El virtuosismo de la guitarra de Jerez (III) 

Eduardo Ternero - domingo, 1 de enero de 2023

Siguiendo con la importancia de la guitarra en Jerez, hablamos ahora de Francisco Pantoja Fernández, que tomó el remoquete de “Currito el de la Geroma”. Nacido en Jerez en 1900, era hijo de Juan el de Alonso y de la cantaora y bailaora Geroma. Desde muy pequeño aprendió a cantar y a bailar con su madre y a tocar la guitarra con su padre. Según cuenta Butler, Juan el de Alonso, era un gran guitarrista y un gran cantaor, conocedor de los estilos más antiguos de Jerez. Más tarde, el joven Currito, asistió a las clases con el maestro Javier Molina, que fue el que hizo de él un tocaor excepcional. Currito fue un artista polifacético, cantaba, bailaba y tocaba la sonanta. Pero además, como dijera Manuel Morao, lo hacía todo a la perfección. Incluso aprendió a tocar el piano en la academia de Eloísa Albeniz, la mujer de Arturo Pavón; y lo tocaba con tal maestría que sería el primero en llevar al flamenco este instrumento. Según contaba el propio Arturo, cuando el gran pianista Rubisntein le escuchó tocar unas seguiriyas al piano, se quedaría asombrado de la calidad de su música.

Currito el de la Geroma

Currito debutó siendo muy joven (14 años), como cantaor, en el Teatro Eslava junto a Javier Molina, poco después seguiría intercambiando su cante, su baile y acompañando a grandes cantaores con su guitarra durante algún tiempo. Más tarde, se desplazaría con su madre, la famosa Geroma, una gran artista del baile y del cante, a la Alameda de Hércules sevillana, donde por aquellas fechas los Pavones, Manuel Torre, Chacón y todo el elenco del flamenco de los años 20 se reunía y era allí donde se amasaba la sabiduría flamenca. Desde entonces, su vida artística se centraría en la capital hispalense, donde residía y encontramos reseñas de sus actuaciones durante los años 20 acompañando a grandes genios del flamenco como Manuel Vallejo. Pero, por desgracia, la muerte le llegaría a Currito muy pronto; muchos de sus biógrafos y estudiosos del flamenco no se ponen de acuerdo en la fecha de su muerte, que con toda seguridad fue de tuberculosis, agravada por los excesos. Lo cierto es que la tragedia se produjo en Sevilla en la década de los treinta.

Sin duda alguna, Currito el de la Geroma fue uno de los grandes del flamenco, que ha dado Jerez, un flamenco que dominaba todos los palos y todas las variedades. Un artista, con unas facultades impresionantes, que fue considerado en su momento por todos los flamencólogos como uno de los grandes que ha tenido la música flamenca de todos los tiempos; que podría ser comparable a Morao, Niño Ricardo, Yance… Lástima que muriese tan joven y no pudiese desarrollar por completo su carrera.

Manuel Morao

Otro de los más grandes y que ha formado una saga de flamencos, “Los Morao” ha sido Manuel Moreno Jiménez, nacido en Jerez en 1929.  Desde pequeño se vio influido por la escuela de Javier Molina, como casi todos los tocaores jerezanos, pero Manuel cogería una línea más personal; la herencia flamenca de su padre y su madre, el ambiente ancestral de la gitanería de sus ancestros le hizo conocer el cante y el baile desde la cuna. Sin embargo, una circunstancia casual hizo que la guitarra se cruzase en su camino. De pequeño, con apenas 7 años, se rompió ambos brazo y eso dificultaba trabajar en las labores agrícolas, por lo que su padre le apañó una guitarra y el niño, Manuel, se embelesó tanto con ella que Javier Molina, que en principio fue su maestro, ya sentenció que tenía cualidades para llegar a ser un gran tocaor. Y se quedó corto Molina, Manuel Morao, con 10/11 años tocaba por todos los tabancos jerezanos, por fiestas y ferias de Cádiz y desde los 12 años, acompañaría a los más grandes artistas, La Perla de Cádiz, Pastora Pavón, Pastora Imperio,  Terremoto, Mairena… y es guitarrista oficial en las Compañías de Caracol, Lola Flores, Concha Piquer. Más tarde, se incorpora como primera guitarra del Ballet Nacional que dirigía Antonio Ruiz, “Antonio el Bailarín”.  

