Rincón Flamenco - "Reflexiones sobre el flamenco" por Eduardo Ternero Rodríguez
Eduardo Ternero - domingo, 12 de octubre de 2025
Seguimos escudriñando la prensa de los últimos años de los sesenta y nos encontramos con una entrevista que se le hace al pintor mallorquín Juan Comas Babiloni, experto en retratos, sobre todo de actores y artistas flamencos. Comas es un apasionado del flamenco y se autodenomina el pintor de cámara de los grandes del cante grande de Andalucía. El pintor defiende que el cante jondo andaluz y el canto mallorquín tienen las mismas raíces y que para encontrarlas no hay más que escuchar los canticos y rezos en una mezquita marroquí. Juan Comas se vanagloria de poseer una extensa pinacoteca de artistas flamencos, por ejemplo de Lola Flores lleva 7 retratos pintados y cuando el periodista del diario de Baleares le pregunta quién es el artista que impera en su galería, es decir al artista que más ha retratado y que mayor respeto le merece, responde: “Sin duda alguna, Pepe Marchena, el gran maestro de maestros”.
La cantante Salomé
Mientras, a falta de poco, Salomé sigue ensayando la canción “Vivo Cantando” que presentará en Eurovisión el próximo 29 de marzo de 1969 y el periódico “7 fechas” entrevistaba a Rafael Farina, en un artículo que se titulaba “Farina, sin pelos en la lengua”. Farina en aquellos años se encontraba en la cumbre de su carrera y se jactaba ante el periodista de ser el número uno del escalafón, de su exitosa carrera, de sus actuaciones en televisión… Asimismo, enfatizaba que le sobraban facultades y que jamás hacía ‘playback’ cuando le filmaban las cámaras, él prefería cantar en directo a esa “camelancia” discográfica: “… a mí no me va el mover la boca mientras suena el disco…” diría. También se ufanaba diciendo: “Ahora se canta mejor que antes, se viste mejor, se torea mejor…”. Y cuando el periodista le pregunta por los cuatro más grandes del flamenco respondería: “Caracol, Marchena, La Niña de los Peines y Pepe Pinto”.
Dejamos a Farina, que decía no aguantar aquella música moderna, aquellos gritos y alardeaba diciendo: “No estaría mal que yo representase a España en Eurovisión, no me vendría ancha. Yo pondría alto el pabellón español, mejor que muchos y muchas”. Pero, no sería aquel año. Salomé ya tenía comprado y probado aquel vestido de flecos que, a la postre, le llevaría a conseguir, en el Teatro Real de Madrid, el primer premio compartido (por obtener el mismo número de votos) con otras tres cantantes: la británica Lulú, la francesa Frida Boccara y la holandesa Lenny Khur.
Estamos en los habituales preparativos de la temporada que el Circo Price hacía cada año y que se extendía desde la primavera hasta la entrada del otoño. Esta vez se ponía todo el énfasis en los meses de julio y agosto. También hacía hincapié la prensa de las mejores figuras que actuarían en esas fechas: Rafael Farina, Perlita de Huelva, Gloria Romero y Macarena. Después, continuaba el artículo haciendo una somera lista de otros muchos artistas que estarían en el escenario del Price a lo largo de toda aquella larga temporada en la que incluía a Porrina de Badajoz, Fosforito, La Paquera, Enrique Montoya, Antonio Molina, Pepe Marchena, La Niña de la Puebla, Adelfa Soto, Manolo el Malagueño, Angelillo y un larguísimo etcétera de artistas.
José Sánchez Bernal "Naranjito de Triana"
Seguimos indagando en la prensa de la época y observamos en varios periódicos estatales reseñas de la próxima temporada del Price. A nosotros nos extraña y nos duele ver que en muchos de los artículos en los que presentaban los programas para esa primavera-verano, Pepe, ya no encabezara el reparto de artistas. Nos apena aún más el hecho de que, a toda página, se muestre la foto de 7 artistas que compartirán con él escenario y no aparezca la siempre esperada figura de Pepe Marchena fotografiada o caricaturizada, cuando, hasta ahora, su imagen era el mejor reclamo publicitario para que el público acudiera a los espectáculos. Entendemos que Pepe ya no es quien era, ha podido dar un bajón en su carrera; la gente quiere escuchar voces nuevas y que el marchenero va culminando su ciclo vital, pues va camino de los 70. Sin embargo, en las páginas del periódico Pueblo, aparece un listado de los discos más escuchados, una especie de relación parecida a “Los 40 principales” y en ella se encuentran como disco de flamenco más vendido el de Pepe Marchena con los temas: “Cayó una perla en un lirio”, “Viva el Campillo y Ardales”, “Yo vi volá una perdiz” y “Millares de perlas”. Estamos hablando de octubre de 1969, fecha en la que estaba, Pepe, actuando en el Versalles de Barcelona, junto a Emilio el Moro, Angelillo, Isabelita Garcés…, en un espectáculo que se llamó “España, Flamenco y… ole”
Si algunos diarios y revistas renegaban de Marchena, en cambio, el Diario de Ávila, abre un debate en su interior acerca del flamenco que titula: “Cante Flamenco: Opinan los expertos” y que firma el periodista Fernando Gelan. Dicho artículo en su entrada hace una reseña sobre el desarrollo del flamenco haciendo hincapié en la Baja Andalucía, centrándose en los festivales de la provincia de Sevilla y su aportación al flamenco más ortodoxo, repleto de artistas puros, alejados de las mixtificaciones, que incluso estaba calando en la Universidad.
