Gripe o influenza: afecta a todo el organismo (3º parte)

La vacunación de la gripe A estacional es aconsejable en los grupos de riesgo, que son:- Personas con una enfermedad crónica de los pulmones, como asma o EPOC.

- Enfermos del corazón.

- Enfermos renales.

- Diabéticos.

- Enfermedades que reducen la inmunidad.

- Personas que viven en residencias de la tercera edad o en alguna otra institución para el cuidado de pacientes con trastornos crónicos.

- Mayores de 65 años.

- Médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud que atienden a personas en alto riesgo también deben ser vacunados, para proteger a los pacientes de contraer la gripe.

- Profesionales de la salud y sociosanitarios o en servicios de emergencia y protección civil (bomberos, policía, etc.).

- Personas mayores de 6 meses que sufren determinadas enfermedades que hacen que tengan un riesgo alto de complicaciones derivadas de la infección.

- Personas con obesidad mórbida.

- Menores de 18 años que reciben tratamiento de larga duración con ácido acetil salicílico.

- Embarazadas.

Las vacunas de la gripe de cada año se fabrican con proteínas de las tres cepas de virus que, según las previsiones de la OMS, hay que incluir cada temporada. Las vacunas de la gripe A solo incluyen proteínas del nuevo virus.

Existen diferentes tipos de vacunas de la gripe estacional. Desde hace años, algunas de estas vacunas contienen una sustancia llamada adyuvante, que mejora la respuesta a la vacunación. Es por ello por lo que se utiliza sobre todo en las personas de más edad y que tienen la respuesta inmunitaria más debilitada. La mayoría de las vacunas contra las pandemias contienen adyuvantes. Estos son sustancias que se emplean para aumentar la capacidad de defensa de las vacunas. Proporcionan protección con menos cantidad de antígenos; de esta manera, con la misma cantidad de proteínas virales, se pueden hacer más dosis de vacunas. Esto permite que muchas personas se puedan vacunar. Se han administrado millones de dosis de vacunas con adyuvantes sin que se haya observado ninguna relación con procesos graves.

Cuándo solicitar asistencia médica

- Fiebre alta o prolongada por encima de 39ºC.

- Un resfriado que dura más de diez días.

- Dificultad para respirar o sensación de <<falta de aire>>.

- Dolor o presión en el pecho.

- Desmayo o sentir que está a punto de desmayarse.

- Confusión o desorientación.

- Vómito intenso o persistente.

- Dolor intenso en la cara o en la frente.

- Ronquera, dolor de garganta o una tos que no desaparece.

Mitos y realidades

- Existe la <<gripe intestinal>>

Es un término erróneo. La gripe puede producir molestias digestivas en uno de cada tres pacientes, pero muy raramente son los principales o únicos síntomas de la gripe. Muchos otros virus y bacterias son más capaces de producir síntomas digestivos como náuseas, vómitos y diarrea, tanto en niños como en adultos.

- Se puede coger la gripe a causa de la vacuna

Falso, esto no puede ocurrir casi nunca, porque aunque la vacuna tenga algunos efectos secundarios como fiebre y dolor en el lugar de la inyección, no se puede desarrollar una infección por la vacuna porque los virus que se inyectan están <<muertos>> o totalmente inactivados.

- Abrígate, que vas a pillar la gripe

Las epidemias de la gripe aparecen durante los meses de invierno que es cuando el virus se disemina por la población. No guarda relación con estar al aire libre con tiempo de frío. Lo que sí aumenta en estas condiciones es la neumonía, por eso vale la pena abrigarse y no pasar frío.

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