontal en las horas posteriores a la ingesta.

    • Corregir el sobrepeso.

    • Reducir o eliminar la ingesta de alcohol.

Si tiene alguno de los síntomas mencionados, es recomendable buscar asistencia medica para evitar posibles complicaciones.