De la clonación, ¿sabias que existen varios tipos?

TEMAS: Genética

Avances médicos

En 1997 el mundo se quedó atónito cuando supo que científicos escoceses del Instituto Roslin habían creado por clonación la célebre oveja Dolly. No obstante, este hito extraordinario generó bastante incertidumbre sobre el significado del término “clonación”, que los científicos utilizan para referirse a diferentes procesos de duplicación de material biológico. Se trató de un logro impresionante, pues la mayoría pensaba que era imposible conseguir un clon completo de un mamífero a partir de una célula adulta.

Cuando en los medios se habla de clonación, normalmente se refieren a la clonación reproductiva. Pero existen distintos tipos de clonación. Las técnicas de clonación se pueden utilizar para muchas cosas, además de para producir un gemelo genético de un organismo. Se pueden nombrar tres tipos: la clonación génica o del ADN, la clonación reproductiva y la clonación terapéutica.

La clonación génica o del ADN: mediante esta técnica de clonación, un fragmento interesante del ADN (es decir, un gen) de un organismo se clona para producir muchas copias de ese fragmento. Normalmente, las bacterias son las células huésped del trozo de ADN. Una bacteria que tenga en su ADN un gen humano, como por ejemplo la insulina, cuando se divide también replica el ADN insertado, la bacteria puede expresar el gen humano y fabricar insulina humana en grandes cantidades. Esta insulina se usa para la diabetes. Además de bacterias también se utilizan levaduras y cultivos de células de mamíferos como células huésped. Esta técnica se puede usar para la fabricación de antibióticos, vacunas, proteínas terapéuticas, hormonas, etc, para cualquier persona.

La clonación reproductiva: es el proceso que se sigue para generar un animal que posea el mismo ADN nuclear que otro animal preexistente. La oveja Dolly se clonó mediante una técnica denominada “transferencia nuclear de células somáticas”. Se obtuvo una célula de la ubre de una oveja adulta (el donante) y se extrajo el núcleo de esa célula, que contenía el ADN de la oveja donante. Después se colocó el núcleo extraído en un óvulo al que se le había quitado su núcleo (óvulo enucleado). El óvulo así reconstruido, que contenía el ADN de la célula del donante, se sometió a un tratamiento con productos químicos y descargas eléctricas para estimular la división celular. Una vez que el embrión clonado alcanzó un grado aceptable de madurez, se transfirió al útero de otra oveja, en el que se desarrolló con normalidad.

Estrictamente hablando, Dolly no es un clon exacto de la oveja donante. Sólo los ADN nucleares son idénticos, mientras que el ADN de las mitocrondrias procede del citoplasma del óvulo enucleado.

El éxito logrado con Dolly es impresionante, ya que demuestra que el material genético de una célula adulta especializada, en este caso una célula mamaria, programada para que exprese sólo los genes útiles para este tipo de célula, se pueden programar para generar un organismo enteramente nuevo. Antes del nacimiento de Dolly, se daba por hecho que una vez que una célula se especializaba, el cambio era irreversible y todos los genes no necesarios para la función concreta de la célula quedaban inactivados.

Parece que los errores o la falta de algunos pasos en el proceso de reprogramación es la causa de que se observen altas tasas de muerte prematura y deformidades en los animales clonados. La clonación por transferencia nuclear de células somáticas es un proceso caro y poco eficiente (se necesitaron 276 intentos hasta el éxito logrado con Dolly). Desde entonces se han desarrollado varios animales clónicos con esa técnicas, aunque no se ha conseguido con determinadas especies.

La clonación terapéutica o embrionaria: consiste en la producción de embriones humanos para la investigación. El mismo proceso utilizado para la clonación animal podría utilizarse para producir embriones humanos. En la clonación terapéutica, el embrión resultante no se transfiere a un útero femenino para que siga su desarrollo, pues su objetivo es cultivar células madre para estudiar su desarrollo y para tratar determinadas enfermedades.

Las células madre pueden aportar tratamientos potencialmente eficaces para muchas enfermedades, aunque hasta el momento no se han anunciado logros en este sentido. Sí se han conseguido utilizando células madre “adultas” (no embrionarias) de varias partes del cuerpo humano, de la sangre del cordón umbilical, el útero, la médula ósea y el tejido adiposo.