Paco Isidro y su Fandango valiente
Eduardo Ternero - domingo, 9 de enero de 2022
Si ha habido un cantaor onubense que ha dominado casi todos los estilos ese ha sido Francisco Barrera García, conocido en el mundo del cante con el remoquete de Paco Isidro, una voz dominadora, una voz maravillosa como dijeran muchos flamencólogos, que insisten en que ha sido uno de los mejores intérpretes de los cantes de Huelva.
Paco nació en Huelva el 6 de marzo de 1896. Al principio se le conocía como el “Niño de Isidro”, ya que su padre, Isidro, tenía una empresa de coches de caballos y era muy conocido en Huelva.
El niño de Isidro, desde pequeño, también colaboraría en el negocio familiar. Allí empezaría a ser conocido por los cantes que echaba mientras mantenía las riendas de las caballerías. Ya desde los 12 años se perfilaba como gran cantaor, aunque en su familia no había antecedentes de que alguno cantara.
Paco Isidro (Joven)
Después del negocio de los coches de caballos se dedicó al taxi, y haría durante esa época de su vida muchos viajes sobre todo por Alosno y los pueblos del Andévalo donde aprendería los cantes de primera mano. También acompañaba a toreros, futbolistas y cantaores. Era aficionado a los toros, conocía y se relacionaba con los Litris (padre y sus dos hijos Manuel y Miguel) y con las grandes figuras de la época: Joselito, Belmonte y Pepe Luis Vázquez. También era seguidor del fútbol, sobre todo del decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva.
Pero su gran afición sería el cante. Un arte que pudo desarrollar a lo largo de su vida y en su definitivo y tercer trabajo que sería regentar un kiosco-bar en la plaza del Punto en Huelva. Allí es donde promocionaría y elevaría el valor de los cantes de Huelva, ya que todos los sábados montaba una tarima a modo de escenario por la que pasarían casi todos los artistas de la época de la provincia de Huelva. Llegaría a tener tanto éxito su impronta, su afición y sus desvelos por los cantes de Huelva, que el Ayuntamiento de la ciudad llevaría en numerosas ocasiones la banda municipal al lugar para amenizar los ratos de descanso de los cantaores, dando conciertos en los jardines donde estaba instalado el kiosco.
De su vida privada conocemos que fue una persona muy generosa, y de mucho respeto hacia su mujer, María Benítez Álvarez, con la que se casó en 1930 en la parroquia Mayor de San Pedro el 12 de agosto de 1930 y con la que tendría seis hijos. Al tener Paco Isidro una vida saneada económicamente, por su trabajo, se permitía dedicarse al cante con libertad, sin depender, como otros, exclusivamente de actuaciones que por esos tiempos no eran bien pagadas. Eso le llevó a poder investigar, a poder moverse por los ámbitos que quería sin tener necesidad de someterse al capricho de señoritos y aficionados.
Paco Isidro (Madurez)
Dicen quienes le conocieron que era una persona risueña, encantadora, de gran simpatía y don de palabra. Sabía estar a la altura, dándole el sitio a todo el mundo y sabiendo estar en cualquier situación. Sobre todo era admirado y conocido por su honestidad y seriedad que le valdría el respeto de todos los que le conocían. Sus paisanos siempre han considerado a Paco Isidro como una institución en Huelva, uno de los artistas más respetados de la historia del cante onubense.
Hay una leyenda sobre Paco Isidro que dice que nunca salió de Huelva, sin embargo, en la famosa sala de fiesta “El Guajiro” de Sevilla estaría contratado con mucha frecuencia.
Durante los años 20 estuvo actuando en Madrid en el Teatro Pavón varias temporadas, haciendo la “Copla Andaluza”. También acudiría a Madrid en varias ocasiones para actuar en la Feria de Muestras representando el pabellón de Huelva y a los Festivales de Primavera que se celebraban en el Parque de María Luisa de Sevilla. En una gira por Portugal entabló amistad en Estoril con Don Juan de Borbón, padre del emérito. Actuaria en el Célebre Cortijo de Cuarto de Bellavista y durante los años de mayor éxito se codearía con los grandes del momento por los escenarios del Lope de Vega sevillano, en Cádiz..., asistiendo con asiduidad a multitud de fiestas privadas al Rocío y a la Feria de Sevilla. Pero además, como también fue un enorme cantaor de saetas, fue contratado muchos años para cantarle al Cristo del Gran Poder sevillano, al igual que en otras capitales de Andalucía.
Todos los años, en Semana Santa, cuando tenía el kiosco, al pasar por allí la cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza de San Francisco y Nuestra Señora de la Victoria del Corazón de Jesús se agrupaba a su alrededor media Huelva para escucharle las saetas que cantaba en los Jardines del Punto onubense. Pero Paco Isidro también cantó y grabó soleares, peteneras, seguiriyas, cantes de levantes, granaínas, malagueñas, verdiales, tarantas…, entre otros cantes.
Kiosco en Plaza del Punto
Por los años 20 del siglo XX, grabaría sus primeros discos de fandangos. Fueron veintitantos discos de pizarra de la firma Regal, con la Voz de su amo y Odeón y más tarde con Hispavox. Le acompañarían en los discos las guitarras de Niño Ricardo, Manolo de Badajoz…, en otros lo haría con Manuel Martínez, los Rofa (padre e hijo) y con Manolo Azuaga. Sus grabaciones, durante esa etapa, se escucharían mucho en España, Europa y Sudamérica pues coincidiría con la emigración de muchos españoles.
Paco Isidro conocería la mayoría de los cantes de la provincia a la perfección, dándoles al mismo tiempo un sello personal. Dicen los que le escucharon que podía cantar más de doscientas letras de fandangos sin repetir ninguna; que incluso la gente hacía apuestas para ver si repetía. Sus letras casi todas eran de fiestas y alegrías, de amores y gozos, por eso decía que le llamaban a las fiestas. Otros apuntan que podía cantar 50 o 60 fandangos dentro de su propio estilo, como más tarde lo demostraría en sus grabaciones y por el testimonio de su hijo Pepe Isidro.
Paco Isidro (vejez)
Paco Isidro se haría famoso además porque tenía una garganta privilegiada, por sus gallos flamencos, por sus cambios de ritmo y sus modulaciones. Cuando cantaba daba la impresión de que mecía el cante, dándole a los cantes “valientes” una cadencia extraordinaria difícil de igualar; es por lo que muchos aficionados no se atreven a imitarle. Paco Isidro fue un creador del fandango de Huelva y siempre estuvo innovando. También grabaría sevillanas rocieras y bíblicas. Su fama le llegaría, sobre todo por sus fandangos cortos, los valientes, los rocieros, los serranos, de la mar…
Paco Isidro le daría mucha presencia y categoría al cante de Huelva sacándolo de las tabernas y tugurios y elevando los aires onubenses a su plenitud.
El 19 de junio de 1944, en el Cine Colón de Huelva, se celebraría un grandioso festival de la Ópera Flamenca, en él se dieron cita cantaores y cantaoras de la época, para rendirle un merecido homenaje. En él se despediría de los aficionados uno de los más grandes cantaores y representantes del fandango de Huelva: Paco Isidro. Dicen quienes siempre estuvieron a su lado que se mantuvo en su kiosco hasta que falleció en 1960.
Aunque Me Voy, No Me Voy (Fandangos de Huelva)
Ni la Perla Ni el Rubí (Fandangos de Huelva)