TEMA: Nutrición
Un régimen rico en proteínas animales y, sobre todo, en carne tiene una elevada proporción de triptófano, considerado como un aminoácido imprescindible. Este aminoácido se toma con la carne, el pescado, los huevos y el queso en proporciones mucho mayores que con la alimentación vegetal.El triptófano es ciertamente vital y necesario, pero en cantidades excesivas, como las que se dan en una alimentación rica en proteínas animales, es perjudicial, pues puede favorecer la proliferación de células malignas.
El triptófano, concretamente, se descompone con el metabolismo en ácido antranílico e hidroxiantranílico. Ambas sustancias son cancerígenas. En otras palabras: la alimentación rica en proteínas animales, y sobre todo en carne, puede contribuir en la formación del cáncer.
La leche y varios vegetales, como la patata y la espinaca, también contienen triptófano, pero sólo en las cantidades necesarias, las cuales el organismo puede descomponer y asimilar. Entonces tampoco se produce el hedor fecal, provocado por el indol y su derivado el escatol (producidos por la descomposición bacteriana del triptófano en el intestino).
Administrando triptófano puro en grandes cantidades (1-5 g), se obtienen efectos adormecedores. Quizá este resultado estérelacionado con la fatiga que se produce a menudo en muchas personas tras una comida copiosa.
La cantidad que normalmente se ingiere con los alimentos es de aproximadamente un gramo. Las cantidades superiores a cinco gramos altera la curva del electroencefalograma.
Con una colonia bacteriana intestinal alterada patológicamente, se daña la mucosa intestinal. De ese modo no sólo se producen irregularidades en las deposiciones (diarrea o estreñimiento), sino también descomposición de los elementos proteínicos de la alimentación, especialmente con un consumo abundante de carne. Se forman así sustancias tóxicas, concretamente indol y escatol. Con una mucosa intestinal intacta y un hígado en buen funcionamiento, estas toxinas se descomponen y se eliminan, y no recargan al organismo. Pero si hay un leve grado de insuficiencia, lo cual es frecuente, estas sustancias producen una intoxicación que no sólo se manifiesta en una rápida fatigabilidad, dolores de cabeza, mareo, nerviosismo, desgana para el trabajo y dificultades de concentración, sino que puede provocar a la larga, enfermedades psíquicas, como melancolía y depresión.
Para evitar esta intoxicación, con sus fatales consecuencias, es necesario un régimen preventivo en donde abunden los alimentos crudos. Los productos con ácido láctico (verduras como la col agria, la leche cuajada y el yogur) han de desempeñar un papel esencial en la reconstitución de la flora intestinal.