Una vida truncada: “Paquirri Guanté”

Eduardo Ternero - 5 de julio de 2020

Hay historias enigmáticas, historias extrañas, violentas,  que han marcado la vida de las personas. En el flamenco ocurre igualmente,   recordemos como el padre de la Rubia de Málaga dio un navajazo mortal  al “Canario” o como, “Tío Gregorio”, el padre del “Planeta”, acuchilló a otro en la feria de Cádiz… 

Pesca del bou 

Traemos ahora otro caso extraño, el de un artista, cantaor y guitarrista, que fue injustamente culpado y seguramente asesinado (envenenamiento) por un error, por algo que se demostró – a la postre – que  no era culpable. Estamos hablando de  Francisco Guanter Espinal, “Paquirri Guanté”,  nacido en el Puerto de Santa María en 1834.  Era hijo de Mariano Guanter, procedente de familia de valencianos asentados en Cádiz y dedicados a la pesca del bou (arte de pesca utilizado en Valencia y que consistía en el  arrastre de la red por el fondo marino tirada por dos barcas y luego,  en la costa,  con bueyes,  se  arrastraba la captura  hacia la playa). Su madre,  Jacinta Espinal, era oriunda de Morón de la Frontera, dedicada a labores de la casa y, tal vez, de donde, “Paquirri”  mamara su afición al flamenco. 

Desde muy pequeño, ejerció  como pescador, aprendiz en una barbería…, en fin,  ayudando a la familia; se sabía muy poco de él. Recientemente,  tras laboriosas investigaciones en hemerotecas,  se han localizado pasajes inéditos de su vida: El periódico gaditano “El Comercio”, en el año1847, hacía referencia a un niño de algo más de 10 años cantando en el Teatro “El Balón”, al que llaman “Guanter”,  interpretando canciones y el mismo año, en el Teatro Principal, cantando el jaleo de la Gariana y el Polo Andaluz. Seguramente se estaba refiriendo, el citado diario, al niño Paquirri el “Guanté”. 

El escritor Fernando Quiñones 

En cuanto a dichos cantes, se cree que el periodista hace una clara alusión a un estilo parecido  a los aires de  la rondeña-malagueña,  con unos tonos que seguramente fuesen los inicios de lo que llegarían a ser los jaleos apolás y que posiblemente fuesen los orígenes de la  soleá. 

  Hasta hace poco,  muchos escritores y poetas, entre ellos,  Fernando Quiñones en su libro “De Cádiz y sus Cantes”, había pensado en un Paquirri el “Guanté” que habría nacido treinta años antes, de oficio guantero, y que murió muy joven en Madrid presumiblemente envenenado por un marido celoso. Pero con las investigaciones recientes se ha podido confirmar que no ejerció de guantero y se han aclarado los hechos; aunque no se conocen con demasiada certeza: Estando en Madrid, donde ejercía como guitarrista, se cuenta una noticia que salió en todos los periódicos de la época. “La Iberia”, publicaba en1861:“…se imputa a un popular  guitarrista andaluz  llamado Francisco Guanter el asesinato de una niña de 12 años,  en Madrid,  ahijada de la dueña de la pensión donde reside el citado artista”. El crimen y el robo, además de un incendio producido para prender fuego a la víctima,  sería muy comentado por toda la prensa. Se decía que Guanter ingresó en prisión junto a seis imputados más.   El mismo periódico, “La Iberia”, publicaba  cinco meses más tarde, en mayo del 1862 : “…murió en la cárcel el popular guitarrista andaluz conocido por Paquirri, al que se le acusaba de asesinato y  cuya autoría  no fue confirmada” 

 Finalmente se  demostraría que  era totalmente inocente”. Estos hechos no quedaron claros, faltaba investigación del caso y sería el escritor Faustino Núñez quien  apuntara que, aunque casaban nombres y fechas, no se podía asegurar que se estuviese refiriendo con certeza a Francisco Guanter Espinal o se trataba de otro señor. Investigando en las defunciones del citado año, se localizaron en el Archivo Histórico de Cádiz y en la prensa madrileña datos fehacientes: Francisco Guanter falleció en marzo de 1862 a la edad de 27 años. Era natural de Cádiz,  soltero y, en el momento de su muerte, se encontraba preso. 

Aurelio Sellés 

El motivo de fallecimiento solo explicita: ‘de forma repentina’, aunque muchos pensaron que su muerte fue por envenenamiento, por un marido celoso y por un crimen que no cometió. Se dice igualmente que el citado individuo no dejó testamento y que el deceso ocurrió  en la cárcel del Saladero de Madrid, un lugar inmundo,  cuyo nombre provenía de haber sido anteriormente un saladero de tocino.  Se incluía en la citada noticia el nombre completo de los padres, que coincidían exactamente con los de Paquirri el “Guanté”, por tanto se trataba del artista del Puerto de Santa María. 

A pesar de esta crónica negra de su vida, Paquirri Guanté fue un excelente intérprete y creador flamenco. Nos ha llegado su forma de expresar el cante gracias a Aurelio Sellés, que  grabó tres de sus estilos de soleá. Un cuarto estilo, el de la soleá apolá, la cantaría Diego Bermudez, “Tenazas de Morón”, en el Concurso de Cante Jondo de Granada  (1922) y que hoy día utilizan muchos cantaores para rematar el polo  la caña. Como  hemos dicho, en reiteradas ocasiones,  estos intérpretes fueron la avanzadilla de artistas que subirían  el  flamenco a  Madrid,  Barcelona…, a París, cuando era impensable por el transporte, el momento histórico y las condiciones de vida. Sin embargo el “Guanté”, pese a su corta vida, fue un genio del flamenco que ha tenido, en su musicalidad y creación, una larga lista de estudiosos y  seguidores y que,  gracias a ellos,  nos ha llegado su legado hasta nuestro días. Las soleares de Paquirri se encuentran entre las primeras conocidas, nos remontamos a 1840-1850.