TEMA: Nutrición
Con los estudios y la información muchos nos hemos concienciado sobre los efectos negativos en la salud del consumo excesivo de las bebidas azucaradas, ya se sabe que contribuyen al desarrollo de la obesidad, la diabetes tipos 2 y el síndrome metabólico, un grupo de factores que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular. Como alternativa, muchos consumidores han recurrido a las bebidas con edulcorantes artificiales.
En este tipo de bebida el azúcar se sustituye por edulcorantes de alta intensidad. Éstos tienen una dulzura varias veces superior a la del azúcar común de mesa. Como resultado, se requiere mucho menos edulcorante, las calorías que aportan son a menudo insignificantes.
No es extraño que la industria de los alimentos promueva sus productos endulzados artificialmente “diet” o “light” por ser más rentables.
Sin embargo, un estudio reciente revela el impacto negativo de los edulcorantes artificiales en la salud, incluso aquellos que no tienen ninguna caloría. El consumo excesivo de bebidas endulzadas artificialmente pueden llevar a problemas metabólicos, cardiacos, de hipertensión o incluso a un efecto rebote de ganancia de peso . Es falso que las bebidas artificialmente endulzadas por sustituir el aporte calórico de la glucosa sean más saludables, no ayudan a bajar de peso, ni previenen el aumento de peso. Con este tipo de bebidas el organismo se despista con el sabor y el metabolismo se desajusta.
Este desajuste metabólico ocurre porque el organismo actúa como cuando se ingiere azúcar produciendo insulina junto con otros procesos metabólicos, las hormonas liberadas en el torrente sanguíneo se encuentran con que no tienen sobre qué actuar alterándose el metabolismo. Además, cuando llega una ingesta de glucosa natural el organismo maleducado por las experiencias anteriores, no se la cree, y no reacciona.
Las personas que regularmente consumen edulcorantes artificiales muestran patrones de activación alterados en los centros de placer del cerebro en respuesta al sabor dulce, lo que sugiere que estos productos no pueden satisfacer el deseo por los dulces. Del mismo modo, los estudios en ratones y ratas han demostrado que el consumo de edulcorantes no calóricos amortigua las respuestas fisiológicas al sabor dulce, haciendo que los animales se excedan en comida rica en calorías de sabor dulce. Los resultados sugieren que los edulcorantes artificiales aumentan el riesgo de problemas de salud en una medida similar al azúcar y también pueden exacerbar los efectos negativos del azúcar.
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