La saga de Pepe el de la Flamenca (I)

Eduardo Ternero - domingo,  9 de octubre de 2022

No cabe duda que Marchena ha dado un gran número de artistas del flamenco, en el cante, el baile y sobre todo en el mundo de la guitarra, desde el Lico,  los Melchores, el Titi de Marchena, Pepe el de la Flamenca, Manuel Cobano, Tate Cortés, Antonio Cortes y otros muchos que lo llevaron con humildad y que aprendieron en las barberías o en la Plaza Arriba de nuestro pueblo. Hoy venimos a hablarles de una saga de flamencos que han dedicado sus vidas al mundo de la bajañí, la saga de los Cortés y que si bien, los primeros de la familia, no son oriundos de Marchena, una rama de esta si se asentó en nuestro pueblo y eso ha dado lugar a que varios de sus miembros hayan llevado a gala el ser buenos maestros de la sonanta y a Marchena por bandera. Otras ramas se reparten  entre Córdoba y  Granada.

Del primero de esta saga  que tenemos conocimiento es de José Cortés Cortés al que todo el mundo del flamenco conocería como Pepe el de la Flamenca. Nos  aventuramos a decir que seguramente le vendría ese remoquete de su madre, la cual dominaría con soltura este bello arte; empero, según su hijo Antonio Cortés (Tate), no ejerció en el mundo del espectáculo. Pepe nació en la ciudad califal de Córdoba, en 1889, aunque muchas veces se había especulado que podía haber nacido en Carcabuey, en Sevilla, en Granada e incluso en Marchena porque sería, sobre todo en estos lugares en los que habitara y donde estuvo ejerciendo su labor como tocaor  la mayor parte de su  vida.

              Pepe con el Pinto, Sabicas, Carbonerillo                    y la "Niña de los Peines"

 Pepe con Luisa Ramos “La Pompi”

No sabemos cómo y por qué pudo recalar José Cortés “el Niño de la Flamenca” en el pueblo de Marchena, posiblemente porque conoció a su primera esposa en Osuna y se viniera a vivir con algún pariente marchenero o tal vez,  llamado por algún conocido para que se iniciase en el mundo de la guitarra, pues tenemos la seguridad que, en los primeros años del XX,  entre la gitanería en Marchena se habría fomentado no sólo el cante y el baile en el mundo del flamenco con la Gilica, los Juanilleros…, sino que se habría puesto en valor el aprendizaje de la guitarra, ya que por aquel entonces, los “discípulos” del Lico y otros iniciados al mundillo de la 6 cuerdas, estarían motivados por la llegada de cantaores famosos como Manuel Torre, aficionados de los alrededores, jerezanos consagrados… por los que surgieron los Jiménez – hijos del Lico, primer conocido de la saga –, Melchor y Miguel, también su pariente el Titi Fernández y un largo etcétera de buenos guitarristas, que a la postre se hicieron un nombre en el incipiente arte de la sonanta. 

Pepe, entre Manuel Torre y Ramón Montoya

Muchos coinciden en decir que, Pepe Cortés, “el de la Flamenca”, de forma temporal, regentaría una barbería en la Plaza Arriba (hemos tenido conocimiento que, en esas fechas, un tal Pepe Cortés,  regentaba una barbería en la esquina que da al arco de entrada a  calle Carrera);  pensamos que sería allí donde aprendería y practicaría con solvencia, llegando a conocer casi todos los cantes del momentos, pues se encontraba en el foco principal donde se cocía el flamenco marchenero. Hay quien apunta (eso especulan la mayores del lugar porque ha sido referido de boca en boca entre las familias), que fue el primero en acompañar al Niño de Marchena, cuando todavía era un jovencito de 11 o 12 años en sus primeras salidas, enseñándole a llevar los cantes con el acompañamiento de la sonanta por los bares y los pueblos de los alrededores.

José Cortés, con toda seguridad, conocería a los flamencos que por entonces vivían en la Plaza Arriba marchenera. Seguramente compartiría  fiestas y pesares y sin lugar a dudas intercambiaría su forma de tocar la bajañí con los Licos y los antepasados de los Melchores, los Juanilleros…no sería nada extraño que en aquellas visitas  de Torre el “Majareta”  por Marchena, para estar con sus “primos”, para conocer los cantes de la Plaza Ducal y escuchar y aprender la soleá y los juguetillos de la Gilica, estuviese acompañado por los toques de Pepe Cortés.

Reseña del premio recibido. 

También debemos decir, en honor a la verdad que, José Cortés, residió durante algunos años en la ciudad de la Alhambra, donde llegaría para actuar en el I Concurso Nacional de Cante Jondo que organizaron Manuel de Falla junto a varios intelectuales de la época, entre ellos Federico García Lorca. Pepe llegó a Granada en 1922, cuando contaba algo más de treinta años,  para actuar en el concurso acompañando a Manuel Celestino Cobos “Cobitos” y después del concurso se quedaría temporalmente y volvería de vez en cuando. Durante su residencia en Granada, viviría en una casa de su hermana, en el Camino del Monte, justo al lado de la cueva de Manolo Amaya, el cual le sacó a una hija de pila nacida en Granada, que más tarde sería bailaora con el nombre de la "Gitana de Bronce".  

Debemos reseñar que durante el Concurso de Granada de 1922, Pepe el de la Flamenca acompañaría a varios artistas, entre ellos al cantaor Juan Soler de Linares y a la bailaora Juana La Macarrona. Al final del Concurso y a la hora de la adjudicación de los premios, Pepe el de la Flamenca, por decisión del jurado recibiría el tercer premio dotado con 250 pesetas, un cuantioso capital a  de inicios del siglo XX.

Durante el tiempo que pasó en Granada tocó en las zambras llegando a formar parte de algunos elencos flamencos. Acompañó entre otros a Pepe Pinto, Manuel Vallejo, Cobitos, Bernardo de los Lobitos, Sevillanito, Niño Gloria, Espeleta, Juana la Macarrona, Antonio Mairena, del que era compadre ya que este le sacó a un hijo de pila, dándole el nombre de Antonio (Tate), en honor a Mairena. También acompañó a Gordito de Triana y a Antonio Medina con los que llegó a grabar varias placas. Formó parte de un elenco formado por Antonia Mercé "La Argentinita", Pilar López, Rafael Ortega y un largo etc.

Pepe con su sobrina de Granada

Hablando de su vida personal, Pepe casó en primeras nupcias con una señora de Osuna, con quien tendría un hijo, Francisco Cortés, “Tío Paco”.  Tras quedar viudo, “el de la Flamenca” volvió a casarse con una señora de Linares, Dolores Clarambo Reyes cuya familia era oriunda de Morón de la Frontera. Dolores y Pepe siguieron criando a Francisco y más tarde tendrían otros seis hijos: Pepe, Manuel, Modesto, Dolores, Cristobalina y Antonio, que a la postre sería “Tate Cortés”. 

Pepe “el de la Flamenca” siguió alternando sus visitas entre Granada y Sevilla durante algunos años, siempre acompañando a cantaores renombrados de la etapa de la llamada Ópera Flamenca. Pronto sus hijos marcharon y tras estar una última temporada en la ciudad de la Alhambra, en casa de su hermana y con su hijo pequeño Antonio (Tate), se iría definitivamente a vivir  a Sevilla, fijando su residencia en la Alameda de Hércules, en la calle Núñez Pacheco, donde falleció en 1961. 

LIBRO: “Cante de las minas” José Luis Navarro García

ANTONIO EL MERINO CON PEPE EL DE LA FLAMENCA 1929 7 CANTES