TEMA: Avances médicos
(Fotografía: Células madre embrionarias).Algunos sectores plantean problemas éticos a la investigación con células madre embrionarias, éstas células madre se obtienen de masas de células que se forman poco después de la fertilización, los óvulos fecundados, pero no implantados tras la fecundación in vitro, se congelan y se utilizan para realizar cultivos de células madre embrionarias. El debate acerca de la utilización de estos embriones descartados se centra en el hecho de que, si se implantasen en un útero, podrían eventualmente llegar a formar un feto viable.
Las células madre embrionarias tienen la capacidad de desarrollarse en cualquiera de las líneas del desarrollo embrionario, que son el mesodermo (que da lugar al corazón y los riñones, la sangre y la musculatura), el endodermo (que formará los tractos respiratorio y gastrointestinal, y órganos como el páncreas y el timo) y el ectodermo (que desarrolla la piel y el sistema nervioso, cerebro incluido).
Este amplísimo espectro de posibilidades de diferenciación es lo que hace que las células madre embrionarias sean tan prometedoras. De hecho, se han realizado progresos muy significativos en la línea de guiar el desarrollo de las células madre embrionarias hacia la creación de células de tejidos de uso clínico, en un proceso que se denomina diferenciación dirigida. No obstante, dado que el sistema inmune está diseñado para combatir los organismos extraños, uno de los retos principales de la investigación con células madre embrionarias es superar el rechazo inmunológico. Lo tradicional hasta ahora es que el rechazo se trate con drogas inmunosupresoras, que provocan efectos secundarios. No obstante, un descubrimiento muy reciente obviaría la necesidad de estos medicamentos gracias a la utilización de células del propio paciente. El descubrimiento surgió a partir del estudio de cuál es la característica genética que hace que una célula madre sea una célula madre y no otro tipo de célula. A partir de ahí, la idea es reprogramar genéticamente otras células para hacerlas actuar como si fueran células madre. Esto se consiguió mediante la inserción de cuatro genes específicos de célula madre en una célula adulta de piel.