TEMA: Diagnósticos
La analítica siempre debe ser interpretada por un especialista. Debe ser así dado que los resultados considerados <<normales>> varían tanto en función de cada laboratorio como del sexo, de la edad y las condiciones físicas de cada persona. Esto hace imprescindible evaluar cada resultado a partir de la interpretación de la historia clínica.Siempre consulte al médico cuando vea que un determinado parámetro tiene un asterisco o está fuera del rango normal, evite caer en el error de consultar, por ejemplo, a internet y sacar conclusiones sobre un posible diagnóstico: <<¿Esto es que tengo hepatitis/diabetes/alergia/o lo que sea?>>.
Pues no siempre es así, una alteración aislada en una analítica puede no significar nada.
Por ejemplo, conocí de a una señora que sus hijos preocupadísimos la llevaron de urgencias al hospital porque <<lo del riñón>> (la creatinina) estaba el doble de lo normal en unos análisis rutinarios que le había pedido su médico de cabecera. Solo estaba elevada la creatinina, urea normal, iones normales, proteínas normales y orina normal. Obviamente, al repetir la analítica todo estaba dentro de los límites. Había sido un error de medición (errare humanum est).
Además, no siempre tiene que haber un error de laboratorio para esa alteración porque, en muchos casos, ni siquiera es una alteración. No se sorprenda si le digo que los estudios al respecto observan que una de cada veinte determinaciones analíticas en una persona sana obtiene valores anormales. En otras palabras, un 5% de los resultados sale anormal.
La clave está en el concepto de lo que es <<normal>>. Los valores de referencia que salen al lado de la analítica, y que si no llegas o te pasas se acompañan con un asterisco, se han calculado a partir de unas tablas con miles de resultados de personas consideradas sanas. A esos resultados se les han aplicado un test estadístico que dibuja una curva denominada <<normal>> (la famosa campana de Gauss), la curva normal tiene forma de campana con los valores más frecuentes en el centro y los menos en los extremos, en la práctica hay muchos fenómenos biológicos que se distribuyen aproximadamente de acuerdo a la distribución normal. Por ejemplo, los valores obtenidos al hacer observaciones de alturas, pesos, tensión arterial, parámetros hematológicos y bioquímicos, etc.
Basándose en esta distribución, los científicos decidieron que todos los valores que quedaban dentro del 95% de la curva serían considerados normales, y el 5% restante (los de los extremos) se calificarían de patológicos aunque, en realidad, correspondían a personas sanas.
De ahí que por lo menos un 5% de las determinaciones se quede fuera del rango de normalidad, aunque en realidad sean normales.
Por tanto, precaución antes de llegar a falsas conclusiones.
Consulte siempre con el médico antes de sacan alguna conclusión y tomar decisiones sobre su salud. Cualquier dato anómalo debe ser interpretado en el contexto de sus síntomas, su exploración y otras pruebas. En sí mismo, un valor anormal no permite asegurar ningún diagnóstico.