TEMAS: Prevención de enfermedades
Funcionamiento de nuestro cuerpo
El corazón impulsa la sangre hacia los vasos sanguíneos para que llegue a todos los órganos y éstos funcionen bien.
La presión arterial es la fuerza o tensión que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos. La presión depende de la fuerza con la que el corazón bombea la sangre y de la resistencia que ofrecen los vasos sanguíneos al flujo de la sangre. Cuando el corazón se contrae (sístole) la sangre es impulsada y en ese momento la tensión es máxima (presión sistólica), y cuando el corazón se relaja (diástole) la presión es mínima (presión diastólica).
La presión arterial no siempre es la misma, depende de la actividad que tengamos, del estado anímico, etc. Existe factores que pueden afectar de forma más o menos permanente los valores normales de la presión arterial, éstos factores pueden ser: los antecedentes familiares, el estrés, el sedentarismo, la obesidad o el sobrepeso, el tabaco, el alcohol y la alimentación.
Se puede considerar que una persona es hipertensa cuando su presión arterial habitualmente es superior a 140/90 mmHg.
Dependiendo de la presencia de otras enfermedades en una misma persona será necesario aumentar la protección, que las cifras de presión arterial normal sean inferiores. Por ejemplo, para personas hipertensas con diabetes mellitus las cifras de presión arterial recomendadas son menor de 130 mmHg para la presión arterial sistólica y menor a 80 mmHg para la presión arterial diastólica; con cifras superiores a éstas se considera que el paciente presenta hipertensión.
La hipertensión debe ser diagnósticada por el médico para ser tratada correctamente.
A veces la hipertensión no presenta síntomas, lo cual dificulta un diagnóstico y tratamiento precoces, y se hace necesario medir la presión arterial de forma periódica para detectar a los pacientes hipertesos.
El dolor de cabeza, el sangrado de la nariz, la inestabilidad en la marcha, ruidos en los oídos, etc... son signos que suelen atribuirse al incremento de la tensión.
La hipertensión puede provocar problemas en los riñones, el corazón, el cerebro, los ojos y en la circulación.
La presión elevada hace que aumente el trabajo del corazón, el cual aumenta de tamaño y puede llegar a fallar, también es dañino para nuestras arterias, que poco a poco van deteriorándose. El riñón sufre igualmente las consecuencias de la hipertensión arterial, se produce insuficiencia renal con más frecuencia en los pacientes hipertensos que entre los que no presentan hipertensión.
A veces las personas hipertensas pueden presentar otros factores que aumentan el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular. Algunos no pueden combatirse como es el caso de presentar antecedentes familiares, la edad, el sexo, etc. Pero hay otros casos en donde cifras elevadas de colesterol, la diabetes, la obesidad y el consumo de tabaco y alcohol pueden suprimirse o compensarse tomando medidas higiénicas-dietéticas o con el uso de medicamentos.
Para controlar la presión arterial y evitar riesgos cardiovasculares tome en cuenta las siguientes medidas:
Conozca con regularidad sus cifras de presión arterial, colesterol y glucosa.
No debe abandonar el tratamiento antihipertensivo, es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento continuo.
Controle su peso, el sobrepeso y la hipertensión arterial suelen ir unidos. No consuma alimentos con elevado contenido calórico, más bien coma frutas frescas, ensaladas y verduras.
Evite el consumo de alcohol, que aporta una cantidad elevada de calorías y aumenta la presión arterial.
No abuse del café, del té o de otras bebidas estimulantes, todas estas bebidas aumentan la presión arterial.
Reduzca el consumo de sal, para dar sabor a los alimentos busque alternativas como el limón, especias, etc (si no emplea sal al cocinar puede utilizar un poco en la mesa).
Haga ejercicio físico de forma moderada con regularidad, por ejemplo, caminar durante 15 a 20 minutos al día o 1 hora durante al menos 3 días a la semana.
No fume, es un hábito nocivo que dificulta el control de las cifras de presión arterial y constituye un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares añadido al de la hipertensión arterial.
Procure de mantenerse tranquilo y reduzca su estrés, las preocupaciones pueden favorecer la hipertensión arterial.