Chocolate ¡divino tesoro!

Un Mundo Limpio

El chocolate siempre ha estado en debate, entre los que dicen que es beneficioso y los que sostienen que es perjudicial. El origen de la polémica es porque el chocolate se consume en múltiples presentaciones y dependiendo de la calidad de la presentación y su procesamiento, puede tener efectos negativos tales como el sobrepeso, esto es debido a los componentes que lo acompañan y no al chocolate, que en sí mismo trae múltiples beneficios como veremos.

En general, el chocolate que tenga más contenido de cacao tendrá más capacidad antioxidante, el procesamiento del chocolate le reduce la cantidad de antioxidantes.

Durante los últimos años se han realizado numerosos estudios que han demostrado las propiedades saludables que tiene el cacao, especialmente en el sistema cardiovascular. Los flavonoides, que generalmente se encuentran en los vegetales, también están presentes en el cacao y son antioxidantes que ayudan a prevenir algunas enfermedades del corazón. Estos antioxidantes, además, tienen beneficios sobre las células, a las que ayuda a proteger de ataques de los radicales libres para evitar que estas envejezcan.

El cacao fue el oro más preciado del imperio maya debido a todas sus buenas propiedades. Se obtiene de las semillas que se hallan en las vainas del árbol de cacao; vainas que nacen de una flor parecida a una orquídea salvaje que sale del tronco.

Actualmente el principal uso que tiene el cacao es para hacer chocolate, de su fruto se consigue tanto el polvo de cacao como la manteca, que se mezclan con azúcares refinados y leche; dependiendo de las proporciones de cada uno de los componentes, surgen los distintos tipos de chocolate.

La Escuela de Salud Pública de Harvard señala que un chocolate, para ser considerado una buena opción, debería tener al menos un 70% de cacao. Este es un buen comienzo para aquellas personas que no les gusta el sabor amargo. Lo ideal sería aumentar el porcentaje gradualmente hasta alcanzar un nivel mínimo de 80-85%. Cuanto más alto sea el porcentaje de cacao, mucho mejor. De hecho, en el mercado se pueden encontrar tabletas con hasta un 99% de cacao. Por otro lado, conviene desconfiar de las opciones en las que no se hace referencia al porcentaje de cacao, es muy posible que se trate de una mala opción.

El cacao crudo es uno de los alimentos con una mayor concentración de antioxidantes, 14 veces más que el vino tinto y 21 más que el té verde.

Además, es rico en un mineral vital para el organismo, el magnesio, y una pequeña ración de 30 g cubre con creces el hierro recomendado al día. Otros minerales, como calcio, fósforo, cobre, manganeso y, en menor medida, selenio, potasio y zinc, también están presentes.

Los beneficios del cacao crudo son múltiples:

Diabetes: ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa.

Presión arterial: su gran contenido en flavonoides lo hace un buen aliado para regularla; a su vez estimula la producción de óxido nítrico, lo que relaja los vasos sanguíneos.

Obesidad: ayuda a modelar el metabolismo de lípidos, reduce la síntesis de ácidos grasos e incrementa la termogénesis, la producción de calor en el tejido adiposo, esto lleva a niveles más bajos de grasa total y de grasa central (la que se acumula en el abdomen).

Cerebro: sus flavonoides ejercen un papel neuroprotector, pues mejoran las funciones de memoria y la capacidad de aprendizaje. La epicatequina y la catequina han demostrado tener efectos beneficiosos en la prevención del Alzheimer.

Salud cardiovascular: flavonoides como procianidinas, catequinas y epicatequinas, de efecto antiagregante plaquetario, ayudan a prevenir arteriosclerosis y trombosis.

Piel sana: los flavonoides aumentan la elasticidad, hidratación y densidad de la piel. Además, la epicatequina eleva la saturación de oxígeno en la hemoglobina, lo que estimula la circulación de la piel y contribuye a la fotoprotección endógena.

El cacao levanta el ánimo, sus flavonoides mejoran el humor, combaten la depresión y protegen la actividad cognitiva.

La feniletilamina contenida en el cacao es responsable del momento de felicidad que se da tras comer chocolate.

Sentir el sabor del chocolate derritiéndose en la boca hace que el cerebro produzca endorfinas que dan sensación de bienestar al cuerpo, estimulan la alegría y la felicidad. La salvedad es que el chocolate sea bueno y que contenga el 70% de cacao.

El cacao lo podemos utilizar para preparar bebidas, salsas, aperitivos y postres, y todo tipo de chocolates caseros, siempre mejor en crudo para mantener sus propiedades.

Pese a ser un alimento excelente no se debe abusar de él: puede ser algo adictivo por la teobromina, un excitante similar a la cafeína.