Para tratar el tema recabaría la opinión de cuatro hombres relacionados de alguna manera con el flamenco y de los cuales entresacamos algunas conclusiones: Uno de ellos es Rafael Belmonte, escritor y flamencólogo distinguido que opina entre o muchos aspectos del flamenco: “… en estos momentos se canta mejor que antes, pero en todas las épocas se ha mixtificado el cante”. Para Manuel Barrios, escritor e investigador de flamenco y miembro de la Tertulia Flamenca de Sevilla: “Desde los años 30 hasta hace poco, el flamenco auténtico se defendía en el reducto de los hombres del campo y del mar. Hoy se canta más y mejor en las ciudades, donde se puede escuchar a Mairena, Marchena, Chocolate, Menese…, pero creo que el flamenco sigue una línea ascendente”. Naranjito de Triana opinaba: “Hoy se canta más que antes. Antiguamente, para escuchar a un cantaor había que ir a un colmao o un café cantante, hoy el flamenco llega a todo el mundo a través de festivales y los discos. Por supuesto creo que hay mixtificación, ha habido siempre”. También el periodista le daba cancha a un estudiante y cantaor aficionado, Joaquín Palma, que opinaba: “… hoy, donde se canta mejor flamenco es en aquellos rincones de Andalucía donde aún no ha llegado la comercialización y adulteración”. Podemos, que en aquellos años, como en todas las épocas del flamenco había opiniones para todos los gustos.
Antonio Vargas Fernández "Frijones"
Lo que no cabe ninguna duda es que lo que hizo Pepe durante la etapa de la Ópera Flamenca, aquel tipo de mixtificación, de “adulteración” del cante, como han querido llamarle algunos, o el tan cacareado alejamiento de lo ortodoxo, ha ocurrido en todas las épocas; pero no solo en el mundo del flamenco, sino en todas las artes. Si pudiésemos escuchar lo que cantaba Silverio o el Nitri y lo comparásemos con el cante flamenco más primitivo del XVIII, veríamos cuanto de mixtifiación había, cuantos giros hacia la modernidad del momento y cambios sustanciales hicieron aquellos que ahora llamamos base troncal de los cantes. Si comparamos la forma de cantar del Mellizo, Frijones, Loco Mateo… y lo que luego desarrollaron Torre, Chachón, Pastora, Pena (padre)… nos sorprendería. Así ha ido sucediendo a través de los tiempos y así seguirá “per saecula…”; la investigación, los avances técnicos, la improvisación y la innovación harán que este arte nuestro vaya evolucionando. Ya lo hicieron hace poco Camarón, Paco de Lucía, Morente… y lo seguirán haciendo las generaciones venideras. Con ello se demuestra y es palpable que el flamenco es un arte que está vivo, que se desarrolla y que persiste al tiempo.
Lo que costó y cuesta a muchos entender es que Pepe Marchena, iniciase aquella revolución, que durase casi medio siglo del XX y que su principal protagonista no se derrumbase en el intento, sino que permaneciese en su lugar casi hasta su muerte. Algo que pocos, en cualquier disciplina artística, puede contar. Ya sabemos la historia de muchos de los grandes del flamenco que se vieron abocados a cambiar a renunciar a su estilo y vivir en la indigencia en los últimos años de sus vidas. Pepe, si es cierto que al final de sus días tuvo que retirarse y que se encontraba hundido económicamente. Pero, no fue porque el público le alejara de los escenarios, sino porque la enfermedad lo obligó a retirarse y eso le llevaría a una repentina estrechez. A estas alturas de su vida, no iba a cambiar el marchenero; su filosofía acerca del dinero era la misma que cuando era joven: “… el dinero se había hecho redondo para que rodara”. ¿Quién iba a cambiar su forma de pensar, su espíritu de cigarra, el vivir al día? Mas, no adelantemos acontecimientos, aún le quedaba a Pepe mucha guerra que dar y rellenar muchas páginas de la historia y de la prensa.
Cartel del acto en el Cine Victoria de Marchena
Terminada la temporada del Price, la “Tertulia Pepe Marchena” con sede en Sevilla tuvo a bien organizar en Marchena en septiembre de 1969 el “I Festival de Cante Flamenco Payo”. No llegamos a entender el porqué de ese nombre. A lo largo de toda su vida y en reiteradas ocasiones, Pepe Marchena, había declarado: “No encuentro diferencia entre cante gitano y cante payo, ni hago distinción entre cante grande y chico, lo que si es cierto que, en el flamenco al igual en otro tipo de canto, hay buenos cantaores o intérpretes y otros no tanto”. El caso fue que en el cine Victoria de Marchena, ubicado en el callejón de calle Santa Clara, hoy llamado de García Gascó y que regentaba por entonces su amigo de la Puebla de Cazalla Miguel Morilla, se organizó dicho festival. Colaboraron en dicha organización el empresario y vicepresidente del Sevilla F.C. José María del Nido Borrego, Pedro Vázquez Benjumea (teniente de alcalde de Sevilla), ambos miembros de la Tertulia sevillana. El jurado estaría formado por La Niña de Antequera, Manolo el Malagueño, el propio Miguel Morilla, el futbolista del Sevilla F.C. Juan Arza Íñigo y otras figuras del flamenco.
La presentación del acto correría a cargo de Pepe Marchena, que disertaría sobre los secretos del cante flamenco y haría un recorrido por su “Antología Flamenca”. En dicho espectáculo intervendrían 8 participantes aficionados y 6 profesionales, todos ellos seguidores, imitadores o que seguían la línea del ‘maestro’ marchenero.