“Pepe La Nora”

Eduardo Ternero - sábado, 27 de noviembre de 2021

Seguimos la estela del fandango de Huelva, del que se conocen más de sesenta variedades y algunas que se nos escapan, puesto que no  solo muchos pueblos como Alosno, Almonaster la Real, Calañas, Cabezas Rubias, Valverde, Santa Bárbara… tienen fandangos propios, sino que además muchos intérpretes onubenses sobresalieron por su estilo particular, impusieron su impronta en un tipo de fandango, siempre dentro de estilo de Huelva, lo que nos ha llevado a tener un rico patrimonio fandanguero dentro de todo el territorio. Como dicen los ‘choqueros’: “fandangos del mar, la sierra y el llano” 

Pepe “La Nora” 

Hoy hablamos de otro de esos  grandes cantaores que dejaron un sello propio dentro del mundo del fandango de Huelva. Su nombre era: José Valladolid Rebollo, nació en San Juan del Puerto, Huelva, en 1903, aunque siempre se le conoció en el mundo del flamenco con el sobrenombre de “Pepe la Nora”, por ser hijo de la alosnera Leonor Rebollo Arreciado (La Nora) de quien dicen que cantaba muy bien los fandangos y por lo que,  además del apodo que identificó a su hijos también les enseñaría, a él y a su hermano Curro, los cantes de Huelva. Los dos hermanos trabajarían desde muy jóvenes en la finca que su familia tenía en propiedad. Fueron combinando las faenas propias del campo con los cantes de la tierra, cantando en fiestas, celebraciones, romerías... donde ambos se  presentaban siempre juntos, convirtiéndose en dos cantaores excepcionales. 

Cuentan sus cronistas y biógrafos que Pepe tenía una gran afición por el cante desde muy pequeño,  tanto que perdía el sueño por escuchar a los cantaores famosos, con el fin de aprender su forma y estilo; incluso cuentan que, siendo un imberbe,  se aventuró a ir  de madrugada a una fiesta en Alcalá de Guadaíra, donde cantaba Joaquín el de La Paula; más de 100 kilómetros de distancia y no sabemos si tuvo que coger aquellos trenes de madera o fue en un carromato pues tendría que volver al amanecer para continuar trabajando. 

También en sus inicios, los hermanos,  subirían a algunos tablaos de ferias de pueblos importantes y ciudades… pero sobre todo eran contratados para  fiestas y reuniones familiares por personas de cierto poder económico, que podían pagar unos duros, algo muy normal en aquellos años, para disfrutar el flamenco. Con el tiempo, se fueron haciendo un nombre y “Los niños de La Nora” ya actuaban en  casi todos los eventos de la provincia de  Huelva. Su fama saltó al resto de las provincias, traspasaron fronteras y fueron requeridos desde Mairena del Alcor para participar en un festival flamenco, compartiendo escenario con el gran Manuel Torre y  donde conocerían el arte de un niño, de trece años al que llamaban “el Niño de Rafael”, que sorprendería a todos por su forma de cantar y que a la postre sería conocido en el mundo del flamenco como uno de los más grandes de la historia: D. Antonio Mairena. 

Antonio Mairena 

De vuelta a su tierra, en San Juan del Puerto,  los jóvenes  serían aclamados e invitados a compartir escenario con los grandes cantaores de fandangos del momento como Pepe Rebollo, Antonio Rengel, Pérez de Guzmán… que por entonces eran contratados en el  llamado Jardín de Suárez, donde se organizaban grandes fiestas y espectáculos flamencos. Allí  se reunía  la flor y nata de la sociedad onubense  y donde concurrían  los  mejores artistas flamencos de Huelva. “Los Nora” también fueron asiduos a la Romería del Rocío, unas veces invitados por las propias Hermandades y otras por familias pudientes que anhelaban escucharles y compartir con ellos las fiestas y juergas en las casas de la Marisma de Almonte. 

En el año 1929 Curro y Pepe La Nora, con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, serían llamados para efectuar  su primera grabación con la casa discográfica Regal.  El disco de pizarra se grabó  acompañados a la guitarra por Niño Ricardo, que empezaba a destacar. En aquel disco, Pepe cantó fandangos de Huelva, tarantas, malagueñas y seguiriyas, y Curro por fandangos de Huelva, soleares, seguiriyas y malagueñas, desde el momento en que salió al mercado, el disco sería de gran aceptación en los medios flamencos; tanto es así, que por aquella grabación los hermanos cobrarían mil pesetas cada uno, una cantidad importante en estos años. 

Darían el salto definitivo a Sevilla donde  gozaron de bastante popularidad y fueron muy admirados por todos los que le escucharon por su forma y estilo en sus cantes, de manera especial por su paisano Antonio Rengel, y gran cantidad de artistas que se reunían en el bar que regentaba  Pepe Pinto en la Campana y donde compartieron muchos días de fiesta y tertulias.

 Durante aquellos años de estancia en Sevilla,  actuarían en la feria de abril, además de en otros tablaos y salones de la Avenida de Hércules y Plaza del Duque. Incluso fueron invitados a cantar delante del rey Alfonso XIII. Asimismo actuaron con los grandes artistas de la época, Vallejo, Niño Gloria, Centeno, Cepero, Tomás Pavón y su hermana Pastora, en diversos lugares de la capital de La Giralda, en la que dejaron un gran sabor de boca en los aficionados que le escucharon, por el duende y flamenquismo con los que interpretaban sus cantes.

Pepe Briones 

2En los fandangos de Huelva impusieron su sello propio y fueron muy solicitados por el público;  no en vano, nos encontramos en una  etapa del flamenco muy particular: “La Ópera Flamenca”, donde el fandango primaba sobre todos los cantes.  Con la aportación de los cantaores onubenses antes citados y otros que fueron apareciendo en el firmamento flamenco de Huelva y provincia, a aquel desprestigiado y minimizado fandanguillo  se le empezó a dar valor y a considerársele como una variante más del cante flamenco y pasaría a ser  llamado  Fandango de Huelva. 

La vida transcurre y los hermanos  “Nora” adquieren todavía más fama, pero se separan. Curro, mayor que Pepe,  tuvo la desgracia de morir muy joven en 1942, dejando solo grabados dos discos de pizarra con la guitarra de Niño Ricardo, siguiendo los pasos de Rebollo y Rengel.

Pepe, entre los años 1920 y 1950, alternaría con figuras como Manuel Torre, José Cepero, Los Pavones, Pepe Pinto, Vallejo y se enrolaría en la Compañía de Pepe Marchena. Además compartiría muchos escenarios con sus paisanos Rebollo, Rengel, Paco Isidro, El Comía, Herrerito…, y un largo número de figuras del cante onubense  que hicieron magisterio de sus fandangos y le impusieron su impronta y un estilo propio. 

José Valladolid Rebollo, “Pepe La Nora”, padre del cantaor Pepe Briones, murió en Huelva en 1983. 

PEPE LA NORA - "DOCUMENTO SONORO" (HUELVA I; HISTORIA ANTOLÓGICA DEL FANDANGO DE HUELVA)

CURRO LA NORA - "DOCUMENTO SONORO" (HUELVA I; HISTORIA ANTOLÓGICA DEL FANDANGO DE HUELVA)