¿Te levantas de la cama con dolor de cuello?

Ciertos factores diurnos y nocturnos pueden marcar la diferencia entre un sueño reparador y un despertar dolorido. Los motivos por los que nos despertamos con molestia en las cervicales pueden ser muchos, explica el doctor Ángel Hernández Yáñez, jefe de la Unidad de Medicina Deportiva del Hospital Universitario HM Torrelodones: "En personas jóvenes, suele darse por malas posturas, sobreesfuerzos del día anterior o el estrés, y en mayores, lo más común es que esté relacionado con el envejecimiento y problemas como la artritis".

La gran mayoría de las veces este molesto despertar se debe a una distensión muscular o de otras partes blandas, como ligamentos y tendones, por eso son dolores que se alivian con el tiempo (van y viene por temporadas). Estas partes blandas cuentan con la ventaja de tener un riego sanguíneo importante que facilita la mejoría, de ahí que sea una molestia que se cure sin la ayuda de ninguna intervención quirúrgica y que la aplicación de hielo o calor, los medicamentos sin receta o los masajes sean suficientes para aliviarse.

La mejor manera de eliminar el dolor de cuello matutino es atajarlo de raíz.

Una de las cosas que pasan desapercibidas es el peso diario que soportan nuestras vértebras solo por el hecho de inclinar nuestra cabeza para mirar el móvil. Para que nos hagamos una idea, la cabeza en posición neutral, sin inclinación alguna, mirando de frente, pesa unos 5 kilos. Al inclinarla 15 grados llegará a pesar 12 kilos, al pasar a 30 grados ya son 18 kilos; con 45 grados, 22 kilos; y con una inclinación de 60 grados, 27 kilos. Esa fue la conclusión a la que llegó un estudio hecho por el doctor Kenneth Hansraj jefe de Cirugía de Columna Vertebral en el New York Spine Surgery & Rehabilitation Medicine. Para soportar todo ese peso, la cabeza tiene que recurrir a la musculatura del cuello y a la zona alta de la espalda. De ahí el dolor, las contracturas o los pinzamientos; molestias que podrían evitarse simplemente cambiando de postura, levantando la pantalla a la altura de la cabeza.

El doctor Hernández Yáñez aconseja que cuando notemos el cuello cargado descansemos durante 15 minutos, mirando hacia el frente, con el cuello en una posición neutra, además de hacer ejercicios de flexión y extensión de cuello, y estirar los músculos cervicales.

Más allá de las malas posturas durante el día, también influye la forma en la que descansamos. Todos tenemos una postura preferida para ir a la cama, es algo que elegimos desde la infancia y además es complicado de controlar y de cambiar. Según una guía elaborada por especialistas de la Universidad de Harvard, la peor posición es bocabajo ya que la espalda está totalmente arqueada y el cuello girado a un lado. De lado y bocarriba son las posturas más recomendables. La conclusión de los expertos es que hay que acostumbrarse a dormir bocarriba, con las piernas ligeramente separadas y ambos brazos relajados al costado, con la cabeza recta, sin caer hacia ningún lado.

¿Y qué ocurre con la almohada?

Elegir la almohada correcta puede convertirse en una pesadilla gracias a la gran variedad de diseños y rellenos que existen en el mercado. El doctor Hernández Yáñez simplifica la tarea y aclara que lo más importante es la altura de la almohada y si es blanda o dura, dice lo siguiente: "Si dormimos de lado, la almohada debe tener la altura de nuestro hombro, de manera que al apoyarnos en ella el cuello quede recto; si dormimos bocarriba, debe ser fina, salvo en personas con cifosis marcada (desviación de la columna); y si dormimos bocabajo, mejor no usar almohada".

Respecto al material parece no haber consenso entre los profesionales, se ha investigado mucho sobre el tema, los estudios comparan diferentes tipos de almohada con diferentes tipos de pacientes y es muy difícil establecer comparaciones y valoraciones personales. Lo que parece estar claro es que debe ser "suave y no demasiado alta o rígida para mantener el cuello flexionado durante la noche y aportar soporte cervical". También es importante estar atento (sobre todo las personas con sobrepeso) y darse cuenta de cuándo la almohada pierde la cantidad de relleno original por ejemplo, las de plumas cumplen con el requisito de ser suaves, pero rápidamente hay que cambiarlas porque se apelmazan.

"De todas formas no hay que olvidar que, independientemente de las malas posturas, el sobrepeso hace que se resienta la espalda, perjudicando también al cuello. Por eso es importante no ir añadiendo kilos a la columna y mantener una musculatura fuerte, bien tonificada y elástica, algo que se consigue con el ejercicio regular. Especialmente es beneficioso practicar deportes en los que actúen los brazos, porque ayudan a mantener un cuello sano, como por ejemplo la natación", asegura el doctor Hernández Yáñez.

También el running ayuda. En general, estar en forma ayuda a que la degeneración que nos llega con la edad se vaya atrasando. Según un estudio publicado en Nature, el correr beneficia a los discos intervertebrales (que actúan de nexo de unión entre las vértebras ofreciendo apoyo y movilidad a la columna vertebral), manteniéndolos más sanos y retrasando su desgaste.

La Botica del Saber colabora con "Un Mundo Limpio":