El ejercicio en ayunas no es recomendable
Si además de omitir el desayuno la persona hace caminatas o ejercicios en ayunas, los mayores requerimientos de energía harán que la destrucción de las proteínas musculares sea aun mayor que por el sólo ayuno, y habrá más pérdida de tejido muscular cada vez que ejercite en ayunas.Al acercarse a las horas nocturnas, las hormonas que promueven la degradación de proteínas están cada vez más bajas en el organismo y más bien tiende a subir la HGH que, como vimos antes, facilita que se utilice la grasa de reserva. En este caso al agotarse la glucosa sanguínea durante la caminata, el combustible de reposición de energía será la grasa de reserva. En este caso, adelgazaremos pero a expensas del tejido graso y no perderemos masa muscular. Al contrario la HGH favorece la entrada de proteínas al músculo.
Además, el ejercicio en las horas matutinas tiene el inconveniente del alto riesgo cardiovascular que existe en las primeras horas de la mañana: la presión arterial es máxima en ese momento, el pulso más acelerado, el flujo de sangre por las arterias coronarias es menor, las plaquetas tienen más tendencia a formar coágulos y todos los factores de trombosis son máximos en ese momento. De hecho las estadísticas muestran una mayor incidencia de infartos, trombosis, arritmias cardíacas y accidentes cerebrovasculares, entre las seis y nueve de la mañana.
Puesto que la caminata eleva la adrenalina, magnifica todos estos factores de riesgo.
En la tarde en cambio, el flujo coronario es mayor, los factores de coagulación, el pulso y la presión arterial están en sus mínimos niveles. Las plaquetas no tienden a formar trombos, la cortisona y la adrenalina están más bajas. La eficiencia muscular es máxima en las horas de la tarde, se utiliza más la grasa de reserva pero sobre todo el riesgo de desencadenar una trombosis o infarto, es mucho más bajo en la tarde y en la noche.
A aquellas personas que insisten en hacer ejercicios matutinos en ayunas, se les recomienda al menos tomar un vaso de leche descremada antes de la caminata. Así, aunque la hora sigue siendo de alto riesgo, al menos resguardan un poco su masa muscular de ser destruida y utilizada como combustible.