Los “Pena”: El “Pena Padre”

Eduardo Ternero - domingo,  26 de junio de 2022

“Pena Padre” fue el nombre artístico de Sebastián Muñoz Beigveder.  El segundo apellido puede ser heredado de un familiar antecesor europeo en la intervención de Olavide para repoblar territorios andaluces. Sebastián, nació en Alora (Málaga) en el año 1.876. Se crió en el seno de una familia de gran afición al cante flamenco pero solo llegaron a ser profesionales él, su primo Diego el Perote y su hijo José Muñoz Martín que vino a llamarse artísticamente “Pena Hijo”. El joven Sebastián,  como todos los niños cantaores de su época, cantaría por los bares de su pueblo por unas monedas,  hasta que su afición lo llevo a los cafés cantantes y a dar sus primeros pasos en el mundo profesional en la ciudad de Málaga. 

Pena Padre 

Sebastián, “Pena Padre”, tuvo una personalidad propia en la forma de decir  los cantes desde muy joven, siendo un  gran creador; al menos siempre intentó poner  identidad propia y su impronta en lo que hizo. En su haber hay que decir que pudo crear o personalizó  la malagueña, porque, aunque se dice que la malagueña tuvo su origen, según muchos estudiosos, en su  pueblo, en la localidad de Álora (Málaga), él le daría un aire caribeño al igual que en la forma de cantar por soleá, ya que Sebastián fue destinado a Cuba, donde hizo  el servicio militar y a su regreso trajo con él los sones del Caribe y latinoamericanos; por tanto también fue original a la hora de expresar  algunos cantes de ida y vuelta como la Vidalita, Milongas, Habaneras, Guajiras. No estamos de acuerdo con algunos flamencólogos que añaden la Colombiana como un cante  que “Pena Padre”  también trajo con otros aires americanos, de la isla cubana; esto es algo que no pudo darse ya que, cuando Pepe Marchena creo el cante de la Colombiana, allá por  el año 1931, Sebastián Muñoz “Pena Padre” hacía ya más de 30 años que había vuelto de América, (tengan en cuenta que España perdió la colonia cubana en 1898). Pero sí es cierto que Sebastián le dio  al cante por Guajiras Cubanas un estilo tan personal que no hubo nadie de su época  que le pudiera igualar. La Guajira Cubana es un cante aflamencado oriundo de Cuba cuyas letras hablan de amor y nostalgia de la vida de los guajiros (campesinos de Cuba) de sus vivencias en la isla… y fueron llevadas y devueltas, con ritmos caribeños, por los soldados españoles que hicieron allí el servicio militar  y muchos de los que vivieron “in situ” la pérdida de la colonia. 

Soldados españoles  en la Guerra de Cuba 

Sebastián y su hijo José estuvieron muy separados a lo largo de sus vidas, la historia y el destino, así como  la Guerra Civil y la dictadura franquista los mantuvo muy  alejados. Es razonable que, aunque ambos fueron grandes cantaores, con una tesitura de voz muy parecida, cultivaran estilos diferentes, ya que les tocó vivir un tiempo diferente y  una etapa del flamenco distinta. En ese sentido diremos que el “Pena Padre” venía de la Edad de Oro del Flamenco, de escuchar y compartir con Silverio,   Chacón, Torre, los Pavones… y el “Pena Hijo” vivió su época dorada durante la Ópera Flamenca compartiendo escenario con Marchena, Vallejo, Palanca, Valderrama, Angelillo… 

Los Pena (P y H) con unos amigos.

Sin embargo, según los coetáneos que le escucharon afirmaban que Pena Padre poseía una voz más hecha, más natural que su hijo. Era un cantaor más temperamental, que ejecutaba los cantes con poderío, siguiendo los cánones de aquella época en la que solo cantaban aquellos que tenían el poder de hacerlo y poseían esas facultades, pues eran jornadas maratonianas de cante, generalmente sin micrófono y con una forma de vida muy paupérrima. Pero, a pesar de esto, debemos reconocer que la evolución del cante – en poco más de veinte años –, desde los años 20 a los 40-45 del siglo XX fue muy fructífera. En ese periodo se van consolidando las grabaciones de pizarra, los palos se van delimitando, se tiene mayor conocimiento de los cantes, se matiza mejor. 

En eso tuvo mucha culpa la guitarra; el acomodo de la sonanta, su acompañamiento ajustado, la aparición de grandes guitarristas (Montoya, Borrull, Sabica, Melchor y tantos otros) hizo que los cantes se definiesen mejor, que siguieran los caminos marcados, conformando entradas, respiración, tonalidades… y por tanto sin salirse de los cánones establecidos. 

Sebastián Muñoz Beigveder, El “Pena Padre” murió en el 1956 a la edad de 80 años en Málaga. Su legado quedaría para la historia como uno de los mejores artistas flamencos de cantes de ida y vuelta, los cantes por soleá y sobre todo su manera tan personal  de cantar la malagueña.