Anecdotario flamenco (III)

Eduardo Ternero - domingo14 de agosto de 2022

Hoy vamos a retomar  esta serie de artículos dedicados a contar las anécdotas que han ocurrido en el flamenco. Pero, les aviso, en el último punto he metido un escrito malicioso porque me ha parecido un acontecimiento anecdótico, por venir de una persona muy comprometida con el flamenco; cuando el respeto y el valor son cosas que hay que tener en cuenta. Mucho más cuando se trata de denigrar a una persona, un artista reconocido mundialmente como fue Pepe Marchena.

Juan Talega con Antonio Mairena

Ya dijimos en su momento que, Juan Talega, sería uno de los gitanos que ayudaría a Mairena a sacar del olvido una serie de cantes que parecían perdidos y que había escuchado de sus antepasados y supo retrotraerlos para bien del flamenco. Hablamos de cantes que Juan aprendió de su padre, Agustín Talega, su tío Joaquín el de la Paula y otros cantaores del XIX. Mairena, por recuperar el flamenco antiguo, lo promocionaría en fiestas, festivales, discos… Juan Talega que era tratante, comerciante… y con mucha sorna, le dijo un día a Miguel Vargas en una fiesta-juerga que tuvieron en Marchena: “Migué, ¿Tú ve to lo que yo le he enseñao a Mairena? Po no me ha comprao ni un traje”.

A Manolo Caracol le dieron un homenaje en Málaga, estando presente Pastora Imperio y Pilar López, su familia y muchísimos invitados. Después, montaron una gran fiesta para celebrarlo y Caracol, cuando hacía unos cantes por bulerías, quiso rematar la faena bailando el palo, pues se encontraba eufórico aquella noche. Ante el asombro del público, Caracol, se irguió, dio unas cuantas pataitas contoneando el cuerpo y las piernas; encogería tanto la barriga en una de las posturas de la bulería que, al no llevar correa ni tirantes, se le cayeron los pantalones. Sus hijas, que estaban presentes, se fueron hacia él e intentaron taparle para evitar el bochorno de que el público presente le viera en paños menores.

Los del Río

Los del Rio, además de ser un grupo muy conocido y de haberse puesto las botas con “La Macarena”, son de Dos Hermanas y por tanto desde que eran dos jovencitos, deseosos de triunfar, conocían y apreciaban en demasía a Juan Talega, que también era nazareno. En una entrevista que les hicieron alabarían su sabiduría, el conocimiento de los cantes (“…conocía más de setenta u ochenta tipos de cantes y los hacía tan bien, con aquella voz tan privilegiada…, por eso llenaba todos los lugares donde cantaba”.  “Los del Rio”  terminaron diciendo “Si Juan se cayera en la selva desde un avión,  los negros dirían: este es un artista”.

¿Quien sabe de flamenco? ¿Qué nos gusta del flamenco? ¿Quién es mejor o peor cantaor de flamenco? Estas son cuestiones difíciles de responder. Creemos que el flamenco es un arte, y como tal hay que considerarlo. Comparémoslo con otra disciplina artística, por ejemplo con la pintura. Imaginen que nos ponen  un cuadro de Kandinsky, otro de Rubens, un Picasso, un Goya y un Velazquez, y nos preguntan cual de ellos es mejor. A lo máximo que podríamos aspirar en nuestra contestación es cuál de ellos  es el que nos gusta más. Pues, en el flamenco y en cualquier arte, como en otras tanta cosas, es cuestion de gustos.

 Juan de la Plata 

Es indudable que quien estudia, conoce, practica… sobre un arte, es decir es un experto, conocerá si el pintor se ajusta a las técnicas,  si es  vanguardista, innovador…, analizará su progresión a lo largo de su vida y un largo etcétera. Por ejemplo Picasso, con 9 años ya pintaba con el mismo realismo y la misma técnica que Velazquez. Si estuvo pintando hasta los 92, era normal que el artista malagueño  cambiase, innovase, crease e incluso jugase con el arte a lo largo de su vida, era un genio y eso es lo que se esperaba de él. Si lo aplicamos a nuestro arte, si esa persona es versado en flamenco, tendrá conocimiento, sabrá la técnica, conocerá el palo, incluso te dirá quien era el artista primigenio de ese cante: “…es un cante por soleá,  es una solea de Triana, concretamente los cantes del Zurraque, y este del Arenero,  de Badía o del Zapatero…” Pero, lo que no puedes es criticar algo o a alguien  que no te guste sin analizar lo empírico que tiene ese arte o ese artista.

