Cómo interpretar tu examen de sangre

El análisis de sangre consiste en la extracción de una cantidad de sangre para determinar la cantidad de los elementos que se alteran en ciertas enfermedades.La sangre fuera del organismo se coagula mediante un proceso de solidificación de sus células y proteínas.

Este proceso se denomina coagulación y es un mecanismo de defensa que impide que muramos desangrados ante cualquier herida. La parte líquida, que se denomina suero, es la que puede ser analizada en pruebas bioquímicas.

Además, pueden tomarse muestras de sangre para realizar cultivos y observar si crecen microorganismos que causan enfermedades infecciosas.

Si centrifugamos la sangre con un anticoagulante para evitar la formación de coágulo, las células formarán un sedimento y el líquido sobrenadante no será suero, sino plasma, ya que al no haber coagulado tendrá fibrinógeno, que no existe en el suero. El fibrinógeno es una proteína producida por el hígado, que ayuda a detener el sangrado al favorecer la formación de coágulos de sangre. Un examen de sangre se puede llevar a cabo para determinar qué tanto fibrinógeno tiene una persona en la sangre.

¿Qué se analiza de la sangre?

Pueden analizarse la mayoría de los compuestos del suero y los tres tipos de células sanguíneas: los glóbulos rojos llamados también hematíes o eritrocitos, los glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas.

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