TEMA: Enfermedades
El ojo seco es una de las patologías oculares más frecuentes, sobre todo en personas mayores y los que están mucho tiempo frente a la pantalla de un ordenador pues afecta muy negativamente a la frecuencia de parpadeo y, en consecuencia, a la película lagrimal. La sensación de picor, arenilla, sequedad ocular persistente, enrojecimiento conjuntival o dificultad para abrir los ojos por las mañanas, son molestias que, aunque no específicas del ojo seco, sí son muy orientativas de esta patología.
Muchos de los pacientes que presentan estas molestias y a los que en otras ocasiones se etiqueta de “alérgicos” son realmente personas con una insuficiente lubricación ocular y si se pensara más en esta patología se podría evitar usar medicamentos innecesarios, que a menudo conllevan algunos riesgos, como es el uso de corticoides tópicos ante situaciones que se pueden solucionar de otra manera.
Existen dos formas de ojo seco dependiendo de su origen:
- Insuficiencia lagrimal (ojo seco hiposecretor) que podría estar asociado al síndrome de Sjögren (trastorno autoinmune, el cuerpo destruye por error las glándulas que producen las lágrimas y la saliva, causando resequedad en los ojos y en la boca).
- Exceso de evaporación (ojo seco evaporativo) relacionado con la deficiencia lipídica, alteración palpebral, uso de lentes de contacto o alteración primaria de la superficie ocular.
Un rasgo que puede ayudar en la detección es la tendencia al empeoramiento a lo largo del día y también se debe considerar la coincidencia de los síntomas con algunos factores externos (ambientes secos y fríos) e internos (embarazo, uso de ciertos medicamentos, etc.).
En ausencia de otras patologías que sean causantes del ojo seco, las lágrimas artificiales son la mejor y muchas veces la única alternativa para el tratamiento de esta patología.
En el mercado farmacéutico existe una amplia gama de productos con la finalidad de dar mayor humedad al ojo. Éstas abarcan desde preparaciones en forma de pomadas oftálmicas nocturnas a lágrimas con o sin conservantes, lágrimas más espesas o más líquidas.
Se pueden tomar en cuenta algunas medidas higiénicas, como evitar aires acondicionados, ventiladores, calefacciones excesivas, lugares cargados de humos, corrientes de aire o polución ambiental, de esta manera se podrá evitar agravar la sequedad ocular ya existente en el paciente.
Cuando se tiene que permanecer mucho tiempo frente al ordenador, el usuario sin darse cuenta deja de parpadear con la frecuencia adecuada, para evitar sufrir de ojo seco, los expertos recomiendan parpadear de forma completa como mínimo 15 veces por minuto.