Respecto a lo dicho anteriormente, les paso un Texto completo tal como lo escribió un homenageado jerezano, periodista de flamenco y Director de la Catedra de Flamencología y Estudios Flamencológicos Andaluces,  Juan de la Plata, sobre Pepe Marchena, en la Revista Trimestral “FLAMENCO”, tal vez la revista de flamenco con más prestigio allá por los años 60:

“...Tampoco me duele decir que las tan cacareadas “Memorias Antológicas  del Cante Flamenco” recientemente grabadas por el ‘Maestro de Maestros’ Pepe Marchena, no nos ha gustado nada en absoluto.

La casa Belter ha hecho un gran esfuerzo al editarlas, que tememos no tenga toda la compensación que dicho esfuerzo merece. Es una lástima. Los cuatro enormes discos, fabulosamente presentados a todo lujo, no tienen ni pizca de categoría artística.

Pepe Marchena no ha sido jamás maestro de maestros, como el mismo se autorreclama. En cante, jamás pasó de ser un buen fandanguero por todos los estilos. Queremos decir que su voz y su cante, su manera de decir, se adaptan formidablemente, a los estilos de Levante. Y a los ritmos flamencos llamados milongas, columbianas (sic), vidalitas, etc. Pero Marchena no es  – nunca lo pudo ser –, un cantaor de seguiriyas y soleares. Los cantes viejos,  puros y  duros por martinetes y tonás tampoco le van. Ni las alegrías, bulerías, polos y cañas, saetas y demás estilos más o menos grandes y difíciles del escalafón del cante flamenco.

¿Qué Marchena es un buen aficionado? Nadie lo duda. Pero de eso a que Pepe Marchena sepa cantar bien, hay mucha diferencia. Su cante, pese a sus muchos conocimientos y su gran  experiencia del mismo, no es ni puro ni flamenco. Entendámonos, no se ajusta a los cánones tradicionales, no es ortodoxo. Así, radicalmente.

Sin embargo, es loable el intento de Pepe Marchena por abarcar todos los cantes en estas memorias discográficas editadas por Belter. Aunque ya sabemos que ‘el que mucho abarca,  poco aprieta’. Pero, ahí está el intento y la intención, que debe ser buena. El resultado artístico, es ya otra cosa.

Y conste, que nos hubiera gustado mucho poder  elogiar estas “Memorias”, tan amplias y  generosas. Belter merece el elogio, Marchena, no ¡Qué se le va a hacer!"

Pepe Marchena

Y este señor, se quedó tan pancho. Entendemos que sus gustos no fueran los mismos que el resto de media humanidad. Creemos que este flamencólogo no habría escuchado lo suficiente a Pepe Marchena. El 99 por ciento de los grandes artistas del flamenco desde Chacón, Torre, Pastora…, hasta Mairena, Fosforito, Camarón… incluso grandes divos de todos los tiempos Chaplin, Gardel, Sinatra… han reconocido en Pepe no solo un genio, sino un cantaor distinto, un artista, un creador, un precursor que ha tenido infinitud de seguidores, de imitadores… No cabe duda que te puede gustar más o menos, pero habrá que reconocer que como Picasso, el Niño de Marchena, con 12-13 años ya cantaba como la hacían todos los mejores del XIX, que Pepe fue un genio del flamenco, que estuvo y está considerado como uno de los más grandes del flamenco de todos los tiempos no hay duda pues sigue en la memoria de los aficionados. Por desgracia D. Juan de la Plata ha fallecido y no podrá leer esto, ¡qué se le va a hacer! 

 LIBROS: 

“El Niño eterno, semblanza biográfica de Pepe Marchena”,  de Arístides Rueda Giraldo.

“Pepe Marchena” de Ramón Rodó Sellé

“Pepe Marchena y la Ópera Flamenca”  de A. González Climent

“Pepe Marchena y Juanito Valderrama” de Eugenio Cobo

Solea de Triana

Seguiriyas.

Alegrías-Mirabrás.

Guajira - Cuba Linda Te Venero