 Moraito Chico 

Tras muchos de años de giras, de grabar (más de 60 grabaciones) con multitud de artistas, de participar en 9 películas, con más de 40 actuaciones en televisión… a mediados de los 60, y después de recibir premios por todo el mundo, de tocar en todos los escenarios del orbe, de ser reconocido como uno de los mejores de todos los tiempos, decide cambiar el rumbo de su vida. Definitivamente, se afinca en Jerez y decide dedicarse a la enseñanza, a montar espectáculos con niños y jóvenes flamencos, se empeñó en el desarrollo de las nuevas generaciones del marco de Jerez. Igualmente, decide ponerse al frente de programas de radio dedicados a la difusión del flamenco con los Jueves y los Viernes Flamencos. A partir de entonces, se convierte en una especie de mecenas del flamenco. Fruto de su labor pedagógica y su herencia atávica retrotraída de sus antepasados, en 1987 fundaría su propia empresa: “Manuel Morao & Gitanos de Jerez”, con la que ha cosechado grandes éxitos montando espectáculos no solo en toda España, sino que ha llevado el flamenco por todos los rincones internacionales como Nueva York con su espectáculo “Gypsy Passion”.

Gracias a su empeño, gracias a su patrocinio y promoción, han triunfado artistas consagrados hoy como José Mercé, La Macanita, Antonio “El Pipa”, otros ya desaparecidos como Juan Moneo “El Torta” y su hermano Manuel Moneo y muchos de la reciente hornada artística de Jerez como Ana Parrilla o su sobrino Moraito o la propia Sara Baras, pues, “El Morao”, ha empleado casi toda su vida llevar a su máximo esplendor los aires flamencos gitanos-jerezanos.

El maestro Morao es seguidor de la escuela del gran Patiño, cree que la función primordial y prioritaria de la guitarra flamenca es la del toque para el acompañamiento, y esa ha sido una de sus misiones y su herencia hacia sus descendientes. El propio Manuel declararía: “Mi principal característica son los toques rítmicos, yo concebía el ritmo de otra manera, hacía muchos contratiempos, a complicarlos y eso le ha dado al toque una virtualidad distinta…”

Diego del Morao

 Hablar del reconocimiento, de su trayectoria musical y espectáculos exitosos que ha montado a lo largo de su dilatada vida se nos hace muy difícil. Manuel Morao, ha tenido tal cantidad de premios y ha trabajado en tantas facetas que necesitaríamos un apartado exclusivamente para que cupiese el listado: Espectáculos para la Expo del 92, para la Bienal de Sevilla, en los mejores escenarios nacionales e internacionales, en el Concurso de Córdoba, en multitud de Universidades. Ha sido Premio Nacional de Guitarra, hijo predilecto de Jerez… y un larguísimo etcétera de reconocimientos y merecimientos a su carrera, nos dan idea de la labor tan continua y extensa de esta longevo artista jerezano que a fecha de hoy ha sobrepasado los 93 años. 

Su saga es larga, su hermano Juan seguiría sus pasos aunque no llegará a su nivel artístico. Su sobrino Manuel Moreno Junquera “Moraito Chico”, nacido en Jerez en 1956, ha sido uno de los baluartes de la familia de los Morao. Debutó muy pequeño con Mercé y Villar y tuvo una trayectoria llena de éxitos a lo largo de su carrera, acompañando a los mejores como la Paquera, Camarón y sobre todo con José Mercé, hasta su fallecimiento en 2011. “Moraito Chico” fue un tocaor de una gran personalidad, querido por todos sus allegados y artistas con los que actuó, muchos de los cuales le han dedicado parte de su repertorio a su memoria.

Otros “Morao” continúan la saga, en carteles y con gran éxito está Diego Moreno Jimenez, “Diego del Morao”, nacido en 1978, hijo de Moraito Chico que ya tiene muchas grabaciones,  ha conseguido varios premios y actuado en algunas  películas; siendo uno de los tocaores preferidos por José Mercé, Vicente Soto “Sordera”…y que suele acompañar a Diego Carrasco en sus actuaciones. CONTINUARÁ 

Terremoto de jerez - Bulerias - Guitarra: MANUEL MORAO

MORAITO CHICO por Bulerías.

DIEGO DEL MORAO - Made In Moraito