Cómo tener una piel de apariencia más joven

Un Mundo Limpio

La piel es una cubierta flexible, protectora, auto-reparante, que contiene un sistema circulatorio y otro evaporador que le permiten estabilizar la temperatura y presión corporal. Igualmente contiene un sistema para la auto-lubricación y otro para detectar los estímulos externos.La estructura de la piel comprende tres capas con funciones especializadas:

La epidermis: barrera mas externa, relativamente delgada, su componente principal es la queratina y su contenido de agua es entre 10-25%.

La dermis: región de soporte de otras estructuras cuyo componente principal es el colágeno, su contenido de agua es entre 60-70%, presenta muchos vasos sanguíneos y glándulas secretoras: sudoríparas y sebáceas.

La hipodermis o tejido sub-cutáneo graso, que actúa como aislante y absorbente de contusiones.

La epidermis, capa mas externa de la piel, que carece de vasos sanguíneos, está formada casi exclusivamente por un tipo de células llamadas queratinocitos, estas células son las que producen queratina. Los queratinocitos se generan en la capa mas interna de la epidermis (estrato germinativo), para ese momento el contenido de agua de estas células es de alrededor del 70%. Durante su ciclo vital normal de 3 a 4 semanas, los queratinocitos van progresando hacia el exterior de la epidermis, pierden su forma columnar se tornan redondeados y finalmente se vuelven claramente aplanados. Ya en el estrato córneo, la capa mas externa de la epidermis, ocurre la muerte de las células queratinizadas donde son eliminadas constantemente de la superficie de la piel produciéndose la descamación. Es un sistema dinámico, altamente organizado y en remoción constante. Sus células cumplen la función de producir una barrera estratificada, mediante la muerte perfectamente deliberada, programada y ordenada de los queratinocitos.

La epidermis normal requiere por lo menos de 10% de humedad para permanecer blanda y flexible, dicho nivel de humedad se mantiene normalmente por un balance dinámico de captación y pérdida de agua entre el estrato córneo (capa mas externa de la epidermis) y la atmósfera. El contenido normal de humedad de la epidermis, probablemente es el residuo que queda después de la muerte de las células queratinizadas, cuya agua se encuentra fuertemente retenida por factores humectantes naturales y su evaporación se ve retardada parcialmente por la película lipídica que forma el sebo sobre la superficie de la piel. La deshidratación del estrato córneo que ocurre cuando su contenido de humedad es inferior al 10%, puede producir fisuramiento y fragilidad, lo cual ofrece ciertamente, una vía para el ingreso de sustancias irritantes y de microorganismos.

El sistema de flujo y retención de agua es extremadamente delicado y vulnerable, muchos factores como el uso de jabones agresivos, el clima y el exceso de exposición solar pueden contribuir a la alteración en la hidratación de la piel.

La piel responde a la deshidratación con una movilización de la reserva de agua intercelular, las células de la superficie de la piel se contraen dejando bordes desiguales y grietas, a esto se debe la aspereza que se siente en la piel seca y la aparición de las temibles líneas de expresión.

Cuando se desea hidratar la piel, se recurren a medios que impidan su pérdida de agua al ambiente, lo cual se obtiene en la práctica con aceites, vaselina y cremas oleosas. Otra forma de hidratar la piel es mediante el uso de humectantes, cuya función es captar la humedad del ambiente y atraerla a la piel, por ejemplo la glicerina. Las cremas humectantes no pueden evitar las arrugas, pero pueden atrapar agua en la piel, lo que enmascara temporalmente las líneas y las arrugas delgadas.

Protege tu piel del sol

La exposición a la luz UV acelera el proceso natural de envejecimiento de la piel, que causa arrugas y piel áspera y enrojecida. De hecho, la exposición al sol es la razón número uno de los signos de envejecimiento en la piel e incluso de su pigmentación desigual. Protege tu piel y evita futuras arrugas limitando el tiempo que pasas bajo el sol, y siempre utiliza ropa de protección y un sombrero. Además, usa protector solar en la piel expuesta todo el año cuando estés al aire libre. Elige productos con protector solar incorporado. Cuando selecciones productos para el cuidado de la piel, elige aquellos con factor de protección solar (FPS) de al menos 15 ya incorporado. La American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda un FPS de 30 o más. Además, utiliza productos de amplio espectro que bloqueen los rayos UVA y UVB, y que sean resistentes al agua. Colócate abundante cantidad de protector solar y vuelve a aplicarlo cada dos horas o con más frecuencia si estás nadando o transpirando.

No fumes

Fumar causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos en las capas más externas de tu piel. También daña el colágeno y la elastina, fibras que dan a la piel su fuerza y elasticidad. Como resultado, la piel empieza a debilitarse y a arrugarse de forma prematura. Incluso si has fumado durante años o has fumado mucho, puedes mejorar el tono y la textura de la piel evitando futuras arrugas, si dejas de fumar.