Depresión: enfermedad por déficit de neurotransmisores

La depresión es una enfermedad que altera de forma intensa los sentimientos y los pensamientos. La forma más frecuente de manifestarse es como tristeza, decaimiento, sensación de ser incapaz de afrontar las actividades y retos diarios y la pérdida de interés en actividades que previamente resultaban placenteras. Afecta la manera de concebir las realidad, el ciclo normal de sueño-vigilia y la autoestima.Todos estos síntomas causan sentimientos de inutilidad y culpa. El paciente, que no comprende lo que le pasa, se siente responsable de lo que le ocurre. La vida pasa a verse como desagradable, vacía y carente de interés. Muchos pacientes ven la muerte como un alivio de su sufrimiento y piensan con frecuencia en ella y, en algunos casos, en el suicidio. Estas ideas no son propias de la forma de pensar del paciente, sino que se deben al trastorno que produce la depresión y desaparecen cuando el tratamiento funciona. Por ello, no se deben tomar decisiones importantes mientras no mejore la depresión.

En la depresión el metabolismo cerebral está alterado debido a la disminución en los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la norepinefrina o la dopamina, que se involucran también en la causa de la depresión. Los neurotransmisores son sustancias sintetizadas por las neuronas del sistema nervioso que actúan como transmisores químicos de la información. Se ha demostrado que el descenso de estos niveles cerebrales de neurotransmisores provoca apatía, falta de interés de llevar a cabo las actividades habituales, ansiedad, angustia y nerviosismo.

Se reconocen tres tipos de depresión:

- Depresión mayor, que se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren en la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de las actividades que antes eran placenteras. Estos episodios son muy incapacitantes; puede ocurrir solo una vez, pero por lo general ocurren varias veces en el curso de la vida.

- Depresión crónica o distimia, un tipo de depresión que afecta entre el 3 y el 6% de la población general y se caracteriza porque son menos intensos y duran como mínimo dos años. Los pacientes que sufren depresión crónica no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general y un sentimiento permanente de insatisfacción y desesperanza.

- Trastorno bipolar, denominado antiguamente enfermedad maníaco-depresiva. Este no es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo y alterna fases de ánimo elevado o euforia (manía) con fases de depresión. Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer uno, varios o todos los síntomas del trastorno depresivo. Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, habla excesivamente y tener una gran cantidad de energía. La manía puede afectar la forma de pensar, al juicio y a la manera de comportarse con relación a los otros.

1 . 2 . 3 . 4 . 5 CONTINÚE --->

TEMA RELACIONADO:

Los antidepresivos, ¿pueden causar dependencia?