Columna vertebral: va perdiendo su funcionalidad con los años

Después de la madurez esquelética los elementos que constituyen la columna vertebral y que le dan soporte inician un proceso degenerativo, que se traduce en una pérdida importante de sus propiedades y, por lo tanto, de su funcionalidad.

El hueso

Las vértebras experimentan una pérdida de masa ósea paralela a la degeneración de los discos que puede producir deformidades (cifosis). Otras veces el hueso se adapta a la degeneración del disco desarrollando un proceso artrósico que limita la movilidad. En las articulaciones vertebrales posteriores, la degeneración de los cartílagos, las cápsulas y las carillas articulares produce una serie de cambios que reducen la movilidad y pueden causar dolor por compresión de las estructuras nerviosas; es lo que se conoce como síndrome de las carillas articulares.El disco

Los discos intervertebrales están formados por un núcleo pulposo y un anillo fibroso que lo rodea. A partir de los 20 años empieza un proceso de degeneración que continúa a lo largo de toda la vida, en el que el núcleo se va volviendo más rígido y el anillo más frágil, con peligro de fisurarse. Este proceso tiene unos fundamentos biológicos, con disminución de algunos de los componentes que le dan elasticidad (humedad, mucopolisacáridos) y otros biomecánicos, con pérdida de grosor del anillo que facilita la aparición de fisuras.Los ligamentos

Los ligamentos sufren una alteración de sus propiedades biomecánicas y pierden elasticidad. Asimismo, en la inserción de los ligamentos con los huesos aparecen osteófitos y tienen lugar diversos procesos de calcificación, todo lo cual redunda en una pérdida importante de la movilidad.

Los músculos

La musculatura desempeña un papel fundamental tanto para movilizar la columna como para darle estabilidad. En condiciones normales se necesita muy poca actividad muscular para equilibrar la columna, ya que su propia estructura le permite soportar bien el peso del cuerpo. Cuando se produce una alteración de la estática (cifosis, hiperlorsis), los músculos se ven sometidos a un mayor esfuerzo para poder mantener el equilibrio. Esta situación se combina con el hecho de que las fibras musculares degeneran con la edad y pierden potencia, creando una especie de círculo vicioso en que la deformidad aumenta la demanda de fuerza muscular, el esfuerzo suplementario daña al músculo haciéndole perder potencia, y la incapacidad para mantener la postura incrementa la deformidad.

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