TEMA: Enfermedades
La trombosis de las venas profundas es debida a la formación de coágulos en las venas de las extremidades inferiores y la pelvis.
Un coágulo que se forma en un vaso sanguíneo se denomina trombo. Aunque los trombos se producen en las venas superficiales y en las profundas de las piernas, solo en las profundas son potencialmente peligrosos ya que una parte o todo el trombo se puede desprender e ir por el
flujo sanguíneo (émbolo) hasta la arteria pulmonar donde obstruirá el flujo sanguíneo (tromboembolismo pulmonar), es la complicación más temida de la trombosis venosa profunda.
Los principales factores de riesgo son la presencia de un cáncer subyacente; permanecer sentado, reposar en cama o estar inmovilizado por mucho tiempo, como sucede en viajes largos en avión o en automóvil; la inmovilidad debida a cirugía o trauma reciente, especialmente cirugía de la cadera, cirugía de la rodilla o cirugía ginecológica; haber dado a luz en los últimos 6 meses y
el uso de medicamentos tales como estrógenos y píldoras anticonceptivas; la obesidad y la insuficiencia cardíaca.
Síntomas
La trombosis venosa profunda, a diferencia de la superficial, puede pasar desapercibida por la falta de signos y síntomas, por lo que hay que pensar en ella siempre tras una intervención quirúrgica, traumatismo, parto...
El síntoma fundamental es el dolor, que se manifiesta sobre todo al comprimir la masa muscular de la pantorrilla, y que puede variar desde una simple parestesia a un dolor intenso y constrictivo.
Otro signo típico es el edema de la piel (se marca la huella del dedo al hacer una presión en ella).
También puede haber aumento de la temperatura local y enrojecimiento, así como signos generales.
Diagnóstico
Se basa en el examen físico que puede revelar enrojecimiento, inflamación o sensibilidad en una pierna.
La confirmación se hará con una flebografía o bien mediante la ecografía Doppler de las extremidades, que son las mismas pruebas que se emplean para estudiar las varices.
La ecografía Doppler es una técnica ultrasónica que permite estudiar el flujo de los distintos vasos mediante el registro de la onda del pulso y la determinación de su presión. Los ultrasonidos emitidos por el transductor se reflejan en los glóbulos rojos del vaso, para dirigirse de nuevo al transductor con una desviación del haz directamente proporcional a la velocidad del flujo de sangre del vaso explorado. Es un método incruento, rápido, que puede practicarse cuantas veces se precise sin comportar ningún riesgo para el paciente.
Tratamiento
El tratamiento de la trombosis venosa profunda está dirigido a evitar el desarrollo de un émbolo pulmonar. El tratamiento estándar ha sido un medicamento anticoagulante denominado heparina, que se administra en infusión venosa, el cual produce anticoagulación y tratamiento del coágulo relativamente inmediatos. Pero este tratamiento requiere hospitalización por lo que, en algunas circunstancias, se pueden utilizar algunas formas de heparina más nuevas, conocidas como heparinas de bajo peso molecular, que pueden ser administradas en el domicilio mediante una o dos inyecciones subcutáneas al día.
Una vez conseguida la descoagulación se pasará a tratamiento oral con acenocumarol durante seis meses.
Además, son necesarios métodos complementarios como permanecer en reposo con la pierna levantada y evitar el roce. Mientras persista la inflamación aplicar calor local y evitar el estreñimiento
La mayoría de las trombosis venosas profundas desaparecen sin dificultad; sin embargo, hay un riesgo de recurrencia y algunos pacientes pueden desarrollar algún dolor e inflamación crónicos en la pierna, conocido como síndrome postflebítico.
El émbolo pulmonar es poco común cuando la trombosis venosa profunda se trata adecuadamente, pero en el caso de producirse émbolos masivos comportarían riesgo vital.
Recientemente, se ha extendido una leyenda urbana respecto a que es imprescindible autoadministrarse heparina antes de un viaje en automóvil o en avión. No existe evidencia científica que sustente esta práctica en la población sana. El hecho de mover con frecuencia sus piernas durante viajes largos en avión o en automóvil, y en otras situaciones en las cuales usted esté sentado o acostado durante períodos de tiempo prolongados, es suficiente para prevenir la trombosis venosa profunda. Eso sí, las personas que tienen un riesgo muy alto de coágulos sanguíneos pueden necesitar inyecciones de heparina cuando estén en un vuelo que dure más de 4 horas.
Cuándo solicitar asistencia médica
Siempre que se observen síntomas que sugieran la presencia de trombosis venosa profunda, como dolor acompañado de inflamación, enrojecimiento y calor.
Mitos y realidades
Las trombosis venosas son producidas por infecciones de las venas
No es cierto. Ya hemos visto que se relaciona con la insuficiencia venosa y el estasis venoso. En la mayoría de los casos no hay infección local.