Enfermedades osteoarticulares: segundo motivo de consulta después del resfriado

Los huesos y las articulaciones nos ayudan a movernos y dan forma y apoyo al cuerpo. Pero, aunque como los otros componentes del cuerpo humano, son una maquinaria milagrosa que se adapta al uso modelando su estructura, no pueden evitar desgastarse con los años, algo así como sucede con las piezas de un coche.Sin embargo, dicho desgaste requiere mucho tiempo. Porque el sistema osteoarticular está constituido por tejidos vivos que se regeneran constantemente durante el transcurso de la vida.

A lo largo de la infancia y la adolescencia, el cuerpo agrega huesos nuevos más rápido de lo que elimina los huesos anteriores. Después de los 20 años de edad, contrariamente, se puede perder tejido óseo más rápido de lo que se produce.

Existen muchos tipos de problemas óseos, entre los que destacan la osteoporosis, que debilita los huesos y aumenta las probabilidades de fracturas; la osteogénesis imperfecta, que hace que los huesos sean frágiles y quebradizos, o el cáncer óseo.

Una articulación es el lugar donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera, el codo o el hombro. Las articulaciones pueden dañarse por muchos tipos de lesiones o enfermedades. La artritis o el uso continuo durante muchos años pueden afectar la articulación produciendo el llamado desgaste de huesos o artrosis. Esto puede causar dolor, rigidez e inflamación.

Su alta prevalencia (24%) y el hecho de que constituyan el segundo motivo de consulta (después del resfriado común) subrayan la importancia de las alteraciones asociadas al sistema osteoarticular